Tras más de 140 programas de espera, La Casa Azul visita nuestro podcast REVELACIÓN O TIMO. Guille Milkyway celebra sus 25 años en la música con dos conciertos: el 11 de octubre en el WiZink Center de Madrid (quedan entradas de grada) y el 9 de noviembre en el Sant Jordi Club de Barcelona (agotadas). Sin hacer demasiado SPOILER sobre lo que encontraremos en este show, repasamos los 25 años de carrera del grupo, desde los tiempos en que se publicara ‘Cerca de Shibuya’ -curiosamente, no una canción fija de su setlist actual- hasta su futuro álbum, pasando por supuesto por el pelotazo multiplatino en que se ha convertido ‘La revolución sexual’.
Hacemos especialmente hincapié en lo que significó en el año 2000 la edición de su primer álbum ‘El sonido efervescente de La Casa Azul’. Fue toda una ruptura de prejuicios en la historia del pop español, de muchas cosas que hoy damos por sentadas, como la mezcla de estilos muy dispares entre sí, el valor que damos a la música alegre o al pop en general.
Guille Milkyway recuerda el día en que JENESAISPOP lo nombró el mejor disco español de la década de los 2000. «Es la cosa que más me ha sorprendido de mi vida musical. Que apareciera en una lista de estas en un medio muy respetado me puso muy contento (…) Me halaga porque una de las críticas a aquella escena es que era insustancial. Luis Calvo [del sello Elefant] se enfadaba mucho porque si algo describe esa escena es la melomanía, el amor por la música, compartir cosas que no eran el mainstream o lo predominante, ni siquiera en el underground. Eso era real. Mi relación con los sellos de la época era muy de comprar discos, como el del 68 de Roger Nichols. Y luego todo eso emanaba de una manera naíf, fresca y directa en lo positivo. Y en lo negativo en que era muy amateur, que lo hacíamos muy a nuestra manera, con pocos medios, lo que quieras. Para mí hubo quien lo vio, como tú comentabas ahora, y eso era más importante que la escena absurda que se quería dibujar. Y luego otro sector no lo entendía, decía «no me interesa, está como mal hecho»».
«La melomanía era más importante que la escena absurda que se quería dibujar»
Milkyway agradeció que su base de fans se fuera «haciendo fuerte»: «Es cierto que a partir de cierto momento ya no tenías que justificarte tanto porque ya tenías una gente que sentía que era su misma causa. Otra gente a lo mejor necesitó mas años para entenderlo».
Un vuelco que pegó sin duda ‘La revolución sexual’, primero como candidata a Eurovisión, y muchos años después en Operación Triunfo. Guille explica que para él mismo fue una canción «de liberación», aunque reconoce que es una de sus letras más impersonales, y comenta el hecho de que se convirtiera en un himno LGTBIQ+.
A pesar de haber compuesto canciones con mil ritmos distintos, del disco a la Motown, pasando por la rumba o incluso el trap, reconoce que nunca ha tenido la ambición de evolucionar porque sí: «Tengo la sensación de que no he cambiado mucho. El estudio que me monté lo hice a semejanza de mi habitación antigua, para no variar en exceso. He tenido un afán de mejorar, pero no de cambiar. De «ahora voy a hacer». Me gusta mucho indagar en el sonido, ser artesano, las nuevas sonoridades, pero no hay un afán de cambiar, dar un nuevo enfoque o una nueva visión sobre lo que sea».
Algo que se corresponde con sus letras: «No he cambiado mucho la manera de hablar sobre las cosas, pero obviamente las cosas que me van pasando, cambian. Vas cumpliendo años y tu vida cambia. A nivel vital aparecen momentos duros. Primero hablas de desengaños teenagers y luego hablas de cosas que creemos que tienen más profundidad, pero el desengaño teenager tiene mucha profundidad para esa persona en ese momento. Una canción dramática de las Shangri-Las la ves dramática porque para un adolescente el desengaño es dramático. Crear un núcleo familiar con todas sus dificultades puede parecer más serio o menos naíf, pero mi forma de hablar sobre ello, he querido mantenerla cercana a mi manera de hablar en el grupo».
Y no, nunca ha tenido miedo de que le acusaran de naíf, ni se avergüenza de cantar los temas de su primer disco: «Me ha dolido que se asumiera que esta mirada inmediata y un poco inocente implicara poco valor. O una tontería. Para mí esa mirada es algo que quiero mantener, para mí es muy importante. Implica cierta inocencia vital que intentamos cubrir con una coraza. Es una lucha porque los años pasan, la vida es dura… Eso requiere una disciplina. No lo veo como algo negativo. Ñoño sí es negativo. Para nada me considero alguien ñoño, pero a veces se confunden ciertos elementos. Tengo registros distintos. Cuando canto ‘Hoy me has dicho hola por primera vez’, me encanto. Me siento 100% yo. No es como «voy a hacer de Guillito».
«Cuando canto ‘Hoy me has dicho hola por primera vez’, me encanto. Me siento 100% yo. No es como «voy a hacer de Guillito»»
En la última parte del podcast, Guille nos revela cuál es su rueda de acordes favorita, cuál es su segunda rueda de acordes favorita, y nos habla de su trabajo con Fangoria. «Son las personas con que mejor he trabajado en mi vida. Fue una cosa súper importante para mí», declara al tiempo que reconoce ‘Ni tú ni nadie’ como una de sus canciones en español favoritas, y recuerda un breve encuentro con Carlos Berlanga.
En la actualidad, La Casa Azul trabaja en un disco que espera tener acabado antes de verano, tras realizar algunos ajustes en el disco y medio que ya tiene compuesto. No sabe qué hacer, concretamente, con una parte muy «manta zamorana» que le salió durante la pandemia. Tampoco descarta dejarse producir por otras personas en el futuro. De momento, hoy presenta nuevo single junto a Soleá Morente, ‘Ahora o nunca’.