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Baile y emoción, las claves de la segunda jornada del Santander Music

El viernes del Santander Music poco tuvo que ver con lo visto en su primer día. Había muchas más personas, de mayor edad y sí se le dio uso al escenario pequeño, que fue testigo de algunos de los mejores momentos de la noche. Lo de la mayor cantidad de asistentes se notó al instante, ya que en todos los sitios había cola, de lo cual no hubo ni rastro el jueves. Los artistas, siguiendo la dinámica de todo lo demás, tampoco tuvieron nada que ver con los del día anterior.

Grande Amore, el alias musical de Nuno Pico, fue la dosis perfecta de energía para afrontar todo lo que aguardaba. Desde el minuto 1 ya había gente poseída por los sintetizadores y las guitarras distorsionadas y bailando a tope al ritmo de himnos como ‘Perdón por Ser Tan Sexy’ o ‘Esta Pena Que A veces Teño’, la joya de la corona. En la programación, a este le seguía el DJ Don Gonzalo, quien en sus dos apariciones en el mini escenario pinchó desde el ‘Last Nite’ de los Strokes hasta el ‘Transmission’ de Joy Division, pasando por canciones como ‘Spanish Bombs’ de The Clash. Temas de siempre, como nunca los habías escuchado.

Le tocaba el turno a Guitarricadelafuente, uno de los más esperados. Se movió entre lo íntimo, como en ‘Ya mi mama me decía’, y lo grandioso, como en ‘A carta cabal’ y su piano, que de lo lleno que sonaba parecía que estaba producido por Mike Dean. Hasta la pantalla vibraba cuando Álvaro tocaba las teclas. Este ya tenía ganado al público desde el minuto 0, pero aun así, acertadamente cantó ‘Santander la Marinera’ y ya todos nos acabamos de enamorar de él. Naturalmente, terminó con ‘Guantanamera’, pero para mí el highlight fue la canción anterior, cuando los cuatro músicos que le acompañaban se acercaron al borde del escenario para tocarle las palmas en ‘A Mi Manera’, su particular versión del inmortal tema de Sinatra.

The Gulps, los protegidos de Alan McGee, fueron rock sin filtro y non stop con el frontman, Harry All, metiéndose en la piel de Joe Strummer. Incluso físicamente había un parecido. ‘King of the Disco’ fue bailada en todo el recinto. Xoel López, de quien ya se ha hablado una barbaridad, tomó el escenario principal y realizó el concierto más largo de la noche. Xoel demostró una maestría tremenda que solo se gana con los años, en uno de los shows que más disfrutó la gente. Sobre todo, la gente que conocía sus canciones. Quien no le conociese, bien podría haber pensado que era alguien haciendo versiones en español del ‘Graceland’ de Paul Simon.

‘Autocensura’ y ‘La Juventud’ fueron los dos primeros temas del set de Rocío Saiz y de su punzante batería, que casi no dejaba escuchar la voz de la cantante. Esta se vio obligada a ir acelerada, ya que solo disponía de media hora para su show. Si me preguntan a mí, la aprovechó al máximo. Le dio tiempo a hablar sobre el amor libre, el amor tóxico, la libertad sexual y todo lo que quiso. Al son de ‘Como yo te amo’, Rocío se subió a los hombros de su primo (sí, su primo) y llevó a cabo una tradición que lleva efectuando desde hace tres años, que es enseñar las tetas en su set del Santander Music. El ambiente de su show fue magnífico. En resumen, todo el mundo bailó sin preocupaciones. Poco más se puede pedir.

En Jenesaispop hemos hablado todo lo que había que hablar de Alizzz. Es un show que se puede disfrutar perfectamente sin conocer las canciones y que no falla nunca. Además de todo su ‘Tiene que haber algo más’ y ‘Antes de Morirme’, también cantó ‘Un Buen Día’, de los Planetas, como viene haciendo últimamente en todos sus conciertos. Qué decir, Alizzz es un acierto seguro.

A eso de las 3 y pico de la mañana, todavía quedaba muchísima gente en pie para la última actuación de los desenfadados Varry Brava. El público no paró de mover el cuerpo en ningún momento, con temas como ‘No Gires’ o ‘Playa’, y hasta hubo momentos verdaderamente inspiradores. El mayor de estos fue cuando Óscar, el vocalista, contó cómo hace 10 años se les ocurrió la melodía de ‘Calor’, cómo hicieron «mil conciertos en salas donde no nos veía nadie» y cómo 10 años después siguen con la misma melodía, pero en el Santander Music. Esta vez, sí que les estaban viendo.

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Publicado por
Gabriel Cárcoba