Marilyn Manson ha recibido una nueva demanda por agresión sexual, esta vez supuestamente cometida a comienzos de los 90 a una menor de 16 años, en la época en la que el cantante estaba despegando su carrera musical. Las discográficas en las que estaba firmado Brian Warner, su nombre real, por aquel entonces también figuran en la demanda, alegando negligencia y complicidad ante los abusos «en múltiples ocasiones» del músico a la menor, nombrada en la demanda como Jane Doe.
Según narra el documento legal, Doe y otra menor esperaron el autobús de Manson tras un concierto en Dallas en 1995. El músico las invitó al vehículo, donde les preguntó su edad, curso escolar en el que estaban, sus direcciones y sus números de teléfono: «Mientras se encontraba en el autobús de la gira, el acusado Warner cometió varios actos de conducta sexual delictiva sobre la demandante, que era virgen en ese momento, incluyendo, entre otros, cópula forzada y penetración vaginal», cuenta la demanda.
Tras agredir sexualmente a la menor, el acusado «se rio de ella» y la ordenó marcharse del autobús. Al parecer, este la amenazó asegurando que si se lo contaba a alguien, «la mataría a ella y a su familia». Sobre Interscope y Nothing Records, los sellos en los que estaba firmado Manson, se especifica que no solo conocían «las obsesiones pedófilas y los comportamientos violentos del demandado», sino que eran «celebrados y promovidos para su beneficio económico colectivo».
La demanda también sostiene que cuatro años después de la primera agresión, en 1999, «el acusado perpetuó su conducta inapropiada durante al menos cuatro semanas» con la misma víctima, en ese momento de 19 años. Como resultado, en el documento se establece que Doe ha sufrido daños físicos y psicológicos, entre los que se incluyen «vergüenza y culpa, pérdida de capacidad económica y estrés emocional», que eventualmente derivaron en el abuso de drogas.