Música

Bethany Cosentino / Natural Disaster

Bethany Cosentino ha dejado atrás a Best Coast y debuta con su primer disco a su nombre. El texto de presentación nos explica que Bethany se había encontrado varada en medio de «una pandemia global; el cambio climático asolando el mundo; un patriarcado enfermo pisoteando a diario la democracia y los derechos humanos básicos; innumerables tragedias nacionales; una interminable y omnipresente sensación de fatalidad. Con este telón de fondo, Cosentino se vio obligada a hacer balance de todo ello y saltar del tiovivo de incontables ciclos de álbumes y giras para decir «¿qué coño estoy haciendo con mi vida?»

Todo pinta muy bien sobre el papel. Sobre la oreja, ya es otro cantar. La premisa parece anunciar un álbum de canciones furiosas y potentes, pero nada más lejos de la realidad. De hecho,en ese mismo texto se destaca el nombre de Sheryl Crow como influencia principal de ‘Natural Disaster’, y se nota: Bethany ha abandonado el pop indie y soleado de Best Coast y ha abrazado el pop rock adulto noventero. Al fin y al cabo, ya tiene 35 años, como canta en ‘Easy’. Para reforzar esta adultez, su característico tono aniñado de voz ha mutado en otro más recio.

¿Hace todo esto de ‘Natural Disaster’ su disco de madurez? Pues más bien de “manidez”, porque todo suena a ya muy oído. Se aprecia el esfuerzo de Cosentino por avanzar y encontrar nuevas vías, pero las nuevas vías que nos ofrece no solo no son nuevas, sino que están trilladísmas. Todo suena demasiado convencional, Bethany pierde parte de su personalidad, queda diluida en temas demasiado tópicos de rock de radiofórmula, al que le falta la chispa comercial que le podían poner Crow o “one hit wonders” como Meredith Brooks. Aun así, es un disco de escucha agradable. Las letras son narrativas y directas, y la entonación clara de Bethany hace que se entiendan de maravilla.

De entrada, ‘Natural Disaster’ (la canción), suena como volver a casa. Su riff ensoñador te arrastra en medio de una letra sobre catástrofes y fin del mundo. Pero Cosentino no suena angustiada, sino más bien apesadumbrada, y al final se impone la necesidad de avanzar y tirar adelante. Pero enseguida llegan los temas de “AOR”, con introducciones y puentes bastante anodinos, que Cosentino logra salvar en el último momento por su buena mano en los estribillos. Es el caso de ‘Outta Time’, donde nos regala uno muy bueno de power-pop. En ‘A Single Day’ nos ofrece otro coro estupendo metido en un tema que resultaría aburrido sin él. Pero muchas veces se impone más la necesidad de dar un mensaje que la canción en sí: la balada ‘Easy’ es una declaración de amor, en la que Bethany confiesa: «tengo miedo de que suene a cliché y facilón’. Y sí que suena. Pero la canción, no la declaración.

La cosa mejora cuando Cosentino se olvida de la contención y vuelve al arrebato, como en ‘Only for a Moment’, un himno al carpe diem, un medio tiempo intenso donde su voz recupera la pasión. O ‘O ‘Hope You’re Happy Now’, otro medio tiempo melódico que salva de lo insulso gracias a otro gran estribillo onírico e intenso. Y lo mejor se lo deja para el final: en ‘It’s a Journey’ recupera la intensidad y, aunque la canción no se aparte de lo convencional, se eleva precisamente por la entrega de Bethany. Y en el baladón final ‘I’ve Got News for You’, recupera en parte su timbre más adolescente, su voz vibra emocionante apenas sobre piano y se llena de autoafirmación y amor. Sí, podemos entender que Cosentino ha madurado, que ya no quiera ser más la Bethany de Best Coast pero… se la echa de menos.

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Publicado por
Mireia Pería