Metrika es una rapera de Castellón que se ha dado a conocer a través de un puñado de singles y mixtapes en los que alterna letras explícitas o emocionales con ritmos industriales inspirados en el reguetón y el trap. Esta fórmula le ha dado éxitos de títulos tan sonoros como ‘Ya t has corrido?’, ‘Barbietúricos’, ‘Ave María Putísima’ o ‘Semen Up’. Por otro lado, las mixtapes de Thais Amores García se han ido sucediendo sin prisa pero sin pausa en el último par de años: entre 2022 y 2024 han visto la luz ‘Fiat Voluntas Tua’ (2022), ‘La Minixxxtape de las Zorras’ (2022), ‘Ceremonia’ (2023) y, hace unas semanas, ‘Madre Fundadora’ (2024).
Metrika, además, es una de esas voces que reivindican su bisexualidad y, por ejemplo, en Shangay ha pedido que se deje de «hipersexualizar» a las mujeres bisexuales. Metrika habla de su bisexualidad en una nueva sección de «Meister of the Week» comisariada por Jägermusic.
¿Por qué has elegido hablar de bisexualidad en esta sección?
Yo soy una chica bisexual y creo que es una orientación bastante invisibilizada ya que lo común es la monogamia y depende de con quien te vean se asume una cosa u otra.
Parece que los bisexuales siguen siendo lo más invisible de las siglas LGTBIQ+. ¿Estás de acuerdo?
No diría que lo más invisible, hay muchas orientaciones sobre las que se habla menos.
¿Has tenido referentes bisexuales en el mundo de los artistas? ¿Cuáles han sido?
Nunca me he fijado en la orientación sexual de nadie realmente, pienso que eso es algo personal de cada uno y me da exactamente igual.
¿Sigues referentes bisexuales en las redes que hablen del tema? La influencer extremeña Rocío Esperilla es especialmente visible en Instagram.
No, no sigo a nadie.
No pocas canciones en los últimos años han hablado de la bisexualidad normalizándola, como ‘Bisexual’ de Cariño o ‘Dual’ de Dorian y Pimp Flaco. ¿Alguna que recomiendes?
‘2+1’ de Judeline me gusta porque habla de la bisexualidad entre hombres también. Mi canción ‘Al gimnasio en tacones’ habla de las chicas bisexuales que salimos con chicos, sin que eso cambie nuestra orientación.
¿Crees que demasiada gente incluso a día de hoy entiende que la bisexualidad significa ser hetero y homosexual al mismo tiempo, cuando ser bisexual es ser bisexual?
Seguramente. O gente que piensa que somos viciosos y punto. Yo misma he creído que realmente no era bisexual porque ha habido épocas en las que me han gustado más los chicos, y otras en las que me han gustado más las chicas. Pero ser bisexual no va en porcentajes de nada.
Tú misma aludes indirectamente a tu bisexualidad en temas como Semen Up o Zorrona o en otros temas donde usas pronombres masculinos y femeninos o hablas de clítoris y pollas indistintamente. ¿Algún tema de tu repertorio del que quieras hablar especialmente, en este sentido?
En verdad casi todos. Depende de cómo me pilles. En todos mis temas digo lo primero que se me pasa por la cabeza. Si ese día que escribo tengo en mente a una chica hablo de ella, y si tengo en mente a un chico hablo de él.
«A las etiquetas en mi generación les damos tan poca importancia que las usamos súper a la ligera y eso me encanta porque hace que a la gente le importe menos todo»
¿Qué te parece cuando los fandoms han atribuido una bisexualidad a Harry Styles o incluso se han imaginado una relación amorosa entre este y Louis Tomlinson? ¿Son las boybands espejos del deseo femenino hasta ese punto? ¿Es inevitable que surjan fan fictions de este tipo?
La mayoría del fanatismo es muy tóxico. Creo que se puede admirar a alguien sin meterse en su vida.
Cuando lees cosas como Arkano contestando que “ha comido pollas” para confirmar que es bisexual, ¿te parece que reduce la bisexualidad al sexo? ¿El enamoramiento, la atracción a la persona al margen del físico, queda en un segundo plano cuando se habla de bisexualidad?
Para nada. Creo que es una buena forma de darle visibilidad porque, aunque te sientas atraído románticamente por alguien, es como que a la gente no le vale, la gente tiene que ver que estás con alguien de tu mismo sexo para validar que eres bisexual. Entiendo muchísimo el punto al que se refiere.
La noticia de la relación entre Rosalía y Hunter Schafer ha dado lugar a muchos mensajes tipo “sabía que Rosalía era lesbiana” o apelando al “bollerismo” por parte de personas del colectivo. ¿Crees que estos mensajes invisibilizan la bisexualidad o no hay que darles mayor importancia?
Creo que a las etiquetas en mi generación les damos tan poca importancia que las usamos súper a la ligera y eso me encanta porque hace que a la gente le importe menos todo. Si estás encoñada de una tía y, aunque te gusten también los chicos, te apetece decir que eres súper lesbiana, hazlo. Al final del día te va a seguir gustando lo que te gusta te quieras llamar bisexual o no. Pienso que las etiquetas son geniales para que los niños crezcan sabiendo que no son raros y que está bien se sientan como se sientan, que hay más gente como ellos, que no se sientan solos. Pero, con el ejemplo de Rosalía y Hunter, reafirmo más mi creencia de que realmente, y más ahora mismo entre la gente joven, nos da muy igual cómo nos llamen.
¿La bisexualidad se utiliza como herramienta de márketing aún a día de hoy, o la época de ‘I Kissed a Girl’ de Katy Perry queda lejos en el tiempo?
Depende hacia qué público vaya dirigido, es posible. Hay una fina línea entre normalizarlo y aprovecharse de que llame la atención. Creo que las dos cosas pueden ir muy de la mano, porque cuando sigue llamando la atención que a una persona sea bisexual, es que aún queda mucho por hacer, y se puede aprovechar el altavoz que te da ese marketing para ello.