Cine

Llegó la pausa: adiós a Antonio Gasset, mítico presentador de ‘Días de cine’

En la historia de la televisión ha habido presentadores casi igual de icónicos (o sin el casi) que muchas estrellas de la música, el cine o el teatro. Antonio Gasset, mítico presentador y director de ‘Días de cine‘ desde 1994 a 2007, era uno de ellos. Carismático e irreverente a la par que culto, Gasset le quitaba el hierro al asunto del cine con todo el aplomo que, a su vez, le caracterizaba. Le daba collejas al séptimo arte cuando tocaba y a menudo era su equipo de programa o él mismo quienes recibían. Horas y horas pasó buena parte de España pegada al televisor, en concreto al canal de La2, escuchando sus críticas cinéfilas o sus comentarios sobre la «tediosa actualidad cinematográfica».

Ver ‘Días de cine’ significaba, en parte, engancharse a las «paridas» que salían de la boca de Antonio Gasset. El presentador, crítico y actor ha muerto hoy a la edad de 75 años dejando atrás una huella indeleble en la televisión española. Su trabajo al frente de ese programa «dedicado a entretener a víctimas del insomnio, noctámbulos, parejas en crisis, politoxicómanos e incluso a algún aficionado al cine» será por siempre recordado por su descarado guion, que en parte era improvisado. «El humor me ha salvado de grandes catástrofes», declaró Gasset en 2006. «Esto, unido a una cierta socarronería y mala uva propias de mí, me movieron a hacer esos comentarios en el programa. Hasta que vi que le hacían gracia a la gente, y pensé: pues voy a decir una chorrada siempre que pueda. Pero siempre son espontáneas. Nunca he dedicado más de cinco minutos a pensar (entradillas). La prueba es que algunas son una sandez enorme».

Delante de la cámara de ‘Días de cine’, a la que llegó después de aparecer en varios filmes como ‘Un, dos, tres… al escondite inglés’ de Iván Zulueta o ‘Gary Cooper que estás en los cielos’ de Pilar Miró, Gasset realizaba comentarios sabios sobre cine, «uno de los grandes errores del siglo», política o sobre la vida en general. Una vez nos invitó a meditar sobre si «somos justos con los demás» o simplemente proyectamos nuestras «miserias» en los otros y deformamos «la imagen del prójimo», a lo que añadió: «hay que tener cuidado pero no os sintáis culpables, los imbéciles son siempre imbéciles proyectemos lo que proyectemos». Llegó a anunciar la llegada de «estrenos y otras depresiones», a disculparse por hablar de cine español y a reírse de su propio sueldo, tan «corto» como una «pausa publicitaria», y alentó al adulterio cuando aconsejó como entretenimiento durante los anuncios «llamar a la mujer de un amigo para pedirle sexo». También se metió con George Bush, de quien dijo que verle leer un libro solo podía ser una alucinación provocada por las drogas.

Curiosamente, la mente brillante de Gasset tenía un famoso precedente familiar, pues el presentador y crítico era nada menos que sobrino segundo del filósofo José Ortega y Gasset, pero RTVE renunció a ella cuando le despidió en 2007 durante un «expediente de regulación de empleo que incluyó a técnicos de sonido, iluminadores, productores, decoradores, administrativos y periodistas», recuerda El País. Entre quienes han recordado la figura de Gasset en las redes sociales se encuentran el director actual de ‘Días de cine’, Gerardo Sánchez, o el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.

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Publicado por
Jordi Bardají