La casualidad ha hecho que el año pasado coincidieran dos novelas ambientadas en la decadente Glasgow de los 70 y 80, una ciudad degradada y violenta por efecto de la crisis económica provocada por la reconversión industrial. La primera fue ‘Hijos de febrero’, de Alan Parks. Un sórdido y brutal relato criminal situado en los bajos fondos y los barrios obreros de la gran urbe escocesa. La segunda es ‘Historia de Shuggie Bain’, ambientada en los mismos barrios pero en un tono muy diferente.
El extraordinario debut de Douglas Stuart, diseñador de moda de 45 años (ha trabajado para Calvin Klein o Ralph Lauren), ganó de forma inesperada el Premio Booker, el más prestigioso en lengua inglesa. Stuart era un desconocido y no tenía apoyos de ningún tipo. De hecho rechazaron su manuscrito en más de 40 ocasiones. Sin embargo, una vez leído, lo más increíble no es que le dieran el premio, sino que este libro sea una primera novela y que las editoriales lo rechazaran (alguien capaz de describir la vigilancia de las vecinas fisgonas con la frase “sentir la brisa de mil visillos agitándose” debería disparar las alarmas de cualquier editor).
La historia de Shuggie Bain no es exactamente la de Stuart, pero casi. Al igual que el protagonista de la novela, el autor es hijo de una madre alcohólica, creció en un barrio de Glasgow azotado por el desempleo y la pobreza, y sufrió acoso escolar por su amaneramiento. Su historia es la de muchas familias obreras británicas que sufrieron los golpes del puño de hierro de Margaret Thatcher. La de las novelas de Irvine Welsh o las películas de Ken Loach o Mike Leigh.
La diferencia es que la mayoría de esos retratos sociales han sido contados desde un punto de vista masculino heterosexual. ‘Historia de Shuggie Bain’, en cambio, está narrada a través de los ojos de una mujer abandonada y adicta a la bebida que sobrevive con ayudas públicas, y del pequeño de sus tres hijos, un chico con “demasiada” pluma que prefiere no salir de casa para no sufrir las burlas de sus vecinos y poder vigilar a su madre para protegerla de sí misma.
También, a diferencia de muchos de esos relatos, el discurso político no está subrayado con lápiz rojo en primer término. ‘Historia de Shuggie Bain’ es ante todo una emotiva historia de amor maternofilial situada en un contexto social marcado por la crisis de la desindustrialización. Un desgarrador drama narrado con enorme delicadeza y sensibilidad, con una gran compasión por sus personajes, que contrasta con la sordidez y la inclemente hostilidad del ambiente donde transcurre. Un descenso a los infiernos del alcoholismo descrito con un escalofriante realismo (el capítulo 17 es una obra maestra de principio a fin) pero a la vez con una ternura devastadora. Sin duda, una de las grandes novelas de 2021.