Música

Mother Mother: «Lo mejor que puede hacer un ser humano es no mirar una pantalla nunca más»

¿Es Mother Mother la nueva superbanda canadiense? Esta pregunta no la hacemos nosotros, sino que la ha planteado recientemente un usuario de nuestros foros. Pero Mother Mother no es una banda «nueva» en absoluto, pues, tras su formación en el año 2005, ha publicado hasta nueve discos. El último de ellos, ‘Grief Chapter’, vio la luz hace escasas semanas.

¿Pero cómo ha logrado Mother Mother doblar en oyentes a Arcade Fire en Spotify? La varita mágica de TikTok es la respuesta. Y es la responsable de que, en los últimos años, canciones como ‘Hayloft’ o ‘Verbatim’ hayan vivido una segunda vida comercial, impensada para el 99% de los artistas que, como Mother Mother, han empezado en la música desde la independencia.

Pero el mérito no es solo de TikTok: las canciones de Mother Mother siempre han sido tremendamente pegadizas. Al quinteto canadiense, integrado por Ryan Guldemond (voz y guitarra), Molly Guldemond, Jasmin Parkin (voces y teclados), Ali Siadat (batería) y Mike Young (bajo), no le asusta un buen gancho. Aunque su fundamento se ubica en el indie-rock, también en ‘Grief Chapter’, disco que Mother Mother estará presentando en España, el día 16 de marzo en el Palacio Vistalegre de Madrid, y 17 de marzo en la sala Razzmatazz de Barcelona. Ryan nos atiende vía Zoom para hablar de los temas que atraviesan ‘Grief Chapter’.

Además, invitamos al concierto de Madrid -junto a un acompañante- a los primeros en enviar un mail a jenesaispop@gmail.com. No olvides indicar tu nombre y apellidos.

¿Cómo hace una banda para llegar a publicar un noveno disco?
¡No te separas! Es el mismo consejo que se le da a la gente que sigue casada, que no se divorcie. El trasfondo de este mensaje es que, aunque llegará un momento en el que querrás romper, en lugar de seguir ese impulso, debes ignorarlo y permanecer unido al grupo. Y después de ese bache encuentras un lugar de nuevos acuerdos. Es así con la banda.

¿Y cómo una banda se mantiene inspirada después de nueve discos?
En la composición de canciones siempre hay cosas nuevas que te pueden inspirar de diferentes maneras. La vida es una fuente de inspiración porque es una locura, es fascinante y maravillosa, realmente. Y, como compositor, me resulta fácil mantenerme inspirado porque la vida me mantiene inspirado. Pero, como grupo, el secreto es cambiar y hacer algo diferente en cada disco.

¿De qué manera el «luto» inspira estas nuevas canciones? ¿O hablan más bien de la vida?
En el disco hablamos de la muerte desde la perspectiva de la vida. El disco lo escribimos en un momento muy bueno en nuestras vidas, y cuando las cosas van bien, empiezas a contemplar el hecho de que acabarán en algún momento, empiezas a reflexionar sobre la mortalidad. Cada día es un día más cercano a la muerte. El disco habla de la relación de la vida con la muerte de una manera global, no se refiere a un luto de manera específica.

¿Por qué tenemos tanto miedo a la muerte? ¿No es más terrorífico darte cuenta de que no has vivido?
En este mundo vivimos engañados llevando una vida en este mundo que no tiene que ver con nuestras pasiones ni nuestros intereses. Esa es una parte del puzzle. Pero creo que el motivo principal de ese miedo a la muerte es que estamos tremendamente desconectados de la naturaleza. Y la muerte es una parte natural del ciclo de la vida. Cuando todo muere, el ciclo de la vida empieza de nuevo. Los árboles caen el suelo, después son absorbidos por la tierra, bla bla bla… Con los seres humanos pasa lo mismo, morimos, nos convertimos en polvo y a través de ese polvo regresamos a la sopa cósmica. Pero no pensamos la vida en estos términos. Nos hemos divorciado demasiado de la evolución y del ciclo natural. Pensamos que somos muy especiales, pero no lo somos. Creo que deberíamos vivir la vida pensando en el ciclo de los árboles. Tendríamos una relación más sana con la muerte si lo hiciéramos.

¿Qué es más reconfortante, pensar que después de la muerte hay algo más, o que no hay nada en absoluto?
Pensar que hay algo más. No sé si es reconfortante, pero abrir la mente y el corazón al misterio, a aquello que depara después de la muerte, hace que la vida sea más interesante y que el proceso creativo sea más enriquecedor. Y hace que la vida sea más poética. Y sé que hay personas a las que estas cosas no les interesan y prefieren buscar seguridad en las reglas de la vida tal y como los seres humanos las han definido. Pero otra gente prefiere entregarse a esa cosa mística, a ese interrogatorio misterioso de la vida. Es un interrogante que inspira la manera en que nos relacionamos con otras personas o incluso la manera en la que creamos arte. Yo soy ese tipo de persona.

Has producido algunos discos de Mother Mother, pero no todos. ¿A qué se debe esto? ¿Cuál es el requerimiento?
Cuando otra persona produce un disco de Mother Mother las voces probablemente no suenan tan bien. Yo le pongo mucho esmero en la producción vocal porque sé cómo canto y cómo Molly canta. Y sé cómo hacer que las voces destaquen en las grabaciones de manera interesante e impactante, porque las conozco bien. Cuando nos producimos a nosotros mismos, las voces se convierten en la mejor parte del disco. Y, para mí, las voces son la mejor parte de la banda. Cuando los discos de Mother Mother los produce otra persona, suele pensar en el sonido global de la banda, en hacer destacar a la banda como un todo. Lo cual no es bueno ni malo, solo diferente. Pero, produzca yo los discos o no, siempre estoy presente en el estudio aportando ideas o sugerencias. Cuando Gavin Brown producía ‘Very Good Bad Thing’, yo estaba ahí soplándole la nuca. Probablemente estaba siendo un poco plasta, pero me da igual, me gusta poner mi grano de arena en todo lo que hacemos.

¿Por qué las voces es lo más importante de Mother Mother? Es verdad que en las producciones suenan muy vívidas.
En las canciones pop de autor, en la que hay una voz y una historia, la voz es siempre la parte más importante. En Mother Mother es más importante aún porque la banda la integramos tres vocalistas. Y con tres voces creamos un tapiz armónico. Es un recurso que define tremendamente nuestro sonido.

¿Cuáles son tus vocalistas favoritos?
Frank Black de los Pixies. El cantante de Violent Femmes. Cat Power. Nina Simone. Daniel Johnston. Me gustan muchos cantantes que “no saben cantar”.

No son vocalistas académicos, pero tienen personalidad.
Para mí son sabios y profetas.

¿Qué diferencia este nuevo disco del anterior?
Es más muscular. Le hemos puesto empeño en dar importancia a cada pilar de la banda, incluyendo el bajo y la batería. Todos los elementos del grupo se hacen notar en la música. Por eso es un sonido más rudo.

En ‘The Matrix’ cantas sobre el “9 to 5 suicide”. ¿Qué es la Matrix para ti y cómo se sale?
Todos tenemos que trabajar. No es realista sugerir a alguien que simplemente deje su trabajo. No es tan sencillo. El “9 to 5 suicide” es una metáfora que invita a vivir la vida entregándote a una pasión que te haga escapar de la rutina del trabajo. Cuando lo único que haces es trabajar, tu vida adquiere un tono pálido, deja de ser interesante para ti. En ‘The Matrix’ invito a los oyentes a ponerse en primer lugar y a no dejar de hacer algo por ellos mismos. Eso puede ser practicar guitarra, escribir poesía, esculpir… todo aquello que te haga perder la noción del tiempo. Es importante dar prioridad a estas pasiones que te hacen sentirse presente y vivo. Es difícil porque trabajas durante todo el día y llegas a casa completamente agotado. Puede que la canción sea idealista. Puede que sea beligerante invitar a alguien a “dejar la Matrix”, no lo sé.

Bueno, a veces hay que exagerar el mensaje para que se entienda.
Creo que el trabajo de los compositores es precisamente exagerar las cosas, inflamarlas, trabajar con esa “suspensión de la incredulidad”, para transmitir nuestras ideas.

«No es justo que haya personas a las que simplemente no se les permite ser ellas mismas»

¿’Normalize’ habla de la relación con vuestros fans? Tenéis un fandom considerable en la comunidad queer y LGBTQ+.
La idea de ‘Normalize’ es que la normalidad es algo que hemos inventado. Todo es normal y nada lo es el mismo tiempo. Tenemos muchos fans que viven marginados por culpa de las convenciones sociales, y sabemos lo duro que es eso. Y no es justo que haya personas a las que simplemente no se les permite ser ellas mismas en este mundo. Nosotros nos sentimos tremendamente afines a nuestros fans y queríamos dedicarles un himno.

¿Os ha condicionado de alguna manera vuestra viralidad en TikTok, por ejemplo, a la hora de abordar vuestras composiciones?
No hemos dejado que (nuestro éxito en TikTok) nos condicione a la hora de escribir canciones. No queremos ser ese grupo que escribe canciones pensando en triunfar en TikTok. Pero es cierto que, cuando escribimos un tema, se nos ocurre que una parte de la canción puede funcionar en la plataforma. Pero esa reflexión ocurre después de escribir la canción. Sobre todo, TikTok ha cambiado la manera en que nos relacionamos con nuestros fans. Ahora es más real y auténtica, porque es más cercana. Y creo que para todos los artistas es lo mismo. Todos los artistas nos estamos intentando ajustar a esta nueva “realidad Facetime” en la que la interacción entre bandas y seguidores es más desnuda y vulnerable. Es una bendición y una maldición, al mismo tiempo.

¿Tienes TikTok?
La banda, sí, pero nosotros individualmente no. Creo que lo mejor que puede hacer un ser humano biológico es no mirar la pantalla de un ordenador nunca más en la vida. Eso si quieres hacer lo mejor para tu organismo. Pero, claro, somos una banda y no vivimos en el bosque, así que tenemos que estar online.

¿Qué queda de los Mother mother de 2005 que empezaban y qué falta?
Queda el amor por componer canciones. Y el deseo de hacer algo único. Y lo mucho que esto nos sigue importando. Cuando empiezas, cuando eres joven, todo lo sientes de manera mucho más intensa. Vives y respiras la música. Eres más ingenuo también. El mundo es nuevo, descubres todo por primera vez. Esto sigue con nosotros, quizá no de manera tan grande e intensa, pero sí en la forma de una pequeña llama azul que sigue viva. Y esa es la energía que nos mantiene en el camino.

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Publicado por
Jordi Bardají