Música

André 3000 / New Blue Sun

Dice André 3000 que nunca ha hecho nada que la gente esperase de él. Porque ni él mismo lo esperaba: se ha ido descubriendo por el camino. “No sabía que iba a rapear, no sabía que iba a producir música, no sabía que iba a cantar, no sabía que iba a ponerme una peluca”. André 3000 tampoco sabía que iba a aficionarse a tocar la flauta. Y lo que menos esperaba la gente es que su primer disco en solitario, y su primer lanzamiento en 17 años, giraría en torno a este instrumento, sin nada de raps.

En los últimos tiempos, André se ha dejado ver tocando la flauta en sitios random: sus fans le han fotografiado en cafeterías o aeropuertos, tocando la flauta él solo. Pero, como toda su carrera, incluyendo Outkast, Andre Benjamin no tenía ni idea de que ‘New Blue Sun’ iba a ocurrir.

El génesis de ‘New Blue Sun’ se sitúa en la mudanza de André 3000 a Venice, el distrito de Los Ángeles. La historia es tan new age que parece inventada: en una visita al supermercado de las élites Erewhon, André se topa con Carlos Niño, el gurú del espiritualismo californiano, y este, que se había enterado de que André andaba por ahí soplando la flauta, le invitó a un concierto tributo de Alice Coltrane. Pronto, André y Niño empezaron a quedar y a improvisar acompañados de otros músicos. A André y sus diversas flautas (de bambú o de contrabajo, pero también una flauta electrónica), y a las percusiones de Niño, se sumaron Nate Mercereau a la guitarra y Surya Botofasina al teclado. La música que creaban de manera completamente espontánea fue tomando forma, perfilando un sonido, y André decidió que era momento de capturarla en un álbum.

La música de ‘New Blue Sun’ es el resultado de un muy inspirado trabajo en equipo. A pesar de que André 3000 pone nombre y cara al proyecto, su presencia en ‘New Blue Sun’ nunca es protagonista. Él, con su flauta, se dedica a disparar pequeñas gotas e hilos de sonido, como un pájaro que pía después de posarse en un árbol. Siempre está ahí, pero relativamente escondido, contento con ocupar un segundo plano, ambientando el lugar. Las percusiones de Niño mantienen la compostura -y las pulsaciones bajas- en todo momento, la guitarra de Mercereau se esfuerza en no sonar a este instrumento, y el teclado de Botofasina explora diferentes texturas de manera serena y calmada, sin aspavientos.

‘I swear, I Really Wanted To Make A «Rap» Album But This Is Literally The Way The Wind Blew Me This Time’ (así se las gastan los títulos del disco) se construye en torno a una preciosa melodía de flauta que te perseguirá allá donde vayas después de escucharla. Es una melodía sublime que evoca aquellas imágenes de ‘Fantasia’

que no debieron ser eliminadas del metraje final. El teclado asume una presencia mayor en ‘The Slang Word P(*)ssy Rolls Off The Tongue With Far Better Ease Than The Proper Word Vagina . Do You Agree?’. La pregunta planteada en el título puede invitar a la reflexión, pero las olas de sonido que crea el sintetizador sumen al que lo escucha en una calma total. ‘Island Sunrise’ de Software parece una influencia directa en el tipo de sonido usado.

Una estética que se puede llamar «tribal» se va imponiendo en el largo. La quietud de ‘That Night In Hawaii When I Turned Into A Panther And Started Making These Low Register Purring Tones That I Couldn’t Control … Sh¥t Was Wild’ evoca la de un lago perdido en medio de la noche, donde los diferentes insectos y anfibios dialogan unos con otros. Las flautas y percusiones acariciadas ayudan a dibujar una ligera sensación de tensión, de calma inquieta. André parece que toque la flauta con un ojo abierto y el otro cerrado. La quietud nocturna de esta pieza se sucede en un modo «slow motion» absoluto. Curiosamente, André ha dicho que él es un compositor «lento», y que incluso cuando firmaba raps con Outkast los tenía que meditar mucho para sentirse satisfecho con ellos. Esta pieza, a pesar de que su título habla de la experiencia de André con la ayahuasca (dice que cuando la tomó se «convirtió» en una pantera), lleva a asimilarse en un tiempo lento, detenido, ajeno a la velocidad de la vida actual.

Este ambiente selvático continúa en las piezas siguientes. En ‘BuyPoloDisorder’s Daughter Wears A 3000™ Button Down Embroidered’ la flauta parece proponer una danza, pero la música prefiere mantenerse quieta y no hacer demasiado ruido. Los elementos diferenciadores empiezan a difuminarse. En la pieza siguiente, un «name dropping» en el que encontramos lo mismo a Jeffrey Dahmer que al Dalai Lama, apenas la entrada de un quejido fantasmal evoca dentro del mismo paisaje la aparición de un nuevo personaje.

Algo que sí une a los diferentes músicos de ‘New Blue Sun’ es una aparente intención de crear una música emocionalmente trascendente. Y la de ‘New Blue Sun’ lo es. Las composiciones no son solo mágicas musicalmente, también son emotivas. La música de ‘New Blue Sun’ nunca se duerme, aburrida de sí misma. Al contrario, encuentra diferentes maneras de emocionalmente mantener al oyente atrapado. Y ahí juegan un papel muy importante los títulos de las piezas. Llamándose cosas como ‘Ninety Three Til’ Infinity and Beyoncé’, porque está lo infinito, y luego Queen B, André nos invita a no tomarnos estas composiciones demasiado en serio. La broma solo tiene gracia porque la música de ‘New Blue Sun’, en realidad, es maravillosa.

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Publicado por
Jordi Bardají