Música

La bonita historia de la colaboración de Florence y Ethel Cain

Florence + the Machine ha estrenado estos días un directo de su canción ‘Morning Elvis’, la que cierra su excelente disco ‘Dance Fever‘, con la compañía de Ethel Cain, una de las revelaciones musicales del año. El directo tuvo lugar hace unos meses en Denver, donde Ethel ejerció de telonera de Florence, lo cual tiene más miga de lo que pueda parecer.

Florence es «la única mujer a la que he idolatrado en mi vida», en palabras de Hayden Anhedönia, quien ha llegado a declarar que se dedica a la música específicamente desde que empezó a escuchar a Florence y se quedó prendada de su obra. No hace tanto, fue Florence quien descubrió ‘Preacher’s Daughter‘, el debut de Ethel Cain, y compartió en Instagram que estaba «enamorada del disco». Después invitó a Ethel a irse de viaje juntas a visitar casas encantadas.

No sabemos si ese viaje tuvo lugar, pero el encuentro de Florence y Ethel sobre el escenario ha dejado una estampa icónica, la de ellas cantando juntas frente a frente, reconfortadas la una con la otra, que se ha reproducido en la portada del directo de ‘Morning Elvis’ con una estética de terror. Sin embargo, dicha estampa tiene otra historia detrás.

Ethel es tan fan de Florence que, en 2018, llegó a pasar «27 horas» en las afueras de un estadio para verla en primera fila, durante la gira de ‘High as Hope

‘. Hayden, cuando aún no era conocida, consiguió que Florence, en uno de sus momentos de predicadora del amor, se acercara a ella y cantara una canción precisamente en esa misma pose, cogiéndole las manos. La foto de ese momento existe y hoy tiene un significado especial.

El directo de ‘Morning Elvis’ demuestra que la complicidad de Florence y Ethel se traslada también a nivel musical. Incluso Florence reconoce que Ethel está empezando a influirle a nivel creativo. «Cuando Hayden canta esta canción, hace que realmente parezca que es suya, dándole esa energía fuera de la ley, como las brujas del Salvaje Oeste», explica. «Incluso le lancé más líneas ese día porque su tono y cadencia eran tan perfectos que quería escuchar más. Y no se perdió en ninguno de sus versos, incluso habiendo ensayado tan solo una hora. Realmente creo que he encontrado un alma gemela estética y artísticamente. Y ahora, en cada show, canto Morning Elvis con una inflexión previa a Ethel Cain».


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Publicado por
Jordi Bardají