Es probable que te hayas olvidado de Local Natives. La banda de Los Angeles podría ser una de las que enumeraba Sebas en su crítica de ‘Only God Was Above Us’, y muchos podrían haber dado por hecha su separación, ya que no habían editado material nuevo desde el interesante ‘Violet Streets’ de 2019. Y lo cierto es que estuvo a punto de ser así… pero la propia banda cuenta que su primer bolo post-confinamiento (en el Greek Theater de su ciudad) fue “un momento precioso de comunión con nuestros seguidores que no olvidaremos nunca”, uno que les devolvió la ilusión e hizo que los temas nuevos fuesen tomando un cariz distinto. Así, volvieron al estudio, y en las mismas sesiones grabaron ‘Time Will Wait For No One’, publicado hace menos de un año, y este ‘But I’ll Wait For You’.
Desde el mismo título se puede ver que ambos forman parte de un mismo volumen, en el que “no es que esta segunda parte sea una respuesta a una pregunta, más bien una exhalación a una inhalación… hay muy pocas cosas que podamos controlar, pero, en medio de este caos, podemos elegir estar ahí el uno para el otro”, reza la propia nota de prensa. Producido con John Congleton (St. Vincent, Angel Olsen, Death Cab for Cutie), Michael Harris (Lana del Rey) y Danny Reisch (Other Lives), ‘But I’ll Wait For You’ tarda en arrancar, pero en ‘Neon Memory’ la cosa empieza a remontar el vuelo, recordando un poco a los últimos Radiohead. Curiosamente, otra de las canciones se llama ‘Ending Credits’, aunque no hay parecidos con ‘Exit Music For A Film’… pero sí que podemos volver a acordarnos del bueno de Thom en ‘Raincoat’, otro punto fuerte del álbum.
Eso sí, lo mejor del disco está en su traca final. ‘April’ es un buen primer single (con videoclip inspirado en ‘La Conversación’ de Coppola, por cierto) en el que vemos que el ya iniciado acercamiento a Tame Impala sigue bastante presente, y al que le sienta genial la mezcla de percusión con la distorsión de guitarras. Y el nivel no baja gracias a ‘Walk before you run’ (con curioso giro en la segunda parte) y, sobre todo, al tema que da título al disco y además se encarga de cerrarlo. ‘But I’ll Wait For You’ es una balada con crescendo épico y cierto regusto a las “baladas de estadio” ochenteras (salvando mucho las distancias, puedes pensar en Steve Perry en ese final), y que destaca un aspecto donde el disco no se luce demasiado: las letras.
Aunque hay buenos momentos al respecto, como en ‘April’ (“cause even when it’s all over / it feels like there’s still time”) o ‘Ending Credits’ (“cut to us in the parking lot / her eyes say that she’s moving on / my first love in my first car /my first gut punch”), el disco se mueve entre las que son un tanto genéricas, y algunas metáforas que en nuestro país cultivaría gente como Izal. Pero, en ocasiones, el pasar tan cerca del cringe funciona, y es el caso de la mencionada ‘But I’ll Wait For You’: “seagulls soaring over trash, is there something that can last? / if you’re living on a plastic island / send up a flare, light on the air / tell me you’re there”.
En cualquier caso, es verdad que Taylor, Kelcey, Ryan, Matthew y Nik siguen sin encontrar un sonido que les termine de diferenciar… pero, si tienes claras tus expectativas, puede que tampoco sea necesario de momento. Los “te gustará si te gusta” que solemos poner son bastante significativos: si te gustan esas bandas, quizás no te mueras por ir a un concierto de Local Natives, pero sí que mirarías el precio (estos días hay que hacerlo más que nunca) y le darías un pensamiento al asunto.