Con solo 25 años, MJ Lenderman ya ha conseguido hacerse un hueco importante en el underground contemporáneo. Además de sus proyectos en solitario, que han ido ganando atención progresivamente, es el guitarrista de la banda Wednesday, que tuvo su gran momento de gloria el año pasado con su excelente último álbum ‘Rat Saw God’. Sin embargo, 2024 ha sido su año más exitoso hasta la fecha, pues además del celebrado ‘Manning Fireworks’ que nos ocupa, Lenderman ha colaborado en varias canciones de otro de los discos de la temporada: Tigers Blood de Waxahatchee. Lo que ambos artistas tienen en común no es solo su base indie-rock, sino también sus desvíos naturales al alt-country y la americana.
En su cuarto álbum, el artista de Carolina del Norte presenta la que es su colección de canciones más potente hasta el momento, un compendio de todo lo que mejor sabe hacer elevado un escalón más allá de lo presentado en el ya estupendo ‘Boat Songs’.
Una de las grandes cualidades que se encuentran aquí son sus característicos riffs de guitarra. En el que fue el primer adelanto, ‘She’s Leaving You’, puede apreciarse lo mucho que benefician a sus producciones su control del instrumento, mostrando los variados estilos en los que se inspira el tema: desde un sonido emo hasta un country rock a lo Neil Young. En la letra de este, Lenderman narra en tercera persona el momento justo en el que los errores de él hacen que ella finalice la relación sin remedio. Él se va a Las Vegas a dejarse el dinero en casinos mientras reflexiona sobre el vacío con el que se queda: “todo se desmorona / todos tenemos trabajo que hacer / se vuelve oscuro / todos tenemos trabajo que hacer”, canta apasionadamente en el estribillo. Los coros que suenan al final los hace precisamente Katy Hartzman, vocalista de Wednesday y reciente exnovia del artista.
Pese a que Lenderman no siempre utiliza la primera persona al escribir sus canciones y recurre a menudo a la descripción de personajes que observa de lejos, hay mucho de introspección en todas las pistas de ‘Manning Fireworks’ y también mucho de comedia. El tono juega siempre entre lo serio, lo irónico y lo patético. En la divagación slacker rock de ‘On My Knees’, hay tanto menciones a la calva de John Travolta como a una meada de medianoche. Todo ello para reflejar un momento vital de desconexión con el mundo que le rodea. Este tipo de escritura brilla en canciones como la agridulce balada country ‘Joker Lips’, donde Lenderman ofrece una sentida interpretación vocal plasmando escenas que exponen un profundo sentimiento de soledad. Pero el humor sigue presente: “Por favor, no preguntes cómo estoy / Drenando semen en duchas de hoteles / esperando que las horas pasen un poco más rápido / Por favor, no te rías, solo la mitad de lo que dije era una broma”.
A lo largo de ‘Manning Fireworks’, Lenderman presenta un sonido más refinado y “grande” que nunca, a pesar de que la sofisticación no parezca interesarle demasiado, pues su música se enriquece con la improvisación. No obstante, sus anteriores trabajos presentaban una estética más lo-fi que aquí no está tan presente. Esto puede percibirse en ‘Wristwatch’, una de las canciones más importantes del proyecto, que cuenta con una instrumentación marcada por la pulcritud de sus excelentes pasajes guitarreros. En este tipo de producciones es donde el artista ofrece los momentos más exuberantes. No tanto en temas como la acústica balada sobre su ruptura con Hartzman -que vuelve a ser invitada en los coros- ‘You Don’t Know the Shape I’m In’, que se queda un poco en tierra de nadie en la secuencia.
Lenderman culmina el proyecto con ‘Bark at the Moon’, en su mayor parte una gran canción country-rock, ligeramente lastrada por un outro demasiado alargado. Sin embargo, funciona para plasmar bien la ambición desbordada de ‘Manning Fireworks’, un trabajo bello, arrebatado y sincero.