Música

Tarta Relena / Fiat Lux

Tarta Relena es un dúo vocal de Barcelona formado por dos jóvenes que se conocieron en un coro y decidieron juntar sus voces en un único proyecto musical. Helena Ros y Marta Torrella se especializan en música sacra y cantan en griego y latín, entre otros idiomas, y dicen, medio en broma medio en serio, que practican «folk gastadito y gregoriano progresivo». Como queriendo demostrar que la seriedad del mundo académico no está reñida con el humor o con reírse de uno mismo -y así es- en la descripción de su página de Bandcamp defienden que su sonido «no está desafinado, es un cuarto de tono». La verdad, esto es empezar con buen pie.

El repertorio de Tarta Relena se caracteriza por su recuperación de la música tradicional mediterránea. En su primer disco, ‘Oro Pro Nobis’ (2019), interpretan canciones tradicionales de Grecia, Creta o Mallorca. Pero las barcelonesas también acercan este discurso al presente. Por ejemplo, la melodía que abre ‘Figues’ lo reconocerá cualquier fan de Björk, pues está sacada tal cual de una canción suya, y en ‘D’ençà’ fusionan sendas canciones de Maria Arnal i Marcel Bagès y Toti Soler, de Pic-Nic, en una única composición.

‘Fiat Lux’, el segundo álbum de estudio de Tarta Relena, continúa su misión por traer a nuestros tiempos una música remota, cantada en idiomas muertos (latín) o minoritarios (sefardí). Y lo hace de manera decidida. Mediante letras que también pueden estar cantadas en catalán o griego, el repertorio de Tarta Relena sigue viajando decenas de siglos atrás en el tiempo, por ejemplo al mismo siglo XII en el que la compositora y mística alemana Hildegarda de Bingen escribió el himno ‘Nunc aperuit nobis’. Esta vez, sin embargo, las producciones electrónicas de Juan Luis Batalla y Òscar Garrobé ayudan a encajarlas en contextos como el Sónar, festival en el que las chicas tocan este mismo año.

La unión de música sacra, armonías a dos voces y electrónica (no tan) moderna parece improbable, pero Tarta Relena hacen que funcione. ‘El suïcidi i el cant’ es la canción más accesible que han grabado y representa el disco excelentemente, al adaptar la poesía tradicional de las mujeres paixtu de Afganistán a los beats minimalistas de hoy. En ‘Tu ase turpa ikavi’, una canción tradicional georgiana que ya adaptó Katie Melua

, las chicas llenan el ambiente con vapores románticos y referencias a un apuesto jardinero. Y la dramática ‘Stabat mater’, un himno del siglo XII, las chicas colorean sus voces con autotune a la vez que luchan contra una tormenta de arena electrónica. La hermosa canción tradicional griega ‘Me yelassan’ cierra el disco a golpe de puñetazos digitales, recordando de nuevo a Björk.

El tramo medio de ‘Fiat Lux’ rebaja las emociones y se asienta en un lugar mucho más clasicista y estoico, representado por el himno cristiano ‘Imperayritz de la ciutat joyosa’ y por la canción sefardí ‘Esta montanya d’enfrente’. Las voces de Helena y Marta, en sus diferentes registros, uno más dulce y el otro más agresivo, persiguen la perfección académica, pero las canciones se abren a nuevos mundos. ‘Las Alamedas’, una de las producciones más experimentales del largo, adapta un poema de Lorca a la electrónica: su título reproducido en bucle sirve de base.

‘Fiat Lux’ es un disco que obliga a conectar con otro tipo de emociones más antiguas y lejanas. Más controladas, quizás, más académicas que viscerales. Esto significa que Helena Ros y Marta Torrella tienen el poder de hacer cambiar el modo en el que escuchamos música o, en su caso, a las voces humanas; y ‘Fiat Lux’ es un paso notable hacia esa dirección. Puede que nunca conecten con un público mayoritario como sí han conseguido sus amigos Maria Arnal i Marcel Bagès… o puede que sí. De momento ya tiene mérito que lo que hacen haya llamado la atención de medios internacionales como Pitchfork, y en un momento de recuperación de la tradición, la de Tarta Relena es sin duda una de las propuestas más singulares.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: tarta relena