Música

La Plata / Acción directa

Por un «error ajeno», el segundo disco de La Plata se ha adelantado una semana. El grupo valenciano indicaba críptico en Instagram: «Nos parecen unos momentos terribles para compartirlo, así que no diremos más que esto». Una vez escuchado ‘Acción directa’ es fácil adivinar que se referían a la coincidencia del lanzamiento del largo con la invasión a Ucrania por parte de Rusia, pues son muchas las ocasiones en que sus letras apelan a la lucha y a la resistencia, desde el mismo título de la obra en su conjunto al single llamado ‘Victoria’, que dice: “no habrá más silencio después de esta guerra / la voz de la libertad será cubierta de acero”.

En plena eclosión trap, urbana o llámenlo como buenamente puedan, La Plata se desmarcaron de las modas con un debut de post-punk excitante llamado ‘Desorden’, donde alternaban pepinacos como ‘Miedo’, ‘Un atasco’ y ‘Esta ciudad’ con preciosidades como ‘Me voy’. Eran composiciones angustiosas, ciertamente existencialistas, que presentaban a bandas como Joy Division y Parálisis Permanente a una nueva generación, y a los mayores nos hacían conectar con nuestro yo adolescente como muy pocos discos consiguen.

Su continuación se la han pensado bien, pues ha tardado hasta 4 años en llegar, y hay en ella cierta voluntad de cambio y novedad, por ejemplo en esa división en 2 partes de la canción ‘Sigue caminando’, siendo la primera instrumental. También en ese arranque dado a una composición que precisamente se llama ‘Aire nuevo’ y promete «un aire de cambio, un aire nuevo» que «avanza en silencio, avanza sin miedo». Al margen de que continúen las imágenes bélicas, el tema parece en un momento que va a entregarse al trance con un bajo trotón, casi electro, y unos aires sintéticos sugerentes, que subrayan la importancia de los teclados en La Plata, cada vez más.

La escena experimental de finales de los 70 y el pop de principios de los 80 continúan siendo las mayores influencias de los valencianos, y Magazine y Décima Víctima, los artistas en su punto de mira. En ocasiones parecen haber forzado demasiado la máquina para tratar de ofrecer algo diferente que no recordara expresamente a sus primeros hits, y así los singles principales del álbum (‘Victoria’, ‘Aire nuevo’, ‘Movimiento infinito’, ‘Hacia el vacío’) parecen sonar esquivos adrede. El mayor trallazo que tenían esta vez entre manos, la melódica y romántica ‘Volver a verte’, lo han relegado a la pista 9, quizá por ser un ejercicio nostálgico y en definitiva una canción de amor, cuando la banda tiene cosas más importantes que decir.

Y es que ‘Hacia el vacío’ habla de la supervivencia («parte de mí aún vive, parte de mí no morirá») como ‘Victoria’ del anhelo de igualdad («seremos iguales»), ‘Arderemos’ de feminismo («Hoy afirmaremos nuestra presencia en el caos / Empezaremos nosotras / Queremos ver ese muro caer») y ‘Movimiento infinito’ es una gran llamada a la acción. En esta, a la siempre expresiva voz de Diego Escriche se van sumando los coros del grupo, lo cual tiene todo el sentido del mundo cuando el texto nos está hablando de «una acción continua, una acción sin vuelta atrás, una acción sin tregua».

María Gea, que había entonado ‘Arderemos’, cierra el álbum como voz cantante de ‘Entre esta luz’ (cuando ella canta recuerda a Punsetes o Klaus&Kinski), hablando de un «mundo que se abre ante nuestros ojos». Como si el disco hablara de una novela distópica en la que vivimos aislados, hasta la que era la canción de amor ‘Volver para verte’ parece contada desde ‘El cuento de la criada’: «Fuimos tan diferentes / Tan ajenos a lo que pensaran», dice. La pena es que no sea una novela distópica, sino el mismo mundo en el que nos ha tocado vivir.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: la plata