Formados en 1999, The Knife no programaron ningún concierto hasta 2005. Eso significa que los dos primeros discos los grabaron por el placer de crear música que les gustase, de defender sus ideales, de propagar un mensaje. Sin ánimo de lucro. Si más tarde dejarían que canciones como ‘Heartbeats’ fueran retomadas por José González -en una versión 4 veces más famosa que la suya- y utilizadas en anuncios de televisión, sería únicamente para fortalecerse lo suficiente para crear su propia compañía discográfica.
Contarían más adelante: «Nunca habíamos vendido ninguna de nuestras grabaciones para anuncios, así que fue muy duro para nosotros. No nos hacía sentir bien, pero se nos planteó cuando estábamos grabando ‘Silent Shout’ (2006) y no teníamos dinero ni nada, así que hizo que fuera posible seguir trabajando en ese disco, en los vídeos y en el show en directo. Hizo posibles muchas cosas, pero a su vez, era dinero sucio».
Los hermanos Olof y Karin Dreijer, hoy conocida como Fever Ray, ofrecían en aquel segundo álbum ‘Deep Cuts’ (2003) su primera gran obra, tras un álbum de debut homónimo (2001) más rudimentario, que tan sólo llegó a vender 1.000 copias en Suecia. Antes de su obra maestra, el mencionado ‘Silent Shout’, su uso de sintetizadores ya se había perfeccionado, contradiciendo la teoría de que Escandinavia es un lugar gélido. Sumaron riffs tropicales, melodías cálidas y sonidos tribales. Su primera canción insignia, aquella ‘Heartbeats’, podríamos considerarla un precedente de ‘Lean On‘, pues ese es el verbo más sonoro de su estribillo.
El objetivo de llegar a una audiencia era claro. En este caso, nada por lo que sentirse culpables. Expresamente no querían hacer música experimental para las elites, algo que dejarían para más adelante en el confuso ‘Shaking the Habitual’ (2013). Pero en 2003 este era su pensamiento según Olof: “me gustaba la idea de meter en el mismo pack ideas socialistas y feministas en un formato pop, porque creo en esa estrategia. No creo que sea una buena idea hacer música experimental que solo una elite entienda”. Estas palabras aparecen en la biografía oficial de theknife.net, donde se describe ‘Deep Cuts’ como “un Caballo de Troya pop que sueña con la revolución”.
Incluso más accesible que ‘Heartbeats’ suena hoy gracias a la moda tropical ‘Pass This On’, una canción que juega con las expectativas de lo que vas a oír en su gancho instrumental, con un par de notas que aparecen y desaparecen en las numerosas repeticiones, generando una adicción en sintonía con su letra obsesiva. «Amo a tu hermano (…) ¿Ha mencionado mi edad o le gustan más las chicas jóvenes con el pelo teñido de negro?», pregunta de manera «creepy». Y es que, como sucedía en ‘Heartbeats’, las letras son sencillas, propias de una persona cuya lengua materna no es el inglés, pero plantean torsiones turbadoras.
Mención especial merece su vídeo LGTB+, protagonizado por Rickard Engfors, directa y abiertamente inspirado por Pedro Almodóvar. En concreto por ‘Tacones lejanos’, y más en concreto todavía por Miguel Bosé sobre la voz de Luz Casal. Contaba Karen, que siempre ha dicho que le inspira más el cine que otros músicos: “en el verano de 2003 estaba viendo muchas pelis de Almodóvar y su película ‘Tacones lejanos’ enseñaba a una drag cantando una canción. Vi a una performer sueca, Rickard Engfors, y pensé que sería increíble si ella pudiera cantar nuestra canción”. Expresamente, le pidieron al director Johan Renck que imitara la película de Pedro, aportando Renck también sus propias ideas y elenco.
Los planteamientos retorcidos de ‘Pass This On’ son uno de los fuertes del álbum. A menudo la voz de Karin está distorsionada con la intención de retratar, o más bien parodiar, a diferentes personajes. Si bien hay un par de letras abiertas a la ambigüedad, los ejemplos más palmarios serían los temas por debajo de 1 minuto. ‘The Cop’ plantea de manera basta: «soy un poli, cállate, me meo en tu boca». Y la final ‘Hangin’ Out’ es un canto clarísimo contra el patriarcado, años antes de que los conciertos de The Knife se transformen en un espectáculo en playback de carácter queer, que en su momento escandalizó a todo el Primavera Sound. Dice su letra: «me saco la polla de los pantalones, para apuntar hacia lo que quiero (…) soy el cabecilla de un pequeño negocio, que emplea solo a viejos amigos como yo».
De manera significativa, este es el cierre de ‘Deep Cuts’ antes de que, a día de hoy, aparezcan 3 interesantes bonus tracks, a destacar el muy New Order y divertido ‘Handy Man’. El synth-pop de los 80 estaba siendo una influencia capital en el grupo, pese a que entre sus grupos favoritos apareciesen en verdad Sonic Youth, Kate Bush, Le Tigre y Siouxsie (nótese que solo hablan de bandas con mujeres o artistas femeninas). Sin embargo, en verdad sus producciones conectaban con el lado más industrial y elegante de gente como Depeche Mode. Los fans de estos los adoptaron enseguida, junto a otras propuestas más reduccionistas de aquella época, como Client.
De hecho, este es el gran disco de pop de The Knife, pues como decían ese era su propósito incluso político. Y para ello se sirvieron de distintos ritmos: «Hicimos ‘Deep Cuts’ porque dijimos que queríamos hacer música pop, porque queríamos llegar a más gente. Por eso usamos ritmos hip hop y cosas de disco euro-techno». Después se «cansaron enseguida» y consideran ‘Silent Shout’ un regreso a su primer disco, pero de momento les dio tiempo a entregar canciones un tanto raperas (‘You Make Me Like Charity), un poco electro (‘Is It Medicine’) y un poco hardcore (‘Listen Now).
Pero siempre había algo más en The Knife. La taciturna ‘Rock Classics’ evidenciaba a qué se referían cuando decían que David Lynch era una influencia primordial; ‘She’s Having a Baby’ es todo un anti-villancico, como entonado por el padre de la chica embarazada, que recuerda a Tim Burton o a algo mucho peor; y casi nunca desaparece ese deseo de hacer política, porque ‘You Take My Breath Away’ junto a su amiga Jenny Wilson de First Floor Power, parece una sencilla narración de cómo se conocieron, pero ya apunta maneras en esa frase que recuerda que el «rojo» no es solo un color.
Entre las primeras autorreferencias («You touched my heart, like a knife that’s very sharp»), guiños a la banda primigenia de Karin Honey Is Cool (‘One for You’ referencia ‘Something Above the Mountains‘) y el debate en torno a quién está narrando o participando de composiciones como ‘Got to Let U’ (quien habla es un abusador); ‘Deep Cuts’ un disco perfecto para sumergirse en el fascinante mundo de The Knife.