Cine

‘La sociedad de la nieve’: Bayona, más Spielberg que nunca en su camino al Oscar

Podemos hablar de Juan Antonio Bayona como la persona que consiguió que durante unos años Belén Rueda se convirtiese en la scream queen nacional. O como la persona que ha currado con Camela y con Sigourney Weaver. O como la persona que consiguió un taquillazo internacional con una película española, y que en ella “nos descubrió” a un chiquito llamado Tom Holland. O como el único español en el top 20 mundial de las películas más taquilleras de la historia, al haber dirigido la quinta entrega de ‘Parque Jurásico’.

En resumidas cuentas, hablar de Bayona es prácticamente hablar de un milagro, si eres un español que quiere dedicarse a la dirección –o, si quieres una palabra laica, excepción-. Un poco como si un avión se estrella en Los Andes y, tras pasar el invierno, sigue habiendo supervivientes. Una excepción. O un milagro.

‘La sociedad de la nieve’ se pudo ver en nuestro país por primera vez en el Festival de San Sebastián. Llega ahora a los cines y, desde enero, a Netflix. Y lo hace con una historia conocida: el avión del equipo de rugby del colegio Stella Maris (sí, Stella Maris) se estrella en Los Andes, y las autoridades no tardan mucho en dejar de buscarlos, al dar por imposible que sobrevivan en unas condiciones tan extremas, y más en pleno invierno. Muchos mueren, por supuesto. Pero hubo supervivientes. ¿Cómo? Imagino que no es spoiler decirlo por lo famoso del caso, pero, por si acaso, lo dejo ahí. Muchos, como yo, lo sabrán porque alguna tarde de fin de semana se quedaron a ver en la tele una película llamada ‘¡Viven!’. Una película que, curiosamente, es de las pocas dirigidas por Frank Marshall, al que se conoce más por su labor como productor: ‘ET’, ‘El sexto sentido’ o las sagas de ‘Indiana Jones‘ y ‘Regreso al futuro’ son solo algunas de las que encontramos en su impresionante currículum.

Pero los supervivientes no estaban muy contentos con ‘¡Viven!’. Al fin y al cabo, relataba una historia real de unos uruguayos que, cosas del cine, tenían el rostro de estadounidenses como Ethan Hawke, hablaban en inglés y llevaban a la gran pantalla el libro de un inglés, el periodista Piers Paul Read. Pero también porque aquella se centraba en los dos “héroes”, cuando una de las claves de ese relato de supervivencia había sido la comunidad creada, y la ayuda que se prestaron entre todos. Sobre lo primero, Bayona lo tenía claro: pese a su trayectoria, le ha costado encontrar financiación para la peli (más de diez años llevaba en ello) porque estaba empeñado en rodarla en español. ‘Lo Imposible‘ contaba la historia real de una familia española, sí, pero es innegable que, si se pudo rodar con ese presupuesto, y si se convirtió en ese éxito, fue por estar rodada en inglés, con Naomi Watts y Ewan McGregor como protagonistas. Aquí, Bayona ha contado con un estadounidense para la excelente banda sonora (Michael Giacchino, nada más y nada menos), pero ha querido adaptar el libro del uruguayo Pablo Vierci, y contar con un cast completamente latino: Agustín Pardella, Matías Recalt (que compite con Omar Banana o La Dani por el Goya a Actor Revelación), Enzo Vogrincic o el cantante Louta son algunos de los protagonistas.

Y en ese “algunos” está el segundo punto, que también ha querido enmendar el catalán: quería “trabajar la grupalidad, que no hubiera grandes protagonismos, que todos de alguna manera fueran parte fundamental del grupo”. Bayona llegó a rodar 50 horas de entrevistas con los supervivientes (y muchas más no filmadas, dice) para intentar acercarse lo máximo posible a la hora de transmitir su experiencia. La cosa es que, precisamente por el empeño en no destacar personajes, cuesta mucho que el espectador llegue a conocerlos bien, y se acerque emocionalmente a ellos. Lo que en una miniserie habría funcionado, aquí se queda corto, y demuestra que, pese a ser quizás su película “más Spielberg”, Bayona falla en algo que al estadounidense siempre se la ha dado de fábula: la conexión emocional con el espectador. Durante la magnífica secuencia del accidente -quizás de lo mejor que ha dirigido Bayona- estamos al borde del infarto, pero la cercanía con los personajes es ya otro cantar. En esos Andes (casi todo Sierra Nevada, por cierto) se transmite muy bien la hazaña de supervivencia, pero no las hazañas personales.

Otra de las críticas ha ido por la casi ausencia de personajes femeninos (y el nulo papel de los que hay), y por la heterosexualidad de todos los personajes masculinos. No es que haya que hacer una relectura forzando cosas para “representar” y que quede woke, no es esto Netflix (¡espera, sí que es Netflix!), pero en parte entiendo el punto: es cuanto menos curioso que, entre tantísimos tíos, NI UNO, aunque sea por pura estadística, sintiese algo más por otro de su equipo. Y ya aún sin hablar de sexualidad, sino de afecto y fraternidad: siendo una película que explora tan claramente la amistad masculina en condiciones extremas, parece que para algunas cosas no se ha ambientado en los 70, sino que se ha rodado en los 70. En cualquier caso, ‘La sociedad de la nieve’ será otro éxito de Bayona, y no solo en taquilla: es la película elegida para representarnos en los Oscar, y de momento va por muy buen camino, estando nominada a los Globos de Oro y a los Critics Choice Awards.

Gracias al tirón de Bayona, a la mastodóntica maquinaria de Netflix y al tiro en el pie de Francia (eligió ‘A fuego lento’ en lugar de ‘Anatomía de una caída’, y ahora es ésta la que está triunfando allá por donde va, y puede colarse en Mejor Película y Mejor Actriz), ‘La sociedad de la nieve’ tiene serias posibilidades de ser una de las nominadas. Digo más: a la lista de hazañas conseguidas por Bayona que enumerábamos al principio, quizás en unos meses podamos añadir que se une a Almodóvar y Amenábar en ser los únicos españoles de este siglo en llevarse el Oscar a Mejor Película de habla no inglesa. ¿Habrá milagro?

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Publicado por
Pablo Tocino