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Trueno reivindica lo mejor del hip hop retro en su fin de gira

Una de las primeras canciones que suenan en el debut de Trueno en el Movistar Arena, agotado en su máxima capacidad, es un mashup de ‘Still D.R.E.’ y ‘Pa’ Que Retozen’. Desde ese momento, el artista argentino fija el tono de lo que sería todo el concierto: un sentido homenaje al hip hop, sea como sea y venga de donde venga.

El llenazo de Trueno en el recinto madrileño es inaudito. Hace unos días, la gira de ‘EL ÚLTIMO BAILE’ pasaba por el Sant Jordi Club de Barcelona, con una capacidad equivalente a un tercio de la del Movistar Arena. Sí es cierto que el de Madrid no era un concierto normal, sino el último de toda la gira. El último baile, ciertamente. El propio Trueno contó que España es el país en el que más ha trabajado con este último disco. Ahí está ‘REAL GANGSTA LOVE’, que fue número 1 aquí antes que en cualquier otro país y que fue celebrada como tal en la velada de anoche. «Me acuerdo de mis primeros shows en Madrid, siendo 300 personas», reflexionó el argentino en un momento dado.

Ainhoa Laucirica

Qué alegría cuando un concierto de rap incluye una banda en vivo y qué sorpresa cuando tiene mucho más protagonismo del que te podrías imaginar de primeras. Los primeros minutos del show, en los que Trueno aparece subido en una plataforma que también es una jaula y una pantalla a la vez, son una maravilla rockera. ‘Plo plo’, la sesión de Bizarrap correspondiente y ‘Fuck El Police’ se suceden con una energía asombrosa. Más adelante, los solos en ‘FEEL ME??’ o ‘PANAMÁ’ son aplaudidos como si fueran la rima más tocha. Los dos hype men que acompañan a Trueno también hacen una gran labor, sumando en teatralidad. A veces se sacan de la manga unos bailecitos conjuntos que, aunque no llegan a coreografía, resultan muy divertidos.

Rápidamente, uno se da cuenta de la impresionante versatilidad de Trueno, que es un rapero espectacular, pero también es un decente vocalista. En algo menos de dos horas, el joven rapero pasa del liricismo más clásico (‘RAIN III’) al hip hop melódico (‘NIGHT’), del trap más fanfarrón (‘Atrevido’) al reggatón (‘Salimo de Noche’, ‘Ñeri’) y de la electrónica más maquinera, en la eufórica ‘CUANDO EL BAJO SUENA’, al funk. ‘OHH BABY’, perteneciente a esta última categoría, protagonizó el momento de bote colectivo más memorable, junto con ‘DANCE CRIP’. ¿15.000 chavales y chavalas celebrando un sonido tan retro? Vaya locura.

Ainhoa Laucirica

No hay ningún hueco para el aburrimiento en el concierto de Trueno. Los constantes guiños a la historia del hip hop no paran de sucederse. La referencia al refrán de ‘California Love’ durante ‘No Cap’, conocida por todos como la sintonía de La Revuelta, fue un highlight. Sin duda, la sección más divertida tiene que ser la del freestyle. En 2019, Trueno se proclamó campeón tanto de la FMS Argentina como de la Red Bull Batalla de los Gallos, por lo que algo sabe. En todos sus conciertos, dedica un pequeño espacio al arte de la improvisación. Casi siempre es emocionante, pero ayer fue especial, en gran parte por la aparición de Chuty, una de las figuras más veneradas de la historia del freestyle español. Verles intercambiar rimas nos tuvo a todos al borde del asiento.

A un concierto tan sólido y sobrado de medios como este solo le faltaba el toque reivindicativo. Aunque no hubo ninguna mención a la represión policial vista en las manifestaciones de jubilados que tuvieron lugar este miércoles en Argentina, Trueno sí dedicó una sección del show a su país natal que culminó con la conmovedora ‘TIERRA ZANTA’. Y es que lo mejor que hizo ayer el argentino fue aprovechar su «fiesta del hip hop» para volver a poner en valor el mensaje original del género. Música a favor de la libertad: «Somos todos parte de una misma familia. No importa el continente, el color de tu piel o el de tus ojos. Solo importa el color de la sangre».

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Publicado por
Gabriel Carey
Tags: trueno