«Kesha ha celebrado su independencia, como Estados Unidos, publicando nuevo single este 4 de julio, el primero que edita a través de su propio sello, Kesha Records. Y es inolvidable, desde luego. Sobre el papel, ‘Joyride’ debería molar: es una producción sumamente extraña, marcada por el insistente sonido de un acordeón que marca el ritmo junto a la base dance; incluye efectos de bocina y, sobre todo, parece diseñada para devolvernos a la Kesha mamarracha que nos divirtió hace unos años con ‘Tik Tok’ o ‘Timber’, poniendo voz de pija californiana que se bebe hasta el agua de los floreros (y estás deseando sea tu mejor amiga).
Mucho ha llovido desde entonces y ‘Joyride’ no captura ese espíritu desenfadado de la Kesha inicial aunque lo intenta muy fuerte. Las frases suenan meditadas aunque quieran parecer espontáneas: «this party sucks», «I am a bitch», «you want kids? I am MOTHER». Vale, yo también leo Twitter: imagina no decir madre. Cuando Kesha canta «métete en el coche, loser», en realidad hace que prefieras ir andando. No te sientes «cool» como Lindsay Lohan.
A Kesha hay que aplaudirle no haber hecho una canción predecible. En su caótica e impenetrable mezcla de dance-pop, algo parecido a la polka, vocoders y versos de «bad bitch» pero impostados, ‘Joyride’ no se parece a nada. Y espero no siente precedente, porque, más que «alegría», ‘Joyride’ parece un instrumento de tortura. Más que en el Día de la Independencia, debería haber salido en Halloween: es escucharla y querer salir corriendo». Jordi Bardají.
«Kesha lleva años en un “resurgir”. El capote que le echó Zedd en la excelente ‘True Colors’ fue calificado por muchos fans como “su resurgir”, y el lanzamiento de ‘Rainbow’ con la épica de ‘Praying’ también fue “su resurgir». A nivel comercial todo estaba muy lejos de los números que hizo con Dr. Luke, y ya no digamos ‘High Road’ y ‘Gag Order’, otros dos “resurgires”. Kesha ha sacado grandes canciones en este tiempo (y ‘Gag Order’ me parece un discazo), pero es verdad que se le resistía “el bop”, todos esos temazos petardos que tenían ‘Animal’ y ‘Warrior’, así que incluso a sus fans nos costaba convencer a los demás de que el talento para eso no solo estaba en Dr. Luke. Hasta ahora. ‘Joyride’ es un «resurgir» en cuanto a esos bops, y es la prueba de que Kesha no era ninguna muñequita a la que le indicasen hacerse la mamarracha, de que era ella la que metía a Dahmer en una canción llamada ‘Cannibal’ o la que cantaba con Iggy Pop sobre cucarachas follando.
¿Lo habrá estado manteniendo a raya para que, si algo más comercial tenía éxito, fuese ella (ahora independiente) quien disfrutase de los beneficios? Seguramente no, pero uno llega a pensarlo, porque en ‘Joyride’ no hay intensidad que valga: esto es un despiporre que entiendo que a muchos les resulte un cuadro, pero es lo que la hace tan buena. Zhone, uno de los productores de ‘Rush’ y también de temas de Paris Hilton, se une a Kesha en una canción que parece una mezcla entre los temas de (ejem) Kim Petras para ‘Slut Pop’ y el ‘Dragostea din tei’ de O-Zone, que incluye unos coros teatrales y un puente donde juega con la distorsión.
‘Joyride’ es tosca y caótica, pero es que, frente a canciones que quieren parecer sucias, ‘Joyride’ ES sucia, y se deja la sutilidad en casa nada más arrancar con el “are you a man? Cause I’m a bitch”. Kesha demuestra que se adueña de cualquier cosa y nos deja una buena lista de one-liners con “keep it kinky but I come first”, “a label whore, but I’m bored of wearing clothes”, “you want kids? Well, I am Mother” y, por supuesto, su estribillo. Para mí, una de las canciones del verano». Pablo Tocino.