Televisión

‘Comando Queer’ es una simpática comedia de espías LGTB+

Hace ya unos años que Hollywood parece tener interés –o al menos más que antes- por contar historias en las que el colectivo LGTB tiene el protagonismo tras haber sido relegado durante décadas a roles secundarios, cuando no directamente omitido de cualquier tipo de representación. En el terreno de la animación sigue siendo un tema tabú, especialmente en aquella que apela a un público infantil. ‘Comando Queer’ no alude a ese tipo de audiencia sino a todos aquellos jóvenes y adultos que de pequeños no tuvieron personajes ni historias en donde se normalizara y se celebrara lo gay en las series que veían mientras desayunaban los fines de semana. Ahí es donde reside su mayor encanto, en intentar que aunque sea 20 o 30 años más tarde, esas personas pasen un rato agradable y ligero con una comedia de animación de temática gay plagada de referencias pop y queer.

La serie comienza cuando el excelente agente secreto Steve Maryweather es marginado por la Agencia de Inteligencia Americana (AIA) al salir del armario. Diez años después, lidera un equipo de espías queer en Hollywood al que la propia agencia no toma en serio. Hartos de que no les manden ningún caso por resolver, deciden embarcarse en una misión por su cuenta para demostrar su talento y profesionalidad. Este grupo de outsiders está formado por Twink, Deb y Stat además de Steve (también conocido como agente Mary), y todos ellos responden a estereotipos: el chico afeminado que hace drag, la lesbiana madura con vida de pareja estable, etc. Pero es precisamente en su cariñoso acercamiento a estos estereotipos, la manera en la que están trasladados en pantalla y los chistes que generan, lo que los hacen personajes con potencial, reforzados también por su original diseño y la vistosa animación.

‘Comando Queer’ es, más que una serie de acción, una comedia donde las tramas de espías suelen suceder en espacios LGTB (discotecas gays, desfiles del Orgullo, Eurovisión), lo que da pie a multitud de referencias pop, como gags dedicados a ‘Brokeback Mountain’, Ariana Grande o Erin Brockovich, que funcionan de manera eficaz. El tipo de humor que la serie emplea está muy influido por las sitcom americanas. De hecho, uno de sus creadores, Michael Schur, es el responsable de comedias tan celebradas como ‘Parks and Recreation’, ‘Brooklyn Nine-Nine’ o ‘The Good Place’.

En el plano narrativo, siempre resulta más estimulante cuando se centra en las misiones que en la incipiente y poco elaborada historia de amor que vive el protagonista, en la que el final de la serie parece prometer que indagará más en una supuesta segunda temporada. Algo que no parece del todo claro que vayamos a llegar a ver pues no ha sido ningún éxito, sobre todo si hablamos de lo injustamente dura que ha sido la prensa americana con ella. Unas críticas difíciles de justificar ya que pese a que no nos encontremos ante ninguna obra de arte ni nada que sea revolucionario, ofrece un entretenimiento refrescante, divertido y lleno de buenas intenciones. Y las pretensiones de ‘Comando Queer’ no engañan, ya que nunca van más allá de querer ser precisamente eso: un agradable pasatiempo.

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Publicado por
Fernando García