Últimamente hemos visto varios tipos de reivindicaciones del pop-rock español de toda la vida. La Oreja de Van Gogh conquistando las listas globales después de que Amaia Montero actuara con Karol G en el Bernabéu. Proyectos como Angy, Nena Daconte o Chenoa actuando en un festival como el Brava. Dani Martin sumándose a varios festivales o llenando 8 WiZinks.
Canciller, el proyecto de Sara Canciller, cita entre sus influencias a Fleetwood Mac, Cat Power, Feist o PJ Harvey, pero quizá por el uso del castellano o quizá por haber comenzado contando con algunos músicos de Second, su fuerte es precisamente exprimir ese sonido de pop-rock español más clásico. Te gustará si te gustan Ella Baila Sola, Zahara (en su faceta rockera, la de ‘Crash’) o incluso Mecano.
A esto último apuntan la buena conjunción de guitarras y teclados en algunos de los singles de su primer LP. Porque después de un primer EP llamado ‘Golpe de estado’, ‘Golpe de suerte’ es ahora su debut en largo, incluyendo algunas de las canciones que nos llamaron la atención en meses pasados.
Fue el caso de ‘Friendly Reminder to Self (esa no era yo)’ o de ‘Cambio de estado’, de crescendo eléctrico al final.
Por su parte, si ‘Kamikaze de vuelta’ explota es por esos teclados tan new-wave (tan Nacho Cano), y si el disco cuenta con cierta sensación de solidez es por su buena disposición de baladas. Las hay más clásicas, como ‘Sopa de huesos’ y ‘Frío’ (cerrando lo que serían las caras A y B), y las hay con su poso indie, como ‘Dolores y milagros’, cuyas guitarras emparentan tímidamente con el shoegaze.
Entre hallazgos melódicos como ‘Kintsugi’, con su sonido a lo Bruce Springsteen y sus frases tan vistosas como “tus consejos me saben a mierda”, hay que destacar cómo se ha crecido dentro de la secuencia ‘Palmer’. Es hoy nuestra Canción del Día.
Se trata de una composición sobre la sororidad, en la que la cita a Vetusta Morla es solo una curiosidad. En verdad se dirige a «todas esas chicas que conocemos en los baños» y que «nos arreglan el pelo cuando necesitamos ayuda».
Son dos chicas que «cantan a Vetusta Morla en Benidorm», sin destinatario masculino en absoluto: «Me hiciste reina, me hiciste llorar, bailar, temblar, eres tan bella y tan de verdad». Tras un inicio a piano un tanto Adele circa ‘Hello’, ‘Palmer’ se convierte en una esplendorosa producción de pop-rock con gran presencia de los teclados, que termina de subidón: «Yo no podía dormir, yo no quería dormir…»