Khalid llega a su tercer disco convencido de que se ha “encontrado como artista”. Después de debutar cuando era apenas un adolescente, en 2017 con ‘American Teen’, al que siguió el decepcionante ‘Free Spirit’ (2019), Khalid se ha tomado cinco años para meditar su siguiente paso. Pero ‘Sincere’ suena tan meditado, tan pensado, que pierde la noción de la realidad, ahogado en su propia bruma.
‘Sincere’ es ejemplo de aquello que se llama “vibe album”, que es una manera de decir que la atmósfera reina por encima de las composiciones. Musicalmente, Khalid no prueba nada especialmente nuevo; aquí siguen habiendo influencias del trap, armonías del R&B de Brandy y guitarras a lo bedroom-pop, todo hilado por la bonita voz de Robinson. Hay menos singles, eso sí.
‘Adore U’ es otra bonita canción llamada así, tras las propuestas por Miley Cyrus y Harry Styles. Khalid, enamorado, pero inseguro porque su novia, que ha sufrido «abusos», no confía en él (Khalid canta sobre este tema a lo largo de todo el disco), plantea aquí los dos temas principales de ‘Sincere’, el (des)amor y las drogas. A Khalid le gusta el amor y también le gusta “fumar”. En el single ‘Ground’, de sonido trap y R&B, pasa a los psicodélicos.
Tanto humo en el estudio debe haber adormilado a los compositores y productores de ‘Sincere’ porque estas no son las 16 canciones más sólidas que ha escrito Khalid. Algunas, como ‘Ground’ y, sobre todo, la sensual ‘It’s All Good’, logran un buen equilibro entre atmósfera y composición. Otras, como la acuática ‘Who’s There to Pick Me Up’, son difíciles de encontrar debajo de la producción.
Entre grandes “dosis” de melodías narcotizadas, ritmos aletargados y guitarras bañadas en reverberación, como las ofrecidas en, ejem, ‘Dose’ o ‘Broken’, destaca en ‘Sincere’ un sample insospechado, el de ‘Unthinkable (I’m Ready)’, la mejor canción de Alicia Keys (no lo digo en serio; bueno, solo un poco), en el primer single, ‘Please Don’t Fall in Love with Me’. ‘Sincere’ no corre riesgos similares ni antes ni después.
Por necesidad también sobresalen en ‘Sincere’ sus dos composiciones más pop, ‘Everything We See’ y ‘Heatstroke’. A Khalid se le da mejor copiar a Fleetwood Mac que a Ethel Cain, como hace en ‘Decline’ (no tengo pruebas pero tampoco dudas). Si copiara más las melodías de estos artistas, a Khalid le saldrían discos que poder escuchar de manera activa, y no solo de fondo.