Paulina Rubio ha venido a España, primero para actuar en el Orgullo de Maspalomas, y después para hacer una ronda de entrevistas en promoción de su single ‘No es mi culpa’, publicado hace un par de meses.
Cada entrevista concedida ha sido una aventura diferente, en cada caso. Su paso por el programa ‘Y ahora Sonsoles’ con Sonsoles Ónega no pudo ser más accidentado: Paulina llegó tarde, el programa era en directo, la presentadora no sabía dónde se había metido, y tras verla aparecer, justificándose por un atasco, tuvo problemas con el micrófono. Por no hablar de ese momento de la conversación en que le preguntaba por Rocío Jurado y Paulina respondía que se la acababa de encontrar en el AVE: «Es mi hermanita. Justo estaba hablando con ella que venía llegando de un AVE. Yo la quiero mucho», respondía confundiendo a Jurado con Carrasco.
Mejor aún era su intervención en Showriano. Ahí se enredó con la presentadora tratando de dilucidar lo que era tener «un trocito de España en casa». Paulina considera que su hijo es un «trozo de España», pero la presentadora esperaba más bien que se hubiera llevado «una piedra del Teide». La salida de Paulina Rubio ante la broma fue «Limpiáme el culo si puedes, coño. ¡Que me limpies el culo!», al tiempo que se levantaba y daba la espalda a Eva Soriano, como para que en efecto le limpiara el culo.
También ha sido noticia otra entrevista en la que Paulina Rubio reivindica su derecho a llevar gafas de sol durante las entrevistas si le apetece. «Yo ya estoy en el quinto piso…» ha justificado, al tiempo que dedicaba un buen rato a explicar por qué es importante irte a tiempo de una fiesta.
¿Pero es que Paulina Rubio no hay concedido una entrevista normal? La de Shangay podría parecerse a algo de eso, hablando de su próximo disco (aunque ella considera que el de 2018 es reciente), de por qué su single dura 2 minutos (porque es la moda), de su admiración mutua con Demi Lovato y de algunos personajes de la Movida Madrileña, a destacar Alaska, con quien acaba de presentar un single conjunto para una película.
Dice de ella: «La amo, porque la conozco desde los 80. Yo me vestía de amarillo en Timbiriche y ella ya estaba en una banda. Igual que en esa época fui conociendo a Enrique y Ana, Parchís, José María Cano, Nacho Cano, Ana Torroja, Miguel [Bosé]… En toda esa movida yo era la más chica, pero siempre quería estar con todos, era la más fan. Que ahora Alaska se acordara de mí para esta canción ha sido muy bonito. Somos leyendas, pero con muchas ganas de seguir y ofrecer cosas diferentes».