‘BBO’ es la última gran sensación del rap español. Hace unas semanas ya hablábamos de cómo los valencianos Hoke y Louis Amoeba habían conseguido colarse en el número 4 de los discos más vendidos en España sin campaña de marketing y sin discográfica, simplemente con la ciencia de «tratar de no ser nadie», tal y como entona Hoke en ‘TT’ («Tú llevas la cadena fuera por el centro y dentro por las afueras / Yo trato de no ser nadie, es la única manera»).
Hoke y Amoeba, MC y productor respectivamente, han construido un «speedrun album» de 26 minutos de duración de un apartado conceptual y una firmeza que muchos discos de una hora deberían envidiar. Hoke equipara la vida de un drug dealer y fumador de porros con las Olimpiadas a todos los niveles imaginables. Desde el propio título ‘BBO’, que es una representación visual de los cinco anillos olímpicos; hasta el contenido lírico, como la línea que abre el álbum («Corto la cinta de la meta, atleta / En las ocho calles de siempre dando vueltas»); Hoke hace uso de sus ingeniosas rimas, interminables flows y extraordinaria técnica para quedarse siempre en el margen conceptual del disco, haciendo que la escucha sea a la vez cercana e inspiradora.
La versátil y reconocible producción de Louis Amoeba, por supuesto, es el otro gran punto fuerte. ‘BBO’ tiene su origen en el rap tradicional, pero va mucho más allá, moviéndose entre lo clásico y lo digital. Amoeba despliega beats influenciados por el drill y el trap como en ‘Olympique’, boom bap clásico con toques modernos como en ‘Desamparados’ y temas totalmente basados en el sampleo, como ‘Medallones’, una canción tan adictiva como el terpeno al que se refiere Hoke constantemente y que incluye una simpática referencia al clásico ‘Illmatic’ de Nas («Yo no duermo / Dormirse es primo de estar muerto»).
Los valencianos también saben muy bien de quien rodearse. Ébano, con quien ya trabajó Amoeba hace dos años en ‘Last 2 People on Earth’, es considerado ampliamente como uno de los mejores MCs españoles actualmente y está presente en dos canciones, siendo el único invitado que repite. Por otro lado, tenemos a los madrileños Ergo Pro e Ill Pekeño que, junto con el propio Hoke, representan el emocionante y prometedor futuro del rap en España. Además, muchos conocieron al valenciano a través de ellos, cuando colaboró el año pasado en su tema ‘Calle Cortada’ y soltó simplemente el mejor verso del año («Valencia, nazis en estadios de fútbol / Y nazis de uniforme en el cambio de turno»). El canario Cruz Cafuné es el cuarto invitado de ‘BBO’ y, pese a que normalmente cumple, creo que nunca podré quitarme de la cabeza una de sus líneas en ‘Jjjj’ («Me quito pelos del coño de la lengua como el tabaco cuando fumo mora»).
En el artículo que subimos explicando el éxito en listas de ‘BBO’ también cubríamos el fanatismo que había invadido las redes tras la salida del disco, endiosando a Hoke a niveles de Olimpo. No diría que ‘BBO’ es una obra maestra, simplemente porque es el primer proyecto «largo» de este MC, y ponerlo ya a estos niveles es menospreciar lo que Hoke nos depara para el futuro. Este afirma en ‘TT’ que «como el marroquí, subí de precio en 2020», pero no es nada comparado con lo que se ha consolidado su nombre este año. No sé si es «el mejor disco de rap nacional en los últimos años de largo», tal y como apuntaba un usuario en nuestros comentarios, pero sí sé que es algo más importante que eso. Muchos discos consiguen el favor de la crítica -‘BBO’ entre ellos- pero lo difícil de verdad es dejar marca en la cultura. Solo por la gran repercusión que ha tenido ‘BBO’ para el rap en España, pese a no ser pionero, estoy seguro de que pondrá a muchos jóvenes, y no tan jóvenes, a rapear. Al fin y al cabo, «BBO es para los niños que van de mayores».