Entre los lanzamientos que nos dejaban los primeros días de enero se encuentra uno que no habíamos visto venir. O sí. Peter Gabriel lanzaba ‘Panopticom’, su primer single desde 2016, casi por sorpresa. Se esperaba a la primera «luna llena» de 2023, y es el primer adelanto de ‘i/o’, el disco que anunció en agosto… de 2002. ‘Up’, su disco de aquel año, iba a conocer una continuación muy pronto, pero esta nunca se ha materializado.
En todo este tiempo, Gabriel ha realizado giras solo -aunque no con Genesis- y ha publicado varios singles sueltos y un recopilatorio. ‘i/o’ saldrá finalmente en 2023 y lo hará por partes, guiado por el calendario de lunas llenas del año (Full Moon Club es el nombre de su club de fans). Así, cabe esperar nuevos estrenos de Gabriel el 5 de febrero, el 7 de marzo, el 6 de abril, el 5 de mayo… ¿hasta llegar al 26 de diciembre? Esperemos que no.
De momento, ‘Panopticom’ supone un buen regreso de Peter Gabriel a la actualidad musical, aunque con matices. La melodía es maravillosamente dramática, y el desarrollo de la canción, con sus tensiones y sus explosiones, y con Brian Eno al sintetizador, está bien resuelto. El problema es lo anacrónico que suena todo, especialmente la producción y la instrumentación, con esas baterías y percusiones electrónicas sacadas directamente de los 90. Escuchar ‘Panopticom’ se parece a viajar a otra era del pop.
‘Panopticom’ esconde una interesante idea detrás: el «panóptico» («panopticon» en inglés) es un tipo de arquitectura carcelaria creada en el siglo XVIII, pero Gabriel cambia la letra de la última sílaba de la palabra y crea el «Panopticom», una especie de «ojo global» que recopila información de los seres humanos y al que todo el mundo puede acceder. Una especie de Wikipedia física, expansible y accesible globalmente (o algo así) que tiene como propósito «permitir que el mundo se vea mejor a sí mismo y entienda mejor todo lo que está ocurriendo».
Y lo que está ocurriendo no es otra cosa que el cambio climático. El disco de Gabriel versará sobre la «capacidad del ser humano de destruir su propio planeta», porque «a menos que encontremos nuevas maneras de conectar de nuevo con la naturaleza y con el Mundo que nos ha visto nacer, vamos a perder mucho». Por eso, Gabriel quiere que cada luna llena echemos la cabeza al cielo… y escuchemos su nueva música.