La asturiana PaubyChance es uno de los nombres habituales de nuestra playlist de pop nacional «Sesión de Control». Formó parte del grupo londinense Girl Chance, mientras que en solitario apuesta por el hyperpop como forma de vida, con algún guiño a otros géneros urbanos como el reggaetón en ‘El mito (cuarentena)’.
De momento han destacado especialmente sus canciones ‘Konami Code’ y ‘Mis exs están llorando‘, pero ahora puede dar un paso más decidido aún con la producción que nos ha presentado esta primavera. Se trata de una adaptación del clásico dance ‘Blue (Da Ba Dee)’ de los italianos Eiffel 65, que elegimos como «Canción del Día» hoy.
‘Blue (Da Ba Dee)’ fue un enorme éxito a finales de los años 90 llegando a ser top 6 en Estados Unidos pese a proceder de Italia. Logró también el número 1 en Reino Unido, Francia, Alemania, Suecia o España, donde es especialmente una canción muy querida.
Cuentan desde la comunidad Acqustic que las letras de PauByChance «tratan temas como el mundo digital y las relaciones cibernéticas, mientras que sus bases transmiten un buen rollo súper envolvente y un completo subidón». La comparan con Rojuu, Saramalacara o Luna Ki. Descripción que encaja en esta hilarante adaptación cuya primera frase lo dice todo: «Últimamente no chupo ni piruletas / Más sola que Macaulay Culkin en los 90».
PauByChance, aquí con la colaboración de Octopvs To The Party, juega con el doble sentido de la palabra «blue» de la canción original («A ver si dejo de sentirme azul y triste»). Solo que con todo ese fondo de hyperpop acelerado, y con todo ese patetismo de drama de primer mundo («Se me caen las lágrimas pero no lo pienso / Me cierran el club y quiero mañaneo»), ‘Sad (I’m Blue Remix)’ suena mucho menos agridulce que la original. La de Eiffel 65 nos decía una cosa con la letra y otra con el ritmazo, la de PauByChance se decanta por el divertimento y la autoparodia.
A ello contribuye ese vídeo en que vemos a PauByChance pegada a una botella de vino blanco descorchada (o algo así), repitiendo una y otra vez que está «sad», «llorando por el club»… pero sin dejar de pegar botes hasta el final.