Entrevistas

Natalia Lafourcade: «Con este disco quería desgarrar a la música»

De todas las flores‘ fue uno de los Mejores Discos de 2022. Aunque editado a finales de octubre, tuvo tiempo de colarse en un puñado de listas recopilatorias con lo mejor del año para la prensa musical. Ahora Natalia Lafourcade está en España para conceder una serie de entrevistas a los periodistas del país, tras un paso por los Goya en homenaje a Carlos Saura, en cierta medida controvertido.

Le pregunto sobre ello en las descomunales oficinas de Sony del Paseo de la Castellana, en un set preparado ad hoc en el que contrastan la imagen del disco -más tradicional y artística- y la que da en persona -más moderna-. Pero sobre todo charlamos sobre tan formidable trabajo, próximo al jazz pero no ajeno a la música tradicional latinoamericana. Tildado en principio como disco de ruptura, ha mostrado después una mayor complejidad en todos los aspectos. Natalia me atiende aún ilusionada con el proyecto, nada parca en palabras, con muchas ganas de charlar. Le entrego un ejemplar del Anuario de JENESAISPOP en que aparece por partida doble (Discos y Canciones) y asegura que le encanta. Ni después de 3 Grammys y una docena de Grammys Latinos, parece darle igual este humilde reconocimiento.

El single ‘De todas las flores’ habla de Madrid, ¿qué significa para ti estar aquí?
Amo esta ciudad, amo venir. Son pocas las ciudades donde podría vivir, pero aquí podría estar un ratito muy alegre. Las calles, la comida, la gente… la disfruto mucho. Tengo muchas memorias. «En las calles de Madrid borrachos fuimos sin un rumbo fijo»…

¿A qué calles concretas te refieres en esa letra?
Las calles no te las puedo decir porque las veía dobles (risas) He pasado momentos importantes en esta ciudad. Mucha amistad, mucha música, mucha creatividad. Cuando hice ‘Mujer Divina’, el homenaje a Agustín Lara, estuve trabajando en un sitio que tiene Jorge Drexler en Chueca. Era el Orgullo y fue increíble, como una película. Tratamos de encontrar el universo Agustín Lara dentro de nuestra propia música. Recuerdo salir, nuestros respiros, el Retiro… También en mis inicios de la música vine mucho yo sola con la guitarra, tocando en el Café Berlín… ‘De todas las flores’ es de las canciones más viejas del disco. Es una película, relata una historia de amor. La canción lleva toda la agonía del momento de la fractura, digamos que borroso, nocturno. Ese instante. Le tengo cariño, está llena de cariño. Las metáforas dicen muchas cosas escondidas. Se puede entender que habla de mi ser y otra persona, pero también se puede ver de fuera como una película. Me gustó mucho el resultado.

Para nosotros es una bossa, por lo cual es curioso que hable de Madrid. En Madrid oímos una bossa y pensamos en Brasil. ¿Este es un disco muy «viajado»?
Yo la asocio a mi mundo interior. Al todo de este disco le digo «Diario musical». Volver a mi jardín interior. Es revisitar mis propias herramientas. Mi forma de trabajar con la música ni yo misma la entiendo. Teóricamente no te puedo decir qué hago, por qué le pongo una nota al acorde. Hay acordes que suenan más alegres y hay que buscarles algo para que tengan esa tinta melancólica. El compás al final de ‘De todas las flores’ es irregular y eso tiene que ver con la agonía del amor. Quería probar y no tener miedo. No ser condescendiente con lo que era obvio de hacer, o con la inercia de lo que en mi carrera venía sucediendo. Mi productor Adán Jodorowsky me pidió playlists de referencias y le dije que no tenía. Quería ver qué emergía de las propias canciones, no aferrarnos a una referencia ya puesta. Está la música brasileña, el jazz, la música tradicional con el bolero…

Quizá de tanto oír reggaetón, trap, drum&bass… cada vez te entiendo más como una artista de jazz. Además, grabando en directo, usando una toma… ¿Tú lo entiendes también así?
No sé si de jazz, pero es un género que amo. Hay discos de jazz que amo, que me acompañaron mucho en el proceso. ‘Kind of Blue’, John Coltrane… Llegué a vivir a Veracruz hace 3 años, cerca de Xalapa. Yo no sabía que, al haber escuelas, hay mucha comunidad de jazz, de son jarocho. Es rarísimo que hubiera un buen nivel de jazz en mi pueblo, y encontrar eso fue maravilloso. Cuando la pandemia empezó a bajar, empecé a encontrarme gente tocando a Charlie Parker, unos compañeros trajeron ‘A Love Supreme’ a mi casa, muy buenos músicos. Fue una fuerte influencia en «Todas las Flores». Me hizo querer probar cosas que pasan en esos discos, ‘Kind of Blue’, discos de Nina Simone… y me he aventado a hacerlo. Todos los músicos tocando al mismo tiempo, el reto de tocar sin haber ensayado tanto, sin tener un clic, sin saber dónde nos va a llevar la canción… El disco tiene estructura muy marcada pero hubo partes de improvisación. Por eso son tan largas las canciones, porque hay algo de «quién va a acabar la canción» (risas).

¿Ha sido difícil estructurarlo? Porque todas las canciones me parecen bien como para cerrar, como ‘Pajarito Colibrí’, pero claro, no todas las canciones pueden cerrar. Igual es porque no tengo ni idea de jazz.
No te preocupes, ¡yo no entiendo ni un carajo! (risas) En este disco probé a hacer una cosa que nunca había hecho: grabar un disco en el orden en el que va a quedar. Traté de hacer un mapa de los tiempos en que fui componiendo. Las canciones las fui haciendo desde 2018 hasta recientemente. Es un diario que tiene una línea y que va marcando ciertos momentos. «Pajarito», «Lugar correcto»… se hicieron en otro momento en que yo estaba mucho más entera. Quise que el disco fuera un mapa redondo donde en las canciones se siente una fractura, una muerte, se va a un espacio muy oscuro y después se va encontrando la luz. La grabación era cavar ese túnel ya con los músicos.

Eso nos ayudó a entender que el disco no podía empezar muy arriba. ‘De todas las flores’ podía haber sido más uptempo, incluso una salsa, pero la queríamos dejar abajo, en un lugar de estar triste. Luego se construye el humor, como en «Lugar Correcto», que es justo después de ‘Llévame viento’, un tema en que no se sabe dónde cae uno… Pero todo va tomando forma, hasta que llega ‘Canta la arena’, que es una gozadera tropical veracruzana, que le compuse a mi mar, donde me sentía muy plena, y muestra todas las etapas.

Al principio leí que era un disco post-ruptura. Ahora mismo suena un poco reduccionista. Es más complejo, por lo que dices, y tiene un orden.
Sí, tiene un orden y un desorden, que era importante plantear. Hay una deconstrucción con Adán, quisimos hacer una catarsis. Primero grabamos la base, luego metimos los músicos en otro track para que hicieran los coros. Y luego lo mandamos todo al carajo. Nos pusimos todo a gritar. Hay un encuentro entre los vientos. Creamos una jungla musical donde hay un desorden absoluto. Quería desgarrar la música, no quería que los tracks quedaran muy bonitos. Eso pasa en el jazz, en el free jazz, se permiten esas cosas.

He escuchado el podcast que has hecho sobre el disco. Bueno, parte de él, porque son como 4 horas…
¡6 horas! Quedan capítulos por salir. Son 12 en total.

«No quiero volver a hacer un podcast, prefiero la música, pero qué bueno que lo hice»

Después de 6 horas de podcast, ¿no te has cansado de hablar de este disco?
La verdad, sí (risas) Pero yo no sabía lo que iba a implicar hacer el podcast. Lo que quería era encontrar mi propia forma de contar la historia, contestar las preguntas que yo quería contestar, no para los demás, sino para mí misma. Algo de mí misma necesitaba entender de mis propios procesos, a tal grado de decir: «ya no necesito más explicaciones». Pasaron tantos años para hacer un disco propio y luego fue tan difícil revisitar esos espacios, que yo decía: «¿cómo voy a explicar esto?». Ni yo misma me entendía. Pero gracias al podcast y preguntando a otras personas que aparecen, como Leiva, Sílvia Pérez Cruz, Silvana Estrada, mi madre, mi pareja… Hubo tantas charlas existencialistas, que tienen que ver con mi mundo… La verdad, no sabía lo denso que se iba a poner, pero ya que estaba metida, tenía que terminar los 12 capítulos (risas) Le entregamos mucho tiempo. No quiero volver a hacerlo, prefiero la música, pero qué bueno que lo hice porque así tengo un mapa de mis propios procesos. Me puedo recordar ciertas cosas que me va a venir bien no olvidarlas.

Una de las cosas que cuentas en el podcast y que repites en las entrevistas es que fue un amigo quien te dijo que tenías que hacer ya un disco de composiciones propias. ¿De verdad no sale de ti hacer un disco escrito por ti en tantísimos años?
Tuvo que venir un amigo, y no cualquiera, porque a este le admiro muchísimo. Qué proactividad, qué padres sus películas… Y que te diga «a mí no me da nada lo que me estás enseñando, tú deberías volver a lo tuyo». Pero agradezco esa honestidad, luego me di cuenta de que muchos a mi alrededor veían eso, pero no me lo habían dicho.

¿Para ti es igual de importante un disco de versiones que uno propio?
Es que yo estaba muy feliz haciéndolo, y cuando Alonso me hizo este comentario, me hizo generar este silencio. Además fue un mensaje de voz, ni me llamó, qué flojera: «enséñame tu música, qué tienes para decir». Pisó el botón rojo. Me dejó 3 semanas pensando y vino un momento de reflexión de «¿cuántos años han pasado?». Yo no tenía presente tener canciones, creía que tenía 1 o 2. Pero hice un mapa, volví atrás en mi vida, y encontré encapsuladas canciones de la gira, del backstage… algunas ni me acordaba de que las había hecho.

En uno de los nuevos temas cantas «No me importa si eres hombre o si eres mujer». ¿Estás concienciada con el no binarismo, a la androginia…?
¡Sí! Este momento que atravesamos como humanidad, qué interesante… me pregunto cómo será en 30 años. Espero estar viva y poderlo ver. Estamos en una época muy interesante. En mi caso conecto mucho con la parte del alma, de que estamos aquí experimentando la vida. Que la gente haga lo que quiera. Ponte un disfraz. Píntate. Hazte, deshazte. Sé. Explora. Sé lo que quieres ser. Por eso ‘Pajarito Colibrí’ habla de eso y es tan sencilla y profunda. ¡Que tu alma salga de la jaula! Permítete liberarte y ser feliz. Ojalá como humanidad, en unos añitos, podamos vernos reflejados en esa libertad y respetar la libertad del otro, mientras no hagas tanto daño a otras personas.

¿Por qué este tema es tan importante para ti? No lo había entendido como algo esencial en el disco.
Tampoco es que ponga el dedo en ese tema. Es que no es un tema para mí. Que cada quien sea lo que tenga que ser. Creo que fue muy interesante ver cómo llegó al disco esta canción. ‘Mi manera de querer’ es muy sencilla, no tiene filtro, no tiene maquillaje, no tiene demasiado más. «Yo te voy a querer así». En este tiempo me he preocupado de conectar con otros seres humanos. Hoy en día es muy difícil lograr esa conexión, pero tampoco es imposible. En mi caso fue conectar con muchos tipos de personas diferentes. Esta canción me vino a enseñar lo simple del amor. En esa canción entrevistamos a muchas personas acerca del amor. Preguntábamos qué es el amor, cómo te gusta que te quieran…. a niños, a mayores, hay de todo. Escuchar las respuestas es muy hermoso. Hay desde el entendimiento del amor como una pareja, o el amor expandido en los dulces, en jugar, en los amigos, en los días alegres… Mil cantidades de formas de amor. Eso es lo que la canción me vino a enseñar a mí. El amor es muy simple, no debería costar tanto.

«No conocía el trabajo de Carlos Saura, pero esto me ha hecho acercarme a su mundo. Ha sido un regalo»

¿Ha sido una buena experiencia actuar en los Goya?
Feliz de que me inviten. Cuando hablamos de Carlos Saura, y de ‘Porque te vas’, las posibilidades eran tantas… y me invitaron a mí, una mexciana que vengo de otra cultura. La Academia nos ha tratado con tanto amor, con tanto cariño. Me sentí muy bien recibida y muy afortunada. Carlos Saura es un hombre al que admiro mucho. Yo no conocía su trabajo, soy muy despistada, vivo dentro de un árbol, tengo mala memoria. Y esto me hizo acercarme a su mundo. Me hizo ver películas, documentales, entender el personaje. Ha sido un regalo no solo estar en los Goya, sino poder conocer su arte.

A Jeanette le ha dado rabia no cantar ella.
Claro, es que por supuesto. Debería ser la misma Jeanette, yo misma lo pensaba. Así que me sentí muy afortunada.

A quien sí conoces es a Almodóvar, que aparece en tu podcast como una influencia en tu música. Yo descubrí a La Lupe por sus películas, pero supongo que para ti es otra cosa. ¿Qué te aporta?
Es muy español, tiene un humor muy español. Eso es maravilloso. Me gustan muchas cosas que hace, pero si pudiera decir una, sería la parte humana. Lo entrañable de los personajes, de sus diálogos, la construcción de las historias. Su cadencia, ritmo, sensibilidad. Esa es la parte que más me gusta.

¿Alguna película en particular de Saura o Almodóvar que te haya gustado?
Ha sido muy bonito con Carlos Saura, en ‘Cría cuervos’ descubrir la sutileza, la profundidad, qué se dice, que no se dice. ‘Flamenco’, ‘Carmen’… se me hace una belleza. Cómo utiliza la música… De ver sus películas entiendo tantas otras cosas que he visto después… Estaba ahí marcando una línea. ‘Bodas de sangre’. Maravilloso, junta fotografía, expresión corporal…

Respecto a Almodóvar, ¿eres más de comedia ochentera o de ‘Volver’?
‘Volver’ me encanta, ‘Hable con ella’, el corto con Tilda Swinton. Hay muchas. ‘Todo sobre mi madre’… Se me hace una belleza. De conocer a Carlos me pasó que dije «cómo lo conocí tan tarde, ¡me hubiera encantado trabajar con ese señor!».

Estás a tiempo de hacer algo con Almodóvar.
Pues ojalá me agarre. ¡Si ya agarró a Chavelita, que me agarre a mí!

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Publicado por
Sebas E. Alonso