Música

La Santa Cecilia: «Estamos viviendo un tiempo maravilloso para la música regional mexicana»

Una de las caras del orgullo mexicano es la de los cuatro integrantes de La Santa Cecilia. La música tradicional es su pasión, pero la mezcla de culturas hace que suenen a mucho más que a México. La banda está compuesta por el acordeonista y requintonista José «Pepe» Carlos, el bajista Alex Bendaña, el percusionista Mi-guel «Oso» Ramírez y la vocalista «La Marisoul». Tras el lanzamiento de su último álbum ‘Cuatro Copas Bohemia En La Finca Altozano», en JNSP entrevistamos a Miguel «Oso», como representación del grupo. Nos pide entre risas que, para celebrar su primera vez en España (en el festival Rio Babel el 1 de julio), brindemos con mezcal al terminar su concierto.

Sabemos que en México sois muy conocidos, pero para quien no os conozca, ¿cómo os introduciríais?
Somos una banda multicultural de Los Ángeles. Somos hijos de padres inmigrantes, o inmigrantes nosotros mismos, en EEUU. Y somos una mezcla de lo que son esas culturas: inmigrantes y estadounidenses. Somos una mezcla de bolero, rock, blues, jazz, reggae, samba, cumbia… Un poquito de todo lo que nosotros escuchamos creciendo.

Recuerdo a mi mamá escuchar en la cocina Juan Gabriel y Rocío Dúrcal. Mientras, mi hermano escuchaba Led Zeppelin y Bob Marley. Se fue formando toda esa identidad musical a través de nuestra niñez y juventud. La Santa Cecilia es un producto de eso, pero también de muchas bandas de L.A.: The Doors, Red Hot Chili Peppers, que siempre mezclan géneros. Para nosotros siempre ha sido algo muy importante esa mezcla pero con la raíz de la música tradicional mexicana.

«Tenemos una fuerza tan grande por la diversidad de la cultura mexicana, la nuestra»

Para la gente que vaya a veros al festival en Madrid Rio Babel, ¿cuál es la mejor forma para conoceros?
Ir a ver a La Santa Cecilia es una experiencia en la que vas a llorar, vas a bailar, gritar y pensar. Para nosotros es importante tener todo el espectro de lo que es la vida entera. No solo hay baile o canciones melancólicas. Un poquito de todo o como dicen aquí, «un rollercoaster».

Nos encanta llevar a la gente en esa experiencia. Nos toca sentir todo lo que traemos dentro y lo que queremos compartir. Esa conexión honesta que tenemos con el público es lo que nos da mucha fuerza. Para nosotros es una conexión honesta y abierta. Con esta experiencia de la gira de ‘Cuatro Copas’ estamos viviendo una bohemia en vivo cada vez que nos presentamos. Es una experiencia muy bonita porque la gente saca todos los sentimientos que trae de amor, desamor o ilusión.

En España se ha comenzado ahora a mirar hacia las raíces en la música. La música mexicana ha tenido una explosión actualmente, ¿ha hecho lo mismo? ¿Mirar a sus raíces?
Sí, yo creo que nosotros hemos tenido esa fuerza de artistas como José Alfredo Jiménez, Juan Gabriel, Chavela Vargas… Y de todos esos artistas que cantan ese “sentimiento del pueblo”, que se dice aquí en México.

Tenemos una fuerza tan grande por la diversidad de la cultura mexicana, la nuestra. En cualquier parte de México hay una cultura muy fuerte e identificada por su región. Para nosotros es un orgullo poder representar un poquito de esto.

¿Es algo nuevo o de hace tiempo?
Estamos viviendo un tiempo maravilloso para mexicoamericanos, mexicanos de música regional mexicana. La música de rancho de pueblo. Para nosotros crecer con esa música y esa raíz y formarnos a través de lo tradicional nos da mucha fuerza y orgullo. Es un tiempo muy bonito para la música mexicana y ojalá la gente de España reciba muy bien a La Santa Cecilia.

‘Cuatro Copas Bohemia En La Finca Altozano’ nace en vuestro 15 aniversario en la música. ¿Por qué un álbum de versiones de canciones tradicionales en vez de composiciones vuestras originales?
Llevamos una canción original ahí, pero para nosotros es muy importante hacer esa conexión con el pasado. No solo en la música, también con el pasado personal de La Santa Cecilia.

Mucho antes de todo esto éramos músicos que trabajábamos dentro de la música tradicional. Marisol, Pepe y su hermano tenían un trío que se llamaba “Marisol y los hermanos Carlos”. Tocaban música tradicional en bodas, fiestas, velorios, divorcios… en lo que se nos contrataba. Yo tocaba mucha música de jazz, funk, de soul o salsa. Todos trabajábamos como músicos, pero teníamos esa inquietud de hacer nuestra propia música. Así se formó La Santa Cecilia.

Siempre sacamos un disco de música original y luego uno de covers. Porque nuestro amor por la música tradicional es muy fuerte y queríamos que la gente viera lo que fue nuestra experiencia toda la vida, y más durante la pandemia.

No podíamos juntarnos muchos amigos, nos juntábamos dentro de la banda, hacíamos nuestra carne asada, nuestro mezcal y cantábamos las canciones que nos gustaban. Y siempre es así. Después de las tocadas nos juntamos y nos vamos casa de un amigo a cantar las canciones que a nosotros nos llegan.

«Mi padre me decía: “A veces la filosofía más complicada se encuentra interpretada en una lírica de la forma más simple”»

¿Qué significan esas canciones para La Santa Cecilia?
Para mí, personalmente, ‘Cuatro Copas’ (el tema de José Alfredo Jiménez) me recuerda mucho a mi padre. Siempre me recomendaba escuchar estas canciones porque me decía: “a veces la filosofía más complicada se encuentra interpretada en una lírica de la forma más simple”. Y José Alfredo Jiménez era un maestro de eso.

Me recuerda mucho a mi familia, de donde soy, pero especialmente a mi papá. La música te enseña, a veces, más de la vida que ir a la universidad. Te saca de momentos muy difíciles. Te ayuda a identificar tus sentimientos, tu forma de pensar, del amor…

«La gente por más moderna o evolucionada que sea, siempre tiene esa raíz de la casa y de las fiestas familiares»

Las personas que las conozcan sentirán un vínculo inmediato, pero ¿pueden llegar a la gente que no las tenga incorporadas en su cultura musical?
Claro que sí, ¿no? Lo que más nos gusta de la música, nuestra o del mundo, es la honestidad. La honestidad es lo que comparte a la gente, lo que hace esa conexión con la persona y sus propios sentimientos.

Para nosotros tener el privilegio de poder llevar nuestra música por primera vez a España nos llena de emoción, de nervios obviamente, porque no sabemos qué esperar. Me acuerdo de que tocamos en Colombia en Rock Al Parque y nos dijeron: “No, es que la música tradicional no va a conectar. Es un festival de rock y no sé qué». Y esto fue hace seis o siete años. Cuando llegamos, tocamos toda nuestra música mezclada con rock y a la gente le encantó.

En el momento en el que tocamos ‘Ódiame’, un vals peruano tradicional, la gente gritaba la letra de la canción. Son momentos que te dejan saber que la gente por más moderna o evolucionada que sea, siempre tiene esa raíz de la casa y de las fiestas familiares. También es verdad que nos ha tocado un público totalmente mexicano y sí aprecian lo que es el sentimiento con el que tocamos los instrumentos, siempre hay una conexión.

El álbum lo grabasteis en México, en la Finca Altozano durante unos días. ¿Cómo fue ese proceso?
Fue como una fiesta de tres días. Una fiesta donde nuestro amigo chef, Javier Plasencia, cocinaba la comida más rica que él sentía que tenía la influencia de la música, de la banda.

Nosotros estábamos alrededor de una fogata bebiendo mezcal. Mucho mezcal (risas). Y simplemente cantando las canciones que a nosotros nos gustan. Teníamos preparada una lista de canciones, pero estábamos abiertos al momento. Pasaron muchos momentos sorpresa, era lo que queríamos. Que la gente sintiese lo que es una bohemia donde tú te juntas con tus amigos con tus canciones, tu mezcalito o tu cigarrito.

Durante tres días de fiesta pusimos micrófonos alrededor y, ¡pum!, se grabó. Hacíamos dos o tres tomas de la canción, pero muy simple, muy hermoso. Simplemente lo que nosotros siempre hemos hecho.

¿Podríais haber conseguido el mismo resultado si la forma de grabar hubiese sido diferente? En un estudio en medio de una gran ciudad, no tan orgánico.
No. Definitivamente, no. En el estudio tú estás hacia la perfección. Escuchando puedes hacer muchas tomas. Aquí era todo en vivo, todos tocando al mismo tiempo sin monitores. Al aire libre tocando como en una fiesta. Tocábamos simple, a la guitarra, como a nosotros se nos hace más natural la música.

¿Hay alguna canción que os guste especialmente tocar en los conciertos? Una que funcione bien, que os conecte con el público.
En el disco está una canción que nosotros escribimos que se llama ‘Me Estoy Volviendo Loca’. Como dicen aquí: “una de esas pa’ cortarte las venas”, como la ‘Copa Rota’. Es una canción del desamor, de dejar alguien o de cuando no eres correspondido. Es una canción hermosa. Y me da mucho gusto tocarla porque es original y la gente ya la canta en vivo. Ojalá esta canción (‘Me Estoy Volviendo Loca’) se vuelva clásica como las canciones que nosotros versionamos.

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Publicado por
Paula Cano