El cantante Joost Klein representará a Países Bajos en Eurovisión con ‘Europapa’. Joost llevará a Malmö su habitual propuesta de nostalgia fiestera, valiéndose de su ritmo favorito, el happy hardcore, y de una pequeña dosis de piano house en el puente.
En ‘Europapa’, Joost juega con la pegadiza sonoridad de ese título que parece escrito hasta para que un bebé lo entienda, y con la ayuda de su productor Tantu Beats -presente ya en su single ’Friesenjung’, número 1 en Alemania, Suiza y Austria- entrega un beat machacón que no da tregua.
Pero de happy, este hardcore solo tiene la base, porque la letra es autobiográfica y emocional. Joost, que perdió a su padre y a su madre con tan solo 12 años, con un año de diferencia, recuerda esta circunstancia en la letra de ‘Europapa’, cuando canta que “lo he perdido todo” y que por eso “viajo todos los días porque el mundo es mío”.
En ‘Europapa’, vaya si viaja. A todos lados. Y menciona los países por nombre. Empezando porque quiere salir de “Holanda” pero ha perdido el “pasaporte”, Joost toma un “autobús a Polonia”, un “tren a Berlín” e imagina que visita sus amigos en “Francia” o que “corre hacia Viena”. En todos los casos, Joost viaja solo, acompañado de su dolor, que le persigue.
Así lo expresa en la letra de ‘Europapa’: “Estoy huyendo de mí mismo, pidiendo ayuda todo el día”. En esta huida imparable hacia ningún lugar, una huida de sí mismo, Joost se da cuenta de que no necesita “coches eléctricos”, ni “pescado con patatas fritas”, ni “paella” porque “ni siquiera sé muy bien qué es eso”, sino simplemente que alguien le diga que está haciendo las cosas bien.
Pero lo mejor es que Joost consigue transmitir esta historia sin olvidar de sacar su vena más divertida y macarra. Se saca de la manga una curiosa mención a Stromae, pero también se lo pasa bomba en un videoclip en el que caben referencias al Parlamento Europeo, a la moda pop-punk o por supuesto a su propia infancia. Volviendo a la canción, el subidón instrumental de ‘Europapa’ promete momentazo eurovisivo.