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alt-J / The Dream

Lo mejor: 'Get Better', 'Chicago', 'Philadelphia'
Te gustará si te gustan: Radiohead, U2, Grizzly Bear, Wild Beasts
Escúchalo: Youtube

Casi 5 años ha tardado en llegar a nuestras manos el 4º disco de alt-J, la banda de art rock británico que recibiera el Mercury Prize por su debut ‘An Awesome Wave’, publicado hace ya 10 años. El grupo de Joe Newman, Thom Sonny Green y Gus Unger-Hamilton sigue sonando inconfundible: sus texturas deambulan entre el folk acústico, el trip hop, el blues y la banda sonora; mientras sus extraños textos consienten cosas que solo se les ocurrirían a ellos, de la Coca-Cola a la cocaína, de un asesino en serie a la criptomoneda, pasando por alguien que se nos muere. Porque además de versar sobre temas de lo más peregrino, ‘The Dream’ se vende como el álbum de alt-J más personal hasta la fecha, pues cuando quiere serlo, lo es mucho.

Lo de la Coca-Cola o refresco de cola similar sucede ya en la primera pista del disco. ‘Bane’ es uno de sus viajes intrincados, hablando sobre alguien que vende su alma por un trago de bebida azucarada, resultando una de esas metáforas sobre los males del mundo que tanta personalidad han dado a alt-J como gusto a sus «haters» por su pretenciosidad. La de la cocaína es ‘The Actor’, una canción sobre las miserias de Hollywood y el hotel Chateau Marmont, inspirada en la muerte de John Belushi en 1982, y en concreto en la dosis letal que le inyectó Catherine Evelyn Smith y que la llevó a prisión unos años después.

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La del asesino en serie es ‘Losing My Mind’, una canción sobre un hombre que mata niños, influida por el hecho de que el padre de Joe Newman fuera un agente oficial de libertad condicional, acostumbrado a tratar con presos con problemas psiquiátricos. Y la de la criptomoneda es ‘Hard Drive Gold’, por supuesto un nuevo retrato de la avaricia y de la acumulación de cosas que no sirven para nada en la era global.

Hay más tramas enredadas en ‘The Dream’, como el asesinato de ‘Happier When You’re Gone’, que pretende dar la vuelta a ‘Hey Joe’ de Jimi Hendrix, en la que Joe asesinaba a una mujer. Pero es cuando el álbum se pone «personal» cuando, como suele ocurrir, deja más poso. Eso sucede en ‘Get Better’, una canción sobre una pareja separada por la enfermedad, influida por las muertes de la pandemia, en la que, entre menciones a Elliot Smith, una grabación de una mujer diciendo «mejórate» sirve como recuerdo y como tortura. La canción comienza diciendo «estoy escuchando una grabación tuya durmiendo a mi lado, a capella», y al final de este corte no solo se escucha dicha grabación, sino que alt-J la rebobinan y la vuelven a escuchar, llevando al oyente más sensible prácticamente a las lágrimas.

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alt-J consiguen en otras ocasiones ese nivel de intimidad a través de sonidos ambiente, bien sea una risa, una conversación en la que alguien se compra una colonia o una lata que se abre. Es así como se cuelan en tu mismísima habitación. Lo cual no implica que renuncien a esas extrañas frases capaces de echarte igualmente fuera, como cuando en la misma ‘Get Better’ tienen a bien introducir un poco de Nocilla en el texto: «Fuiste la panadera / bautizaré esta nueva era / con el olor de tu pan recién horneado / Tu Nutella, la guardaré en el sótano / Siempre fuiste una fan de ese untable».

Entre lo poético y lo ridículo, al no ser sus textos aptos para todos los públicos, y ante la ausencia de un single que realmente lidere el conjunto de ‘The Dream’, lo mejor de este cuarto disco de alt-J vuelven a ser esos «viajes» que las canciones nos ofrecen y que llevan a la banda lo mismo a la América profunda que al techno de Chicago. Lo realmente identificativo de su sonido es el modo en el que parecen estar musicando una película de los hermanos Coen que empieza en un pueblo tranquilo en el que parece no pasar nada, hasta que las cosas se tuercen a lo grande. Ahí encontramos bellísimas producciones como las de ‘Get Better’ o la final ‘Powders’.

Pero además en este caso sorprende para muy bien la deriva de algunas producciones como es el caso de ‘Chicago’, una narración de un hermano y una hermana haciendo senderismo hasta la muerte, dividida en dos, que inesperadamente se convierte en una canción de clubbing oscura, casi como producida por Burial si este se prestara a cierto tipo de cosas; la cinética ‘Philadelphia’, con su hermosa sección de cuerdas ilustrando la muerte de una persona en un callejón; o esa batidora en la que caben el blues y los sintes de Eurythmics llamada ‘The Actor’. Aquí hay solemnidad hasta lo religioso y después canciones bobas sobre pequeños que caminan una milla, acompañadas de un «cuarteto de barberos» (‘Walk a Mile’). Qué buena noticia que alt-J sigan siendo alt-J…

<strong>Lo mejor:</strong> 'Get Better', 'Chicago', 'Philadelphia' <br> <strong>Te gustará si te gustan:</strong> Radiohead, U2, Grizzly Bear, Wild Beasts<br> <strong>Escúchalo:</strong> <a href="https://www.youtube.com/watch?v=OQcTc9u2Zu8">Youtube</a>alt-J / The Dream