La artista Maria Alyokhina, líder del colectivo feminista ruso Pussy Riot, ha conseguido escapar de Rusia disfrazada de «rider» hasta llegar a Lituania. La activista ha superado todos los controles policiales sin ser reconocida, y ahora el gobierno ruso la ha declarado en busca y captura.
Maria Alyokhina siempre se ha rebelado contra las injusticias y la falta de derechos humanos en el régimen de Putin. El presidente ha estado reprimiendo con dureza cualquier juicio o crítica desde que empezó la guerra con Ucrania, y María fue condenada el mes pasado a 21 días en una colonia penal.
Tras la mediática encarcelación de varias activistas de Pussy Riot en 2012, entre ellas Maria Alyokhina, esta nunca abandonó su país. En 2013 cumplió condena y siguió luchando por los derechos humanos que no respeta Putin. Sin embargo, esta vez se ha visto en la obligación de abandonar su tierra, como tantos otros paisanos.
Maria se disfrazó de «rider» para esquivar a la policía de Moscú, y con la ayuda de un amigo consiguió llegar a la frontera con Bielorrusia. De ahí, sin pasaporte y con solo un documento de viaje, tardó una semana en llegar a Lituania. En todo este tiempo su móvil permaneció en Moscú para evitar ser rastreada. En Lituania ha concedido una entrevista donde relata el camino desde Moscú y donde se ríe de cómo ha podido esquivar a todas las autoridades. «Desde aquí Rusia parece un demonio enorme, pero está muy desorganizado si miras desde adentro. La mano derecha no sabe lo que hace la mano izquierda”.