La misión de Pauline en la playa ha sido siempre hacer el disco más bonito que es capaz de hacer. En ‘Los días largos’, el dúo de Gijón compuesto por las hermanas Mar y Alicia Alvárez vuelve a sacarse de la manga un repertorio de canciones preciosas y reconfortantes dedicadas a la vida tranquila. El amor y la vida cotidiana como refugio, sobre todo frente al temporal del exterior, marcan muchas de las pistas contenidas en este octavo trabajo.
El mal tiempo está muy presente en ‘Los días largos’. “Que se abra al cielo y llueva tanto que no haya dónde meterse” es una de las frases contenidas en la tarareada y alegre ‘Que te parta un rayo’ (aunque no llega en el momento más oportuno). En ‘Tú y yo y la tormenta’, entre Mar, Alicia, sus respectivas personas amadas y el tiempo se cruza el deseo de “un beso o dos”. A veces los títulos son tan explícitos que aluden al ‘Invierno’ o directamente a ‘La lluvia’.
El fondo de las canciones de ‘Un día largo’ es americano; a lo largo de 40 minutos, Pauline en la playa amasa, sin prisa pero sin pausa, un sonido de country-pop suave, apacible y luminoso como el día. Para ello, el dúo se vale de guitarras acústicas, eléctricas, pianos, vientos metal, teclados y baterías. En ocasiones, Pauline en la playa arma un muro de sonido (‘Abismo’ es puro chamber pop) pero en ‘Un día largo’ reina la sencillez, como -quizá- no podría ser de otra manera.
‘Yo podría ser John Wayne’ expone la influencia norteamericana de ‘Los días largos’ de manera explícita, en otro de esos singles incontestables de Pauline en la playa. Mar y Alicia, tumbadas en la hierba, reafirman que “todo está bien”. En la alegre ‘En esta casa’ las hermanas están en la misma posición, es decir, tumbadas, pero ahora en el sofá de su casa, inamovibles. Ahí se quedan, también, en ‘Mis sitios’: esos sitios son “entre la hierba y tus brazos”.
En ocasiones, Pauline en la playa soluciona su fijación con la tranquilidad y la paz con temáticas algo más inusuales. En ‘La más guapa de la fiesta’, un título muy La Oreja de Van Gogh, la narradora liga consigo misma. Y en la preciosa ‘Si me dejas de querer’, decorada con unos coros angelicales que parecen venidos del cielo, la “amenaza” es blandita como el algodón: “si me dejas de querer caerá un meteorito” o “explotará el horno”, cantan Mar y Alicia, como conectadas a su niña interior.
Otras veces, esa fijación deja canciones más desdibujadas, como ‘Tú y yo y la tormenta’ o ‘La lluvia’, porque quedarse sentado durante mucho rato en el mismo sitio, al final, incomoda. Al final terminan sobresaliendo las composiciones que añaden diferentes sabores a la paleta de Pauline en la playa, como la pista titular, tan sombría y melancólica, o la mencionada ‘Abismo’: ¿para cuándo un disco Motown / Gainsbourg / Françoise Hardy / Lesley Gore / Phil Spector de Pauline en la playa?