Justin Quiles ofreció un pequeño concierto improvisado en La Tejita, al sur de Tenerife, como regalo de consolación tras la cancelación del Reggaetón Beach Festival que no terminó como se esperaba. El puertorriqueño anunció la propuesta en redes sociales y en apenas quince minutos las carreteras del sur de la isla se colapsaron, llegando a aparecer cientos de personas en la playa donde se encontraba Quiles y provocando daños en el entorno natural.
Al cantar tres canciones, el artista tuvo que pedir a sus seguidores que dejaran de acercarse a la localización debido a la excesiva afluencia de gente: “Que nadie vaya a la playa, llegó mucha gente y mucho tráfico. Revírense. Ya canté lo que iba a cantar. Los quiero, los amo, fue un regalito”. Para entonces, el daño ya estaba hecho.
La Asociación Ecologista Salvar La Tejita ha presentado una denuncia ante la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural alegando que el mini concierto significó un «grave daño medioambiental» para la Reserva Natural de Montaña Roja, que es una zona protegida. Además, en los vídeos que han circulado en redes se ve que algunos asistentes pisotearon varios balancones, una planta protegida y fundamental para la formación y el mantenimiento de las dunas costeras. Salvar La Tejita ha exigido que se proceda a inspeccionar lo ocurrido y que se lleven a cabo las sanciones oportunas para el organizador del concierto, que sería el propio Justin Quiles.