Cuando estrenó ‘Halloween’ en 1978, seguramente John Carpenter no imaginaba la fiesta que acabaría siendo la continuidad cronológica de esta saga: aquí podéis ver un ejemplo al que incluso le faltan las dos secuelas de esta última trilogía. Con esto quiero decir que ‘Halloween’ ha terminado varias veces ya, de modo que difícilmente puede ser novedad, pero sí que había expectación con ‘Halloween: El Final (Halloween Ends)’ por ser el cierre a una trilogía que había empezado muy bien y que siguió de forma interesante con la divisiva ‘Halloween Kills’ (a mí me gusta, que diría Thalía Garrido). Pero para ‘Ends’ no cabe el uso de “divisiva”: es un cierre decepcionante, y es una pena porque la idea de la que parte podría haber dado para algo mucho mejor.
David Gordon Green, el director de esta trilogía-reboot, se defendía de las críticas y el más que probable fracaso comercial (empezó como taquillazo, pero la hostia en la siguiente semana ha sido de aúpa) diciendo que quería llevar la mitología a otros lugares, no repetir ‘Halloween’ una y otra vez. Pero el problema no es ése: ahí está ‘Halloween III: Season of the Witch’ como una historia que ni siquiera cuenta con Michael Myers y que, pese a sus detractores, queda como una curiosidad simpática en la saga.
El problema es cómo han llevado a cabo una idea que, sobre el papel, era muy potente. Gordon Green ha citado como influencias elecciones sorprendentes como ‘Christine’, del propio Carpenter, ‘My Bodyguard’ y el slasher de culto ‘Butcher Maker Nighmare Maker’, y declaraba que, si con ‘Kills’ quiso acercar ‘Halloween’ al cine de acción, aquí ha querido llevarla al coming-of-age y a una historia de amor. De nuevo, tan sorprendente como interesante… y, visto el resultado, decepcionante.
Es complicado explicar por qué sin entrar en spoilers, pero sí podemos decir que, para ser seguramente la última entrega en la que Jamie Lee Curtis asuma un papel protagonista, aquí no es que tenga mucho protagonismo. Ni ella ni Michael Myers. Este experimento podría haberse hecho en un stand-alone, o incluso en «Kills», pero quizás no era la mejor idea hacerlo en el final de la trilogía: perjudica el rol de Jamie Lee Curtis, y perjudica también el rol que se intenta hacer con Rohan Campbell (que desde luego pone de su parte) y Andi Matichak. En su intento de que el leit-motiv sea “el mal no muere, solo cambia de forma”, Gordon Green descuida el origen de ese “mal”, que se siente más forzado que cierto giro de Daenerys Targaryen. Le hace falta más tiempo de cocción, o al menos más detonantes (¿el “detonante” mayor parece ser pinchar una rueda? ¿en serio?).
Paradójicamente, ‘Halloween Ends’ sí cuenta con un buen inicio y final (que suene ‘Don’t Fear the Reaper’ ayuda), pero no es suficiente para dejar un buen sabor de boca, y desde luego tampoco deja buenas perspectivas en el horizonte de cara al remake-trilogía de ‘El Exorcista’ que prepara también el tándem Blumhouse & David Gordon Green. Hay momentos de lucidez, como ese “si dejas pasar esto, te va a hacer sentirte mal, incluso aunque pienses que no”, que refuerzan la teoría de que, planteada de otra manera, ‘Halloween Ends’ podría haber sido la mejor de la trilogía. En cambio, ahora lo mejor que se puede decir de ella es que partía de una idea interesante y que, al menos, no es la pésima ‘Halloween Resurrection’.