Después de ‘No sabes mentir’, después de ‘Autoestima’ con Alizzz y Lola Indigo, Cupido han tenido un éxito mayor: ha habido sorpasso con la balada ‘La pared’ y ya es su canción más popular. El nuevo álbum que la contiene, junto a otros singles igual de interesantes, es ‘Sobredosis de amor‘, nuestro «Disco de la Semana». Hablamos con Cupido sobre él y, aprovechando que la gracia del grupo es su carácter pop-rock y de conjunto, hemos querido realizar específicamente un par de preguntas a cada uno. Responden Pimp Flaco (voz, letras), Luis «Luichi Boy» Sansó (voz y guitarra), Alejandro «Al» García (bajo), «Toni D» Díaz (guitarra, teclados y coros) y Dani «Dannel» Rodríguez (batería).
La gracia de un grupo llamado Cupido y ahora un disco que se llama ‘Préstame un sentimiento’ y otro ‘Sobredosis de amor’ son las letras de amor lógicamente. ¿Hay cada vez más de personaje o todavía sois unos románticos y sentís cada frase contenidas en el disco?
Pimp Flaco: «Todo lo que escribo es porque lo siento. No tiene por qué ser algo que esté viviendo en ese momento, puede ser algo que haya vivido en el pasado o algo que me gustaría vivir en el futuro. Aunque puede que algunas letras suenen algo fantásticas o surrealistas, a veces».
Has explicado en Instagram que el álbum habla sobre un amor imposible, y en ese sentido es un álbum muy desangrado, como se ve en ‘La pared’ o en el final del álbum. Pero también hay bastante humor, con la mención a Tyler the Creator, un tema que decide llamarse ‘Walla-Pop’. Háblanos sobre el humor en tus letras. ¿Es una manera de supervivencia, algo que te impones usar para que las canciones no sean demasiado cortavenas…? ¿Te definirías como una persona divertida?
Pimp Flaco: «Cuando dije «un amor imposible», olvidé recordar a la gente que para mí «amor» son muchas cosas, no sólo una pareja o una persona. Me refería a muchas cosas, desde la pandemia hubo muchos amores que no pude mantener. El amor a la música se fue a la mierda cuando no podíamos tocar en directo, ni grabar, ni juntarnos para crear música. El amor a una idea, que ves que es imposible por muchos motivos o gente que no está al 100% implicada como uno mismo. Y sí, me considero una persona divertida, que le gusta la broma, ¿y si no qué me queda? La vida solo son sacrificios maquillados con descansos y la felicidad es «algunos momentos agradables». Al final eso creo que se refleja en mis letras, quebraderos de cabeza, tristezas y problemas maquillados de gracietas tontas».
Con la promo de ‘Se apagó’, y con la misma nota de prensa de este disco, que se pregunta si este será vuestro último verso, habéis jugado con el final de Cupido. ¿Por qué? ¿Es algo que barajáis constantemente o ha sido por las circunstancias de primero tu retirada, luego la pandemia…? En otras palabras, ¿es Cupido un grupo estable, con un plan de futuro ahora mismo?
Pimp Flaco: «La vida es algo que en cualquier momento puede acabar, partiendo de esa base, ¿qué no puede acabar en cualquier momento? Todo es incierto. En cuanto a «Este será el último verso que escribiré en el universo» y el resto de letra del tema ‘Universo’ no tiene nada que ver con el grupo, sino con cosas que le rodean. Solo hay que saber leer un poco entre líneas, analizar bien la letra y unir puntos para entender por dónde va».
Hay guitarras divertidísimas en el disco, como ‘Almohada’; hay canciones con riffs un tanto Morrissey y Johnny Marr; ‘Dios no existe’ parece tener un guiño a The Cure al final… Luichi, ¿te parecen acertadas las referencias? Porque en realidad también hay algo de bedroom pop, de lo-fi…
Luichi: «No tenemos ningún tipo de prejuicios a la hora de componer: puedes encontrar cosas muy distintas. Tampoco tenemos miedo a decir las referencias. ‘Dios no existe’ tenía ese mood total cuando lo empezamos a hacer, y decidimos hacer el guiño, el riff del tema de The Cure».
Las guitarras son las que hacen sonar tan triste ‘La pared’ pero son muy alegres en otros momentos del álbum, como ‘Un cabrón con suerte’, que diría que en el fondo es una canción enérgica, revitalizante. ¿Crees que en ese sentido os ha quedado un disco tristón o melancólico o en verdad más positivo de lo que parece?
Luichi: «El disco puede tener un punto nostálgico pero lo guay es que no repetimos la fórmula, hay gente a la que le funciona una fórmula y ya va para adelante siempre con eso. Así que te encuentras en su discografía 30 canciones iguales. Cupido no. Hicimos ‘La pared’, que le encantó a la gente, pero no por eso vamos a hacer todos los temas baladas. Ni nos íbamos a quedar en ‘No sabes mentir’, del primero. En ese sentido somos dinámicos y eso se agradece en el directo y en el disco. Vas canción por canción y es como una montaña rusa. Tienes temas alegres, como ‘Almohada’, ‘Dios no existe’ o ‘Cabrón con suerte’, y oscuros como ‘No sé’ o ‘Universo’, ‘Se apagó’, que es muy íntimo. Yo creo que es algo guay del grupo…»
«No existe el sonido definitivo de Cupido. Estaremos en la evolución constante»
Una de las cosas con que identificábamos a Cupido por ’No sabes mentir’ es un ritmo un tanto disco-funky. Este disco es menos bailable en ese sentido, es más pop-rock. ¿De qué manera ha supuesto un reto para ti en ese sentido, Al?
Al: «El reto no está en el género que solemos tocar sino en la forma en que abordamos los temas. Lo importante es fijar la perspectiva, agarrarse a ella, pero dejando espacio a la improvisación: es lo que da el carácter a las canciones. El reto es no caer en la repetición de elementos, ya sea el tono, el riff, el carácter…»
¿Crees que el tipo de instrumentación que le habéis dado a este disco es el sonido de Cupido definitivo o te imaginas a la banda evolucionando hacia territorios más electrónicos y bailables de alguna manera?
Al: «No existe el sonido definitivo de Cupido. Se trata de evolucionar constantemente. Si tenemos un sonido es que nuestras inquietudes han menguado, y derivaría en un conjunto de canciones sin chicha ni personalidad. Especular hacia dónde va Cupido es hacer una tarea que no va a llevar a ningún lado, porque estaremos en la evolución constante. Estoy seguro de que siempre tendremos una canción para todos: bailable, sobria, clásica, moderna, sinfónica…»
«Creo que una de nuestras mayores virtudes son las baladas de piano. A la gente le encantan, pero en su justa medida»
El disco contiene pianos o teclados en ese modo piano, que parece ahora la faceta favorita del grupo, con ‘Se apagó’ y sobre todo ‘La pared’. ¿Es esa parte tu o vuestra favorita también, Toni, la que más estás disfrutando como músico porque es hacer algo diferente o por cualquier otro motivo?
Toni: «Uno de los cambios más sustanciales entre el primer disco y ‘Sobredosis de amor’ es que la cantidad de sintetizadores de uno se ha visto sustituida por más pianos reales. Y los pocos sintes que hay son casi todos procedentes de un Moog analógico. Es una muestra más de que este es un disco más orgánico que el anterior. Pero realmente exceptuando esas dos canciones que comentas y alguna más, trasladando al directo las canciones de este disco, estoy más tiempo con la guitarra colgada. Creo que una de nuestras mayores virtudes son las baladas de piano. A la gente le encantan, pero en su justa medida. Si no, dejarían de ser tan refrescantes en un repertorio potente como el que tenemos».
¿Esperabais que ‘La pared’ se convirtiera en vuestra canción más famosa? ¿Siempre perteneció a este proyecto o dudasteis de si meterla en este disco?
Toni: «La verdad es que se podía intuir que iba a ser un tema diferencial. Ya desde los ensayos teníamos una complicidad con esa canción bastante inusual. Queríamos apagar la luz para tocarla y se notaba un ambiente emocional muy fuerte. Luego, una vez grabada, las pocas personas que la escucharon antes de salir nos decían que era una canción especial, así que supongo que sí podíamos esperarnos algo así».
¿Os imagináis algún día tocando en un teatro, explotando más esa faceta tristona, pianos (o incluso orquestas), de estar sentado, más reflexiva o lo que tenéis ya es ganas de fiesta, de pie, con todo el mundo en modo de concierto?
Toni: «Interpretar las canciones con una orquesta no solo nos lo imaginábamos sino que es algo que hemos intentado hacer ya y que hemos tenido siempre en el calendario. A mí personalmente es una de las cosas que más ilusión me haría ya que soy muy fan de la música clásica y prácticamente a los únicos conciertos que voy (sin contar los que veo de rebote por estar trabajando) son de orquestas sinfónicas o música de cámara. A día de hoy, la música clásica, como se aleja un poco de mi entendimiento, es una de las pocas maneras que tengo de disfrutar de la música y no tomármela como un trabajo analítico como si hago con la música contemporánea».
«Tocar con orquesta es algo que hemos intentado hacer ya y que hemos tenido siempre en el calendario»
Una de las cosas que más me gusta del disco es la energía que contiene ’Dios no existe’ casi al final, con esa sección rítmica. ¿Cómo surgió, Dani?
Dani: «Recuerdo cuando compusimos ‘Dios no existe’, yo estaba escuchando bastante música de los 60s y 70s en aquel momento y para el groove del estribillo me inspiré en ‘Rock and Roll’ de Led Zeppelin, banda que me ha inspirado desde que empecé en la batería. Sin ellos tocaría de una manera totalmente diferente o directamente no estaría en la música. Bendito Bonham♥️».
¿Es una de tus partes favoritas del álbum o de qué canción estarías más orgulloso esta vez y por qué?
Dani: «Diría que el break del principio de «Sobredosis» las estrofas de ‘Walla-pop’ y el sonido tan gigante de ‘Cabrón con suerte’ son mis fav».
En cambio, el disco se decide cerrar con un tema más atmosférico, ‘Universo’. ¿Por qué habéis decidido terminar el álbum así y qué te parece concretamente este tema con menos protagonismo de la percusión? ¿Te implicas también por ahí porque todos hacéis de todo o si no hay percusión, dejas hacer a los demás?
Dani: «Es verdad que aunque en ‘Universo’ no haya nada percutivo siempre estamos los 5 a la hora de grabar/componer dando ideas, en este caso me acuerdo de intentar grabar varias cosas pero no terminaban de encajar al ser una canción tan espacial».