Música

Blondie exhiben un setlist legendario en Mallorca Live Festival

Un día antes de que arrancara Mallorca Live Festival -cuando hay que ultimar los detalles de escenarios y recinto- cayó tal cantidad de agua en algunas partes de la isla que el aeropuerto se inundó. Circularon vídeos de algo que parecía de todo menos un «duty free». Para el jueves, alguien había dicho «aquí paz, y después gloria» y allí ya se vendían colonias como si no hubiera mañana. A lo sumo, se retrasaron y reubicaron algunos vuelos, pero para cuando llegó la hora de abrir el recinto, nadie habría adivinado cuál había sido el estado del aeropuerto menos de 24 horas antes.

La organización celebró una primera jornada excelente, en el punto medio perfecto entre festival de gran formato y comodidad (Low y Warm Up podrían ser sus primos hermanos), y lo que es mejor, dieron con varios conciertos en cuanto a programación que van a ser muy difíciles de olvidar. El primer show que muchos podíamos ver de Blondie, el bonito regreso a casa de Rels B y el primer concierto que Sprints realizan en nuestro país.

Uno está tan acostumbrado a ir a festivales -es mi trabajo- que a veces me he encontrado viendo a Vetusta Morla, Viva Suecia o Love of Lesbian tres semanas consecutivas. Hace nada vi dos conciertos muy parecidos de Phoenix con 5 días de diferencia. Pues bien. Pocas veces he visto cosas tan divertidas como un show de Blondie, no tan habituales entre nuestros festivales quizá por una cuestión de caché, seguido de un show de La Élite.

Deborah Harry y los suyos aparecieron sobre el escenario unos 10 minutos tarde, debido al pequeño retraso que habían ido acumulando a lo largo de la tarde los uruguayos No Te Va Gustar y Dani Fernández. Pero en cuanto sonó la última nota de este, Blondie estaban «ready» y lanzaron la primera a la yugular: ‘One Way or Another’, una de sus canciones más escuchadas.

El set fue una sucesión de hit tras hit de quitarse el sombrero. A menudo los cabezas de cartel de festivales se hacen de rogar para tocar sus canciones más populares. Se cansan de alguno de sus grandes éxitos, rechazan uno concreto o incluso lo destrozan con una versión imposible que nadie pidió. Blondie, en cambio, no se andan con remilgos y ofrecieron las versiones que todos conocemos de pepinacos como ‘Hanging On the Telephone’, ‘Sunday Girl’, ‘Rapture’, ‘The Tide Is High’, ‘Atomic’ o finalmente ‘Dreaming’. No faltó ni una y además sumaron curiosidades como ‘Long Time’, un tema más reciente que hicieron con Dev Hynes, “Blood Orange”, como Deborah subrayó ayer.

Harry tuvo problemas para alcanzar los agudos que conocimos en temas como ‘Call Me’ o el falsete de ‘Heart of Glass’. ‘Maria’ parece interpretada en algún momento incluso en otro tono. Esto ya se vio en la regrabación de algunos hits que realizaron hace unos años, y en cualquier caso es suplido con un derroche de elegancia (esas deportivas), actitud (esa camiseta PUNK) y fuerza (esa batería de Clem Burke). Ver la imagen de Debbie es muy evidente que significa estar viendo una parte de la historia, y de eso dan buena cuenta incluso los muchos adolescentes que ven el show. Es cierto que muchos aguardan a Rels B casi con ansiolíticos en la mano, pero juro que vi cantar al menos a tres, canciones que no eran ni ‘Maria’ ni ‘Heart of Glass’.

Las proyecciones muestran pedazos de Nueva York desde el primer momento, también imágenes adulteradas de iconos como Marilyn Monroe, siendo especialmente significativa la exhibición de Arte Pop en ‘X Offender’, la canción que lo empezó todo. Deborah Harry volvió a contar la historia de sus inicios, y también el error de aquella emisora que pinchó por equivocación ‘In the Flesh’. Fue su salto a la fama. Siempre se mostró sonriente, cercana y encantadora. En resumen, ofrezco desde este espacio un riñón a la persona que recogió anoche sus gafas de sol lanzadas al público, ya a primera hora de la noche.

Sin ni un segundo de tregua para respirar, pedir un vino (hay blanco) o subir un Stories, fue terminar Blondie y en el Escenario Endesa, contiguo, empezar La Élite. El grupo no había tenido tiempo de hacer una prueba de sonido demasiado exhaustiva, pero no se notó nada. Los pogos no faltaron en las primeras filas ni tampoco sus bromas habituales. Una se dedicó al nuevo partido ultraderechista Se Acabó la Fiesta, al que retaron que ahora «empezaba la fiesta» de verdad. En otro momento pidieron que la gente sacara los mecheros para lo que seguro que no iba a ser una balada en absoluto. El público reaccionó lanzando al escenario dos. Y sobre todo divirtieron hits habituales como ‘Contento de ser feo’, ‘Bailando’, ‘Nuit Folle’ o esa versión de ‘Autosuficiencia’ de Parálisis Permanente que David Burgués interpretó tirado en el suelo.

Xavi Torrent

Al mismo tiempo tocaban en el Escenario Innside Love of Lesbian, que también reflexionaron sobre el resultado de las Elecciones Europeas. Santi Balmes bromeó sobre presentarse dentro de 5 años, «para que el circo sea aún más espléndido». Durante algunos años no ha sido tan habitual que Love of Lesbian toquen aquella chorrada tan divertida que se llamó ‘Si dices Ben, yo digo Affleck’, y su recuperación en el setlist de este año es la prueba de que el grupo tiene ganas de entretener. Por supuesto sin descuidar las texturas de esas canciones de 5 minutazos y más que caracterizan su repertorio. Cerraron con esa especie de jingle que es «Fantástico», sí, pero después con una detallista ‘Club de fans de John Boy’. Para esta, el Mallorca Live se vino arriba, bailó y grabó con los móviles, porque para eso «todos los raros fuimos al concierto».

Rels B estaba dando casi a la vez un gran concierto en el escenario principal, Estrella Damm, pero incluso cosas más grandes asegura que están por venir. El artista prometió un «show gigante» en el futuro. «Este es solo el calentamiento», justificaba sin que nadie entendiera por qué. Era el set del mallorquín cuco en sus dos alturas, con Buco a los platos y las coristas a la derecha, y una serie de músicos a la izquierda. Un homenaje a los grandes conciertos americanos de R&B, con nombres como Prince, Justin Timberlake o Bruno Mars en mente. Quizá Rels B sentía que le faltaba algo de parafernalia, pero no era así. El artista tiene voz, historias que contar, mucho hit y lo que quiera que crea él que le falte lo suplirá siempre con lo guapo que es (sorry, todo cuenta en la industria del pop).

Industria contra la que se quejó, por cierto. Porque el público se lo cantó todo, desde temas de hace un lustro como ‘A mí’ a otros que acaban de salir, como el reciente ‘La vida sin ti’. Pero si el show fue noticia por algo fue por los mensajes que Rels B lanzó entre canción y canción. El artista jugaba en casa, se mostró emocionado de volver a Mallorca y «representar la isla allá donde va», quejándose de que ese mismo día se había encontrado una playa llena de basura, a causa de la invasión turística. «¡Putos alemanes, nos tienen conquistaos! ¡Qué peste a crema!», bromeó. Curiosamente, un chaval de unos 20 años y con bastante pinta de alemán embadurnado de crema, se pasó el show grabándole Stories.

En cualquier caso, Rels B estaba exultante, y se notó cuando dedicó el dembow de ‘La prisión’ a lo malo que hay detrás de las cámaras. «El mundo de la música está lleno de oscuridad. Por eso lo queremos dejar todos los días. Pero por días como hoy, merece la pena (…) Vivimos de la música. No salimos en la radio, no salimos en la tele. No somos payasos. Somos músicos viviendo de la música». La proyección final de ‘a new star (2 0 2 4)’ certificó que había sido un concierto muy emocional. Un regreso a casa precioso.

Andrés Iglesias

De nuevo, sin descanso, a su término, en el escenario contiguo aparecieron Sprints. Está siendo un gran año en lo musical, y los discazos de Beyoncé, Billie Eilish, Charli XCX, Alizzz, Viva Belgrado o Vampire Weekend me habían hecho olvidar lo buenísimo que es el debut de los irlandeses. Sonaron atronadoras canciones como ‘Heavy’, ‘Adore Adore Adore’ o ‘Up and Comer’ -también su versión de Le Tigre- en la que fue una de las mejores presentaciones de un debut que he visto en mucho tiempo (sorry, Alcalá Norte). Karla Chubb parecía un poco desesperada tratando de animar el público -quizá esperaba más gente-, pero las 100 o 200 personas que pasaron por ahí seguro que repetirán. Pensaba que Primavera Sound era quien se quedaba estos debuts-hypes-revelación sistemáticamente, pero Mallorca Live puede presumir de haberse quedado exactamente el mejor. Sprints anunciaron que volverán el año que viene. Atentos todos los fans de Hole, Fontaines DC, Wolf Alice.

A primera hora de la tarde también habían ofrecido un buen concierto Júlia Colom, encantadora contando que ‘Olivera’ era su canción favorita; o No Te Va Gustar, un grupo uruguayo de rock que celebra sus 30 años en la música. Tienen la particularidad de incorporar vientos y reggae en buena parte de su repertorio. También, ya en el pequeño escenario de Radio 3, Vangoura, que retienen el espíritu del viejo indie solo que adaptado a los nuevos tiempos. Suenan como una mezcla de lo-fi, R&B y urbano siendo un cuarteto pop-rock y sus letras sobre desamor tienen todo el encanto. Además, nos ganaron contando que ya habían venido al festival como público.

Mención especial merece la apuesta por los músicos en el festival. No solo los esperables y Rels B. Funzo & Baby Loud, que tuvieron a bien realizar adaptaciones breves de ‘Follow the Leader’ y ‘La Gasolina’, hablaron de «la vuelta de los músicos»; y hasta tres guitarras contando la propia presentó Dani Fernández en su concierto de punk-pop-muy-pop. Entre arengas constantes tipo «no se oye nadaaaaa» a un público bastante numeroso, para tratarse de otro de los escenarios pequeños, Fernández presentó una versión de la que denominó su banda favorita, Supersubmarina.

Mallorca Live continúa hoy con las actuaciones de Underworld, Michael Kiwanuka o Milli Vanilli, y lo hará mañana con -atención, que vienen curvas-, Pet Shop Boys, Aitana, Belle and Sebastian, _juno, Rodrigo Cuevas y Arde Bogotá, siempre entre muchos otros.

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Publicado por
Sebas E. Alonso