Música

Pet Shop Boys aguantan la embestida de Aitana en Mallorca Live

La jornada final de Mallorca Live se acercó a las 25.000 personas. Eso significa que fue la más concurrida, y también que las colas que se formaron para entrar a ver a Aitana a las 21 horas fueron tremendas. Por suerte, la cantante pudo retrasar unos minutos el set. El principio, orgiástico con ‘Los Ángeles’, era para no perdérselo.

Es una anomalía ver a una cantante de pop salida de OT que además llena Bernabéus, actuar en un festival de tradición ligeramente más indie. Aitana además tiene una parte de público más infantil que acude a sus sets acompañada de sus padres, como ayer fue visible en Mallorca Live. La cantante justificó la inclusión de baladas en su setlist porque se debe a esos fans más fieles, pero son las canciones de ‘alpha’ y singles sueltos como ‘Mon Amour’ los que logran una atención más transversal. De hecho, presenta esta como su “canción más importante” pese a ser una colaboración, porque es la que se saben “padres, tíos y abuelos”.

Aitana sabe conectar con el respetable en el sentido de que reconoce que le impone actuar en un festival, agradece las pancartas, las Nancys que ha llevado la gente, asegura que tiene una conexión con Mallorca y que se va a quedar unos días. Solo le juega una mala pasada el micrófono que no quiso sonar durante ‘2 extraños’, pero jamás nadie lo recordará. Sí el modo en que se come la cámara cada vez que la enfocan.

El show luce además trabajado en cuanto a coreografía y juegos escénicos. En relación con las letras, por momentos resulta bastante teatral. Si acaso los bailarines tienen margen de mejora sobre todo en gesticulación. Cerrar los ojos y fingir que te duele mucho algo para intentar transmitir intensidad no es haber recibido la mejor dirección de actores posible. Pero el concierto en general es muy resultón, por ejemplo en el paso de la esperada ‘miamor’ -la de la coreografía sexual tan polémica, además aderezada con titulares salidos de madre extraídos de webs y teles- a ’24 Rosas’… para la cual el micrófono de repente se ha llenado de rosas.

Son igualmente un divertimento los muchos samples del set. Eurythmics asomándose por ‘Pensando en ti’ antes de que Mallorca se transforme en un homenaje a Whighfield con ‘Las Babys’, o Avicci en última instancia. Muchos se quedarán con el recuerdo a Sebastián Yatra en acústico, pero ‘Las Babys’ habría sido un fin de fiesta sublime, de no ser porque ella prefirió añadir luego otro hit más, ‘Formentera’.

Visto el llenazo de Aitana, llegué a pensar que la gente incluso abandonaría el recinto después de su set. Cosas más raras se han visto. Pero tal cosa no sucedió. Mallorca nunca había visto un concierto de Pet Shop Boys y había muchas ganas. Neil Tennant y Chris Lowe corrían el peligro de repetir los trucos ya vistos en giras recientes. El set de las farolas que luego torna en pista de baile. De ’Suburbia’ y la imponente a ‘Can You Forgive Her’ al obligado bis con ‘West End Girls’ y ‘Being Boring’ pasando por hits como ‘Rent’, ’So Hard’, ‘Go West’ o ‘It’s a Sin’. Pero el público no se cansa de verlo porque es imposible no celebrar tales temazos, y además hay algunas novedades.

Están ya incorporadas canciones de su último álbum como ‘Dancing Star’ y ‘Loneliness’, destacando la función catártica que cumplen en el repertorio especialmente cuatro canciones: la adaptación de ‘Where the Streets Have No Name’, ‘Left to My Own Devices’, ‘Always On My Mind’ y -sorpresa, sorpresa- la relativamente reciente ‘Vocal’. A pesar de un sonido algo bajo en algunos puntos, de allí no se movió nadie o casi nadie. Todo el amor del mundo por la banda de culto.

Xavi Torrent

Como agobiados porque coincidían en parte con Pet Shop Boys, Belle & Sebastian optaron por un repertorio más directo a la yugular que en Tomavistas. Fue muy duro irse de allí cuando ya solo en la primera mitad estaban sonando cosas como ‘I’m a Cuckoo’, ‘Get Me Away from Here, I’m Dying’ o ‘I Want the World to Stop’. Stuart Murdoch tenía ganas de entretener y de nuevo se mezcló con la gente.

El concierto más bonito de la noche sin duda es el de _juno. Coincide con The Blaze -algo lineal, lo poco que vi, si me preguntan-, y bromea Martí Pernarnau IV con que Zahara esperaba «42 personas» en el Escenario Endesa. Pero hay unos cuantos cientos más de eso y la energía y dedicación del público es espectacular. Son las canciones de _juno tan pronto sentidas y emocionales como raveras y bailables, y el dúo, frente a frente sobre el arsenal de sintetizadores y teclados, y vestido con sendos monos blancos, las entona o dispara como si de un proyecto paralelo anecdótico no se tratara. Siempre he pensado que _juno era un proyecto ideado para el Sónar y de alguna manera su show fue como trasladarse allí durante una hora. Preciosas ‘_La canción que no vas a hacer hoy’, ‘_BCN626’ o ‘Casa murada’, además de la imprescindible adaptación de Extremoduro featuring Alicia Keys. Unos genios.

Cerraron la noche Arde Bogotá, que actuaron con media hora de retraso y se rieron de sí mismos soltando enseguida esa canción que dice «ven a bailar, cariño, nuestra canción de mierda»; Virginia Díaz pinchando hits tipo Rigoberta Bandini en el Escenario Radio 3; o el elegante set electrónico de un John Talabot que creía desaparecido. En las primeras filas del Escenario Club, puedo asegurar que olía a Berghain.

Selectormarx
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Publicado por
Sebas E. Alonso