Música

AURORA / What Happened to the Heart?

A AURORA le “cambió la vida” leer una carta escrita por un grupo de personas indígenas que pedía una “revolución” para combatir el cambio climático, una “respuesta colectiva” dirigida a “sanar la tierra” a través de “nuestros corazones”. El título de ‘What Happened to the Heart?’, el nuevo disco de AURORA, implica precisamente que algo se ha perdido por el camino, que el ser humano va a seguir estando perdido, cuanto más desconectado de su origen, es decir, de la naturaleza. Es un mensaje importante y necesario, que AURORA va plantando a través de los 16 cortes de este nuevo trabajo.

Uno de los temas recurrentes en ‘What Happened to the Heart?’ precisamente es el de la desconexión entre cuerpo y alma. En ‘To Be Alright’, AURORA se pregunta “qué valor tiene la vida si no puedes bailar, si no puedes sangrar”. En ‘My Body is Not Mine’ ni siquiera siente su propio cuerpo. Y en ‘Some Type of Skin’ predice a Billie Eilish cuando pide: “Hit me hard where I am soft”.

El trauma generacional (‘Invisible Wounds’), la amenaza de la propia familia (‘The Conflict of the Mind’) o el rechazo a la vida moderna (‘Starvation’) son otros temas que atraviesan las canciones del nuevo disco de la cantante noruega autora de ‘The Gods We Can Touch‘ (2022). En especial, su preocupación por la muerte marca el camino de manera inolvidable.

Lo hace desde el inicio. En la majestuosa ‘Echo of My Shadow’, AURORA encuentra la paz en su propia muerte: “Jóvenes montañas, viejos ríos, les dejaré que se transformen en mí”, canta. Y en la folk ‘Earthly Delights’ pinta la inmortalidad de condena, dibujando una escalofriante retrato de la mortalidad: “Cuando el tiempo al fin me consuma, rota e impía, deja que mi cuerpo vague, lejos de aquí”.

El discurso de AURORA es rico y su forma, poética. Su voz sigue siendo asombrosa. En lo musical, ‘What Happened to the Heart?’ no se desvía de ese sonido de pop épico y barroco que nos ha enamorado de AURORA. Es continuista -no demasiado evolucionado- aunque enriquecedor y grato de escuchar en el mejor de los casos. En el peor, el tracklist habría agradecido tijera sobre todo en la segunda mitad.

A AURORA le siguen plagando los katebushismos de siempre, aunque en ‘To Be Alright’ le sale una canción que compite por ser la mejor de su carrera. En ‘Your Blood’ deja entrar la luz para facturar un “stomper” folk-pop de los buenos y su mensaje “me niego a morir”, inspirado en la guerra de Gaza, no puede ser más relevante. Y en el saco de las baladas brilla el dream-pop folk de ‘The Conflict of the Mind’ porque si algo sabe AURORA es escribir una melodía que se te mete debajo de la piel.

Después ni recordar a Florence, o a Siouxsie, o evidentemente a Kate Bush o a Björk, salva a AURORA de meterse en un interminable valle compositivo, en una segunda mitad en la que los singles aptos para el público general escasean sobremanera. Ni el banjo sin alma de ‘A Soul with No King’, ni la narcotizada colaboración con Ane Brun en ‘My Name’, ni la familiaridad excesiva de ‘Do You Feel’, consiguen evitar el tedio. Y aunque el ritual de ‘Starvation’ se adapta al personaje, su mensaje “cuando la web caiga, ¿será nuestra vida mejor?” roza la anti-modernidad. Ella está preocupada porque “la IA está reemplazando el arte, el arte está siendo sustituido por ordenadores”. ¿Debe cundir el pánico?

Pero la gran sorpresa de ‘What Happened to the Heart?’ la pone una de sus pistas finales. ‘My Body is Not Mine’ es IDM adaptado a la sensibilidad de AURORA, una producción mecánica y bailable que se desahoga en un final catártico. No le pedimos a AURORA que haga un disco dance, pero la sensación de continuismo en ‘What Happened to the Heart?’ es demasiado evidente como para no subrayarla. Eso sí, cuando se pone existencialista, a reflexionar sobre la vida y la muerte, o cuando se pone a cantar como si literalmente se hubiera arrancado el corazón del pecho, no hay quien le tosa.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: aurora