Billy Joel concluía ‘River of Dreams’, su disco de 1993, el último hasta la fecha, diciendo adiós. En ‘Famous Last Words’, Joel cerraba un “libro” que no ha vuelto a abrir… hasta ahora. ‘Turn the Lights Back On’, el primer single de Billy Joel en muchos años, marca el regreso al pop de una de las grandes fuerzas de la música popular estadounidense del siglo pasado. En 2007, Joel publicó dos canciones de jazz, ‘All My Life’ y ‘Christmas in Fallujah’, pero en ‘Turn the Lights Back On’ vuelve el Billy Joel que todos conocemos, el que ha escrito un buen puñado de himnos que se siguen escuchando a día de hoy.
Lo que quiere decir que vuelve el ‘Piano Man’: ‘Turn the Lights Back On’ es una canción a piano clásica de Billy Joel, tanto que parece que no tantos años han pasado desde que ‘The Stranger’ diera un completo vuelco a su carrera. Y, en 1977, era el quinto disco que Billy Joel publicaba. Lo bueno -lo bueno de verdad- se había hecho esperar.
¿Es el caso con ‘Turn the Lights Back On’? En parte. ‘Turn the Lights Back On’ se apoya en una melodía clásica, bonita y sentida, y Joel, una de las voces masculinas más bonitas del pop, luce en plena forma vocal a sus 74 años. La canción, que juega con el doble sentido de volver a una relación sentimental y a los brazos de los fans, es sentimental y melosa, pero la elegancia compositiva de Billy Joel aporta un necesario equilibrio. La pega es que la producción suena demasiado artificiosa -esas baterías- y la orquestación, tan plañidera, tan emotiva, suma una pomposidad que confirma que el más, a veces, no es mejor.
Es pronto para saber si ‘Turn the Lights Back On’ se convertirá en una canción canónica de Billy Joel. Quizá eso sea completamente imposible dado que el repertorio de Billy Joel existe demasiado anclado a su tiempo, como el repertorio de tantos otros, para bien y para mal.
El retorno de Billy Joel a la música abre al público la puerta a una carrera tremendamente exitosa, pero también complicada por ser demasiado producto de su tiempo para bien y para mal. Billy Joel nunca ha sido un lirista sofisticado, pero sí ha sabido contar historias y contarlas bien. Su retrato de una noche de jolgorio en ‘Piano Man’, clásico entre clásicos, o su retorno a la gran ciudad en ‘New York State of Mind’, una canción que versionaría Barbra Streisand, abriendo a Billy Joel a un público mayor, se cuentan entre sus mejores momentos, siempre ciñéndose a lo personal y autobiográfico.
La música ha sido otro de los temas que Billy Joel ha sabido retratar. ‘The Entertainer’ se burlaba de la moda de acortar canciones para la radio ya en el año 1974. Y ‘It’s Still Rock n’ Roll to Me’ hablaba de música pop y cambios de moda aceptando que la música de antes no es necesariamente mejor.
Pero Billy Joel también ha escrito mucho sobre las mujeres de su vida y muchas han sido las críticas que ha recibido por la “misoginia casual” presente en algunas de sus canciones más populares. Las melodías de ‘Just the Way You Are’ o ‘She’s Always a Woman’ podían ser tan hermosas como sus letras sonrojantes en su paternalismo. ‘Big Shot’ era una pataleta llena de estereotipos y prejuicios que tampoco le dejaba en buen lugar. ‘An Innocent Man’, el típico retrato de ese chico bueno que no es como todos los demás -pero en realidad sí- ha envejecido especialmente mal. ‘Modern Woman’, tal cual un retrato de la “mujer moderna” de los 80, no sabe si es empoderadora o todo lo contrario.
Y a pesar de todo, sobreviven las canciones. A pesar de que Billy Joel no ha modernizado su catálogo de ninguna manera, como ha hecho su ex-compañero de gira, Elton John, arrimándose a los nuevos -y no tan nuevos- talentos y remezclando viejos hits; a pesar de que el biopic sobre su vida que se está produciendo promete no ser tan fascinante como otros; a pesar de que las nuevas generaciones le citan a duras penas, a pesar de todo ello, los streamings de Billy Joel en Spotify son propios de una superestrella actual y el artista no ha parado de tocar en todos estos años llenando estadios especialmente en Estados Unidos, donde es un rey. En su país, el sexto artista más vendedor de la historia.
Puede que Billy Joel no haga giras internacionales como Elton John o Madonna, pero su música no ha sido olvidada en absoluto, y sigue siendo descubierta. La de todas las etapas, porque la carrera de éxitos de Joel ha sido realmente de fondo. El debut de Joel, ‘Cold Spring Harbor’, de 1971, se publicó mal masterizado y fue un fracaso comercial. Después, ‘Piano Man’ le puso en el mapa, pero hasta que no llegó ‘The Stranger’ no se le empezó a ver como algo más que un imitador de Elton John. Entonces canciones como ‘Movin’ Out’ ya eran incontestables. ‘The Stranger’ (1977) y ‘52nd Street’ (1978) son fácilmente dos de los mejores discos de pop de aquella década (por cierto, ‘52nd Street’ ganó el Grammy a Álbum del año en 1980 y fue uno de los primeros discos distribuidos comercialmente en formato CD, en 1982).
Los éxitos continuaron en las siguientes décadas para Joel, aunque sus obras completas rara vez han sido objeto de retrospectivas: ‘The Nylon Curtain’ está muy lejos de ser el disco que mejor ha envejecido del 1982, el año de ‘Thriller’. Aún así, fue una década fructífera para Billy. ‘It’s Still Rock and Roll to Me’ se convirtió en su primer single número 1 en el Billboard a pesar de su pose rockera -deliberadamente- impostada. ‘Uptown Girl’, a la postre la canción más exitosa de su carrera, llegaría después, en 1983, más de 10 años después de su debut. En España probablemente nos suena más la versión teen-pop de Westlife, que llegó al número 7 de la lista de singles oficial. ‘We Didn’t Start the Fire’, un single de 1988, es otro de sus éxitos más escuchados a día de hoy, pues sus reproducciones en Spotify se aproximan los 500 millones.
Los éxitos comerciales de Joel acabarían en ‘River of Dreams’ (1993), hasta ahora su disco de pop final, pues el siguiente, ‘Fantasies & Delusions’, publicado en 2001, se componía de piezas instrumentales tocadas a piano. Pero Joel parece listo para retomar de nuevo su carrera tal y como la recordamos. El 4 de febrero, Joel cantará ‘Turn the Lights Back On’ en la ceremonia de los Grammy. «Será un buen momento para (re)descubrir su música, viajar con ella atrás en el tiempo, a veces demasiado atrás, y quizá prepararse para la llegada de un nuevo disco del Piano Man, tantas décadas después.»