Las guitarras noventeras han seguido de plena actualidad en los últimos tiempos gracias a la repercusión de artistas como girl in red, beabadoobee, Soccer Mommy o, en España, Confeti de Odio. Entre las promesas que miran abiertamente a los años 90 del rock alternativo y el grunge se encuentra Indigo De Souza, una cantante y compositora de Asheville, Carolina del Norte que ha dado que hablar en la prensa indie anglosajona con su debut ‘I Love My Mom‘ y que, este año, seguirá en boca de muchos gracias a su segundo trabajo, ‘Any Shape You Take’, su primera referencia para el sello Saddle Creek (Big Thief, Bright Eyes, Black Lips).
En ‘Any Shape You Take’, las influencias dance-rock, folk o country presentes en ‘I Love My Mom’ ya no tienen cabida en un trabajo mucho más centrado en la intensidad de las melodías y las guitarras, aplicada a su vez a unas letras vulnerables y honestas que nos hablan sobre la dificultad de abandonar una relación tóxica o de lealtad ante la persona amada, pero que también pueden estar salpicadas de ansiedad e incertidumbre, derivadas de la crisis existencial que supone hallarse en una relación que no ha funcionado como esperabas.
Las guitarras grunge destacan especialmente en el urgente single ‘Kill Me’ y en la balada ‘Pretty Pictures’ y rugen con contundencia en ‘Darker than Death’, tres de los temas destacados por su sólida composición; mientras admiten gritos de terror muy bien incorporados en ‘Real Pain’ o se rinden a la desesperación en ‘Bad Dream’, un tema en el que, vocalmente, Indigo hace las veces de Alanis y Dolores O’Riordan. Co-producido por Brad Cook, que ha trabajado con Waxahatchee, ‘Any Shape You Take’ cumple todos los requisitos de lo que supone que debe ser un disco actual inspirado en el rock alternativo de los 90… aunque hay excepciones.
Cuenta Indigo De Souza que el título de ‘Any Shape You Take’ se debe a que no se siente identificada con un único género musical y que su música «cambia de forma» tanto como ella. A decir verdad, ‘Any Shape You Take’ no es un disco tan ecléctico como puede parecer, pues se centra demasiado en el sonido ya descrito sin realmente aportar nada demasiado original, algo que queda claro más o menos a partir de la pista 7, ‘Late Night Crawler’, que promete convertirse en el momento más íntimo del álbum… pero se pierde otra vez en las guitarras de siempre.
Sin embargo, ‘Any Shape You Take’ sí incluye dos notables momentos en los que Indigo y su compañero de banda Owen Stone podrían haber profundizado para dotarlo de mayor personalidad o para darle un matiz distinto. Por un lado, ’17’, el tema de apertura, aparte de ser melódicamente estupendo, hace un uso hermoso de los vocoders, recordando a la obra de Poliça; y, por el otro, ‘Hold U’ vuelve a poner sobre la mesa que la influencia de Fleetwood Mac está lejos de apagarse. Si Indigo de Souza es una artista camaleónica, desde luego ‘Any Shape You Take’ no es el disco que lo demuestra, pero no puede decirse que vaya por mal camino.