Pantha du Prince ha dedicado toda su carrera a representar la naturaleza en su música, asociada siempre a aquello comúnmente llamado por la prensa especializada con el nombre de electrónica con alma. ‘Black Noise’ (2010) se basaba en el concepto de «ruido negro«, ‘Elements of Light‘ (2013) producía luz con campanillas, y ‘Conference of Trees’ (2016) investigaba la vida de los árboles. ‘Garden Gaia’, su nuevo álbum, nos lleva directamente un jardín ideal.
‘Garden Gaia’ es un trabajo de concepto ecológico. El alemán Hendrik Weber lo ha ideado como una representación de la Tierra en forma de «jardín perfectamente funcional». Cuenta que, con él, busca transmitir la idea de que los seres humanos necesitan una mayor conexión con la naturaleza. Insiste en que no es activista «en el sentido que no me ataría a mí mismo a un árbol», y aclara que la reflexión que hace con el disco es que «nosotros creamos este mundo y él nos crea de manera simultánea, por lo que debemos entender que todo lo que está a nuestro alrededor tiene sentimientos».
Weber explica que «el hecho de que seamos capaces de crear más comida de la que necesitamos cuando hay tanta gente muriendo de hambre, significa que no le ponemos el valor que merece a la belleza humana, y que nos enfocamos demasiado en conceptos como el control y la dominación». El productor espera que la música de ‘Garden Gaia’ sea un hilo del que tirar para que el público llegue a este tipo de reflexiones, pero también se conforma con que le haga bailar o le conmueva sin más.
‘Garden Gaia’ a veces hace bailar y a veces conmueve, y el viaje que propone nunca se acerca a ser una revelación, pero sí es agradable. ‘Open Day’ abre con sonidos de selva, cantos de pájaros y gentiles percusiones, creando todo un remanso de paz, y el disco prosigue por lugares más o menos familiares en el repertorio de Pantha du Prince que van de lo esotérico (‘Mother Drum’) a lo ambiental (‘Golden Galactics’) pasando por la cavernosidad de unos Moderat (‘Blume’).
El álbum contiene momentos de gran belleza, como ‘Crystal Volcano’, que incorpora ricas texturas de xilófono a un paisaje intrigante y misterioso, y ‘Liquid Lights’, que arroja destellos de luz a un beat de house, sonando exactamente a lo que promete su título. En otros momentos se hace tan bola como en ‘Alles Fühlt’, y aunque las grabaciones de campo (agua, pájaros) del álbum están bien incorporados, es en el beat garage de ‘Heaven is Where You Are’, con la aportación vocal de Bendik HK, donde el disco despierta después de un periodo adormecido.