Ernest Urtasun ha sido confirmado como nuevo ministro de Cultura, como se venía rumoreando durante los últimos días. El portavoz de Sumar recoge una cartera que hasta ahora era socialista y estaba en manos concretamente de Miquel Iceta. Barcelonés de nacimiento, Urtasun fue elegido diputado del Parlamento Europeo en la lista de La Izquierda Plural. Ha sido eurodiputado por parte de Catalunya en Comú y en las últimas semanas, un portavoz clave para Sumar. Él es economista, y su vinculación con el mundo de la cultura no es tan conocida, pero un vistazo a su Instagram deja más de una sorpresa.
Ernest no solo sigue a primeras figuras de la música como Rosalía, Kiko Veneno o Alizzz, sino que también parece muy bien informado del underground español más y menos visible, y más y menos joven. Figuran en la lista de artistas que más le interesan gente como Jimena Amarillo, Kora, Maria Arnal, Sen Senra o Queralt Lahoz. En el plano internacional, no encontramos tantos nombres, pero entre sus favoritas está nada más y nada menos que la exquisita Kara Jackson.
Pedro Sánchez era investido el pasado jueves presidente del Gobierno con 179 diputados a favor y 171 en contra. Le apoyaban además de PSOE y Sumar, que formarán un nuevo gobierno de coalición, ERC, Junts, PNV, Bildu, BNG y hasta Coalición Canaria, que hace 4 años le dio la espalda en el último momento.
A una campaña marcada de manera anecdótica por los guiños a la cultura pop, sobre todo por la crispación del «que te vote Txapote», ha sucedido una resaca electoral aún peor. Especialmente en las últimas dos semanas, cuando se han sucedido las manifestaciones convocadas por el PP en contra de la Amnistía a los responsables del «procés», secundadas por cientos de miles de personas; y también la llamada «CayeBorroka» a las puertas de la madrileña sede del PSOE, en la calle Ferraz, durante 15 noches consecutivas, secundadas por unos pocos miles.
Entre los retos de Urtasun, una legislatura en la que volverá a hablarse de libertad de expresión en las comunidades gobernadas por PP y VOX, y también el Estatuto del Artista. Un problema coleando de la legislatura anterior, que dejó insatisfecho al sector.