Discos

Omar Montes / Quejíos de un Maleante

En noviembre de 2022 el flamenco vivió una revolución total y no lo sabíamos. A algunos les habrá venido a la cabeza el lanzamiento de ‘Flamenco. Mausoleo de Celebración, Amor y Muerte’ de Niño de Elche, pero no es exactamente a lo que me refiero. Una semana después de la salida de este, Omar Montes lanzaba su segundo disco, ‘Quejíos de un Maleante’, con esperanzas de convertirlo en “un movimiento” y de que “se estudie dentro de 50 años”, tal y como comentó al diario El Mundo.

Dentro de 50 años, veremos si las ambiciones de Montes se hacen realidad. De momento, el exreggaetonero, a diferencia de Niño de Elche, parece que tiene de su parte a los puristas: “Muchos de ellos me han dicho que es el mejor disco que se ha hecho hasta la fecha y otros me han dicho que es que no se lo pueden creer que de mí venga esa obra de arte y que va a revolucionar el flamenco”, declaró Omar a Zona Pop CNN. Lo de la revolución no lo digo yo, lo dicen los puristas.

Teniendo en cuenta la amplia influencia de Omar Montes en la actualidad, ‘Quejíos de un Maleante’ no parece haber tenido una gran acogida por parte del público, debutando en el número 23 de la lista de Discos España y siendo superado en ventas en su semana de salida por reediciones de Ilegales, Víctor Manuel y The Cure. Aparte de los singles ‘La Llama del Amor’ (el mayor éxito del disco), ‘Una y Mil Veces’ y ‘Patio de la Cárcel’, que cuentan con millones de escuchas, ninguna de las demás canciones supera el medio millón de reproducciones en Spotify.

Y yo me pregunto, si iconos del flamenco de la talla de Farruquito, Duquende, Estrella Morente, Juan José Suárez “Paquete” o Capullo de Jerez han confiado tan profundamente en Omar Montes para este disco, ¿por qué el de Pan Bendito no es igual de respetado por el público?

Omar ha conseguido que Duquende, cantaor oficial de Paco de Lucía y a quien Camarón de la Isla le tocó la guitarra con tan solo 8 años, cante sobre un riff a lo ‘Lose Yourself’ con hi-hats a doble tiempo en ‘Metío en un Lío’. Esto no es moco de pavo. Por no hablar del surrealista final de ‘No Tengo Cura’, en el que Capullo de Jerez nos canta qué ocurrió en “el pedimento” con una base a medio camino entre el trap de Atlanta y el drill. Y ya está. Tal y como apunta el Tito Capu al principio del tema: “Señores, que esto es un Grammy”.

Más allá todavía, en este disco hay una canción con Malú. Ella no tiene la culpa, pero ha dado la casualidad de que además es el peor corte del proyecto. Simplemente, por lo genérica que es, aunque hay un breve solo de flauta que salva totalmente la canción. La intervención de Malú no tiene nada de especial. ¿Por qué está en un proyecto de Omar Montes? Porque al de ‘Alocao’ le gustaba «su flow».

Ahora bien, ¿qué es lo peor de ‘Quejíos de un Maleante’? Pues lo peor es que mola. Tengo la sensación de que Omar Montes suele ser objeto de ligera burla o mofa, ya sea por sus formas o su pasado en la farándula televisiva, y no se le suele tomar en serio en cuanto a su producción musical. Incluso en esta crítica ha habido una pizca de ello. Obviamente, ‘Quejíos de un Maleante’ no es la revolución a la que aspiraba Montes, pero si no te adentras en un proyecto con esa mentalidad, ¿para qué lo haces?

‘Bulería de los Maleantes’ se trata de la canción más tradicional del proyecto, pero destaca porque la letra sigue recordándote muy eficazmente que esto es un disco de Omar Montes, el hombre que alcanzó la fama a través de canciones como ‘La rubia’ o ‘Prendío’, y por tanto, es normal que las bulerías que canta él no traten los mismos temas que las que cantaba Camarón («Un vestido de Versace le compré pa’ mi concierto»).

En la singular ‘Placa Alemana’ encontramos la mejor mezcla de producción moderna con flamenco clásico, traído por la heladora y magnífica voz de Israel Fernández. Por otro lado, ‘Armadura de Cartier’ incluye las mejores letras del LP, adornadas con un distorsionado riff digital que aumenta la tensión considerablemente, hasta que esta se libera totalmente en lo pegadizo del estribillo («Pa’ los malos tiempos una Armadura de Cartier, no toda mi fortuna tiene forma de papel»).

En cuanto a ‘La Llama del Amor’, ‘Una y Mil Veces’ y ‘Patio de la Cárcel’ -la cual trae de vuelta la letra de ‘Patio de Godella’- no extraña que sean los éxitos del disco, ya que suenan exactamente a eso, y no tiene absolutamente nada de malo. Le pese a quien le pese, ‘Quejíos de un Maleante’ es un álbum bastante decente, sobre todo si disfrutas de los extremos más pop de la fusión flamenca.

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Publicado por
Gabriel Cárcoba
Tags: omar montes