Música

Usher / Coming Home

Los 20 millones de copias de ‘Confessions’ quedan lejos en la carrera de Usher. Corría 2004 y Raymond era capaz de firmar la canción más vendida de ese año en Estados Unidos.. y la segunda. ‘Yeah’ y ‘My Boo’ han sonado obligatoriamente en el show que Usher ha ofrecido en el intermedio de la Super Bowl. Pero las ausencias han sido igualmente llamativas: ni ‘DJ Got Us Falling in Love Again’, su último gran éxito a nivel global, ni tampoco una sola canción de su nuevo disco le han cabido en el repertorio. ¿Tan poco confía en él?

‘Confessions’, uno de los discos clave del R&B de nuestro siglo, es uno de los últimos Discos de Diamante que verán vuestros ojos. ‘Coming Home’ no correrá esa suerte pero cumple en su cometido de ofrecer una versión de Usher a la par nostálgica y actualizada, valiéndose de la profesional producción de The-Dream, Hit-Boy, Jermaine Dupri y demás colaboradores.

Dice Usher que en ‘Coming Home’ celebra “el legado” de su carrera. En un disco que supera la hora de duración y que contiene hasta 20 cortes, le da tiempo de sobra para hacerlo. Quizá si por aquí hubiera habido un single realmente potente a la altura de los clásicos de Usher, otro gallo habría cantado, pero el artista de Dallas suena inspirado y contento entregando diferentes facetas y sabores de sí mismo. Hace lo que mejor se le da y lo hace bien.

Esto significa que en ‘Coming Home’ no hay dance y tampoco producciones vanguardistas de Diplo. Pero sí otras muchas cosas que vale la pena descubrir. Los ecos a Michael Jackson están sensiblemente traídos en el corte titular, en el que Usher trata de “encontrar el camino de nuevo, corriendo como Usain Bolt”. Llaman la atención las graciosas trompetas de ‘Big’, que alarman como si provinieran de una bocina, y la nostalgia ochentera de ‘Keep on Dancing’ ofrece uno de los pocos momentos bailables. Billy Joel -a través de un sample- y Latto comparten espacio en la pegadiza ‘A-Town Girl’.

Pero, en ‘Coming Home’, los tempos rara vez se aceleran. Predominan los ritmos lentos que resaltan el talento y sensualidad vocal de Usher. ‘Good Good’, sobre una relación que acaba en buenos términos, sería una buena canción de SZA, aunque sean Summer Walker y 21 Savage los artistas invitados. ‘Cold Blooded’ oscurece el ambiente con Pharrell a los mandos. Y, pesar de su título, ‘Bop’ es la producción más lenta del conjunto y alterna sensualidad con nostalgia: “te echo de menos como a Jodeci, te echo de menos como a Aaliyah”, canta Usher.

Usher cumple especialmente en el apartado de actualizar su marca en el buen single ‘Kissing Stangers’, aunque puede sonar algo desfasado en ciertos puntos del disco. ‘Stone Kold Freak’ habría sido un buen single… en 2010, y cuando Jermaine Dupri aparece por el estudio, por ejemplo, en ‘On the Side’, no aporta nada más que versiones de cosas ya hechas en ‘Confessions’. Tampoco ayuda que el nivel compositivo de ‘Coming Home’ se mantenga en todo momento correcto, con pocos «clímax» a los que agarrarse.

Algunos buenos momentos que reúne ‘Coming Home’ se encuentran en los detalles, en las las percusiones de ‘Margiela’. Y la nostalgia dosmilera de ‘Room in a Room’ ofrece un pequeño regalo a quienes logren llegar al final del disco. En su variedad, en su curada mezcla de estilos, ‘Coming Home’ cumple con la promesa de su título ofreciendo diferentes caras del Usher seductor y enamoradizo que ya conoces. Solo cuando el disco incluye el remix de ‘Standing Next to You’, de Jung Kook, obedeciendo a la dictadura del streaming, a Usher «volver a casa» parece importarle menos.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: usher