Skullcrusher es el alias de Helen Ballentine, cantante y compositora neoyorquina que, tras darse a conocer hace unos pocos años gracias a varios singles y epés, acaba de publicar su álbum debut. ‘Quiet the Room‘ es el Disco de la Semana.
Al contrario de lo que da a entender su nombre artístico, Skullcrusher no hace metal sino folk y su sonido gótico y etéreo está empezando a generar un pequeño culto alrededor de la artista. Te gustará si te gusta Nick Drake (al que dedica una vieja canción) pero también Elliott Smith, Big Thief, Marissa Nadler o la faceta más folk de Grouper, Eartheater o Ethel Cain.
En un trabajo tan cohesivo como ‘Quiet the Room’ importa más el todo que las pistas individuales. No obstante, ‘Whatever Fits Together’ es un punto de partida ideal para entrar en su mágico mundo, un single evidente por la fuerza de su base instrumental, en la que la guitarra acústica marca el camino acompañada por un ritmo de percusión y un banjo. En ‘Whatever Fits Together’, la influencia del country es notoria, pero Skullcrusher nos eleva del suelo gracias a su ensoñadora melodía vocal, más cercana al dream-pop.
La obra de Skullcrusher está marcada por la nostalgia, y ‘Whatever Fits Together’ es cristalina en este sentido: el sonido de la canción evoca recuerdos maravillosos del pasado, teñidos de color sepia, que se mueven a cámara lenta. En estos recuerdos, Skullcrusher abandona su hogar: «me fui de casa en verano, lloré en las escaleras, abracé a mi hermano», canta.
Lo que ocurre a continuación es pura incertidumbre: «pensé que sabía lo que quería, pero nunca fue así». Helen parece dirigirse hacia un futuro incierto y, atormentada por «palabras en mi cabeza que aún no se han dicho», se da un baño cálido y se reconforta en la nostalgia.