Sofi Tukker llegaron a tener un título provisional más elegante que «PAN» para su nuevo disco. Sin embargo, les pareció más importante resultar divertidos y no tomarse a sí mismos tan en serio. De manera que no sólo lo han llamado «BREAD» así en mayúsculas, como acrónimo de «Be Really Energetic and Dance», sino que han llenado de todo tipo de panes su portada e imaginería, con vestidos hechos como si Lady Gaga siguiera viviendo en 2010. Incluso han repartido barras entre sus bailarines.
Para darle cierto halo de profundidad, el tema llamado ‘BREAD’ también pretende ser una reinvención de lo que significa la pureza, con una reflexión sobre el apetito por el sexo y por la comida: un dardo para mentes conservadoras. «No creo en lo que tú llamas pureza / Es una falacia arcaica», dice la letra en representación de un disco que habla frecuentemente sobre la sexualidad y la sensualidad.
Por ejemplo, para el vídeo de ‘Spiral’, una de las canciones más enfocadas hacia la EDM y el trance, han decidido contar con Heidi Klum, porque esta había compartido vídeos con canciones de Sofi Tukker, y les entusiasmaba que una mujer de 50 años pudiera mostrarse tan cómoda con su sexualidad.
¿Viene este disco ciertamente con un pan debajo del brazo? Tras 10 años en esto, el dúo ha decidido regresar a sus orígenes. Abstraerse de modas y presiones del mercado para recordar que lo que les motivó a hacer música en un primer momento fue sumar la música house en que se había especializado Tucker Halpern, con el jazz y los sonidos brasileños que siempre cautivaron a Sophie Hawley-Weld. Así, el año pasado se trasladaron durante 3 meses a Brasil, y los ritmos de este país -además de por supuesto el idioma- inundan unas canciones que coquetean con la bossa (‘BREAD’), el funk carioca (‘Throw Some Ass’), o la samba (Cafuné). Esta última colaboración con Channel Tres surgió porque esta palabra sin traducción («acción de pasar los dedos por el cabello de la persona amada») es la favorita de Sophie en portugués.
Esa melancolía presente en los pianos salseros de ‘Goddess In Disguise’ y ‘Jácare’, o en ‘Perfect Someone’ -que suena como la perfecta banda sonora de cierre y fue la piedra angular de la que surgió el álbum- es lo que diferencia a Sofi Tukker de otros productos de música de baile más random. En sus momentos más prescindibles, alguna canción suena más desubicada: se nota que ‘Woof’ la empezaron hace 5 años (no les encajó en el álbum anterior), y ‘Guardian Angel (Stand By You)’ suena más como una transición entre hits de una sesión que como una canción independiente. En los mejores, ‘BREAD’ logra sonar tan embriagador como aquel disco de remixes de Cesária Évora que alguien decidió hacer en los años 2000.
Entre las grandes ganadoras para su setlist a largo plazo, ‘Hey Homie’, un bonito canto a la amistad que pasa de lo acústico a lo bailable de manera totalmente orgánica; y ‘Throw Some Ass’. «Doctor, deme algo más fuerte / he intentado todo lo que me ha recetado / pero todavía me duele», dice este tema que alterna elementos de la música brasileña con la electrónica internacional. Está inspirado en el dolor de espalda crónico de Sophie Hawley-Weld y en su vídeo, su colega Tucker Halpern le ausculta el culo. Definitivamente hay que darles las gracias por tomarse su carrera en particular y la vida en general, con sentido del humor.
Sofi Tukker actúan junto a Kygo el 3 de diciembre en el WiZink Center de Madrid.