La historia de la música pop está llena de grupos integrados por personas que comparten una relación familiar. Son especialmente comunes los grupos de hermanos como Carpenters u Oasis o, en España, Mecano o Estopa. También se han dado casos como los de Billie Eilish o Dido, cuyos hermanos producen o co-producen su música sin que esto signifique que se presenten como dúos. Es un caso parecido al de Claire Rosinkranz, con la diferencia que es su padre, Ragnar, quien se encuentra a los mandos de la producción. Ella, por su parte, canta y compone sus propias canciones.
‘Backyard Boy’ ha sido el tema que ha puesto a Claire Rosinkranz en el mapa gracias a su repercusión en TikTok. Se trata de un corte simpático de pop lo-fi no tan lo-fi y estribillo tarareado que podemos emparentar con las melodías desenfadadas de BENEE pero también con ciertos trucos de producción de Billie Eilish. «Todo es perfecto» es el mensaje que deja esta canción tan naíf que representa bien el mundo de mariposas en el estómago adolescentes de la artista.
En el breve EP que Claire Rosinkranz ha publicado este año encontramos otras composiciones dignas de mención como ‘Hotel’, ‘Boy in a Billion’ o ‘Frankenstein’ que equilibran las melodías amables de la cantante con las producciones llenas de texturas de su padre, en el caso de la segunda, incluso dándose un aire con los Cardigans en el apartado melódico.
‘don’t miss me’, el último single de Claire Rosinkranz, ha seguido perfeccionando la fórmula en otra grabación graciosa que destaca por su juguetona producción, la cual vuelve a transformar unos simples tarareos en un sonido que hace cosquillas a los oídos. La Canción Del Día coquetea con el pop setentero, el hip-hop y las guitarras eléctricas y, por lo tanto, recuerda a la primera Lily Allen… pero suena mucho más «bubblegum», como avanza su portada.