Música

Marie Davidson / City of Clowns

La tecnología se ha convertido en una parte tan esencial de nuestras vidas que es casi imposible escapar u oponerse a ella. Convivir con estos nuevos avances no debería verse como algo negativo per se, sino como una manera de facilitarnos la existencia. Sin embargo, las grandes corporaciones se nutren de nuestros datos para que la información que nos llegue sea personalizada y para hacer sus estudios de mercado con el objetivo de llenarse los bolsillos. La política de privacidad de muchas de estas grandes empresas es, en muchos casos, invasiva o, como mínimo, moralmente dudosa.

‘City of Clowns’, el quinto disco de la productora canadiense Marie Davidson, se inspira en un libro de teoría política de Shoshana Zuboff llamado ‘La era del capitalismo de la vigilancia’. Coproducido junto a Soulwax y Pierre Guérinau (su marido y compañero del dúo Essaie Pas), el proyecto plantea una atmósfera distópica y gris, donde la artista, mediante una actitud sarcástica refleja su hastío ante el excesivo control que ejerce sobre nosotros la tecnología.

Compartir en redes sociales rituales tan cotidianos como desayunar o irse a la cama se ha convertido en algo habitual, alimentando inconscientemente un algoritmo que poco a poco se adueña de uno. De esto va ‘Demolition’, donde Davidson habla desde la perspectiva de este ente sobre un beat construido con oscuros sintetizadores: “I do what I do / And I do it well / Keep you on my mind / Keep you in my house [Hago lo que hago / y lo hago bien / te tengo en mi mente / te tengo en mi casa]”.

La artista también arremete contra la falsedad del mundo online en ‘Sexy Clown’, una perversa muestra de electrónica post-industrial que se mueve entre lo siniestro y lo bailable. “Can you feel the cutting edge / of my dying tenderness [¿Sientes el filo cortante / de mi agonizante ternura]”, versa en el potente estribillo, donde su voz teatralizada subraya el fuerte componente crítico de la composición.

Davidson se acerca a esta temática siempre desde el humor, buscando no solo la reflexión, sino también crear canciones con las que poder divertirse. En ‘Push Me Fuckhead’, la canadiense combina ambas cosas de la manera más efectiva posible, dando con la fórmula perfecta para aunar la parte más cerebral de su música con la más gamberra. Sobre una producción exquisita, que introduce toques synthpop con acid-techno, se anuncian con enorme gracia una sucesión de frases que vemos constantemente en el mundo digital: “Don’t forget your security check [No olvides tu control de seguridad]”, “No way, that’s too much gluten [Ni hablar, eso es demasiado gluten]”, “We can upgrade your monthly plan [Podemos mejorar tu plan mensual]”.

En esta parte central de la secuencia es donde el álbum tiene mayor fuerza, encadenando ‘Push Me Fuckead’ con el irresistible electroclash de ‘Fun Times’ y con el fascinante paisaje sci-fi que dibujan los sintetizadores y drums de ‘Statistical Modelling’.

‘Y.A.A.M’ es otro admirable corte satírico y agresivo que nos lleva a una rave en una nave industrial. Si bien, la canción funciona por sí misma como un tiro, su espacio en la secuencia hace que pierda algo de impacto, pues lo que ofrece es bastante similar a lo ya escuchado. Sin embargo, ‘Contrarian’, que llega justo después, es un espectáculo de grandes proporciones: una enigmática y eufórica pieza de techno industrial aderezada con algunas de las secuencias melódicas más contagiosas del proyecto.

En general, el discurso teórico que plantea Davidson es siempre estimulante, incluso si en ocasiones su compromiso estilístico muestra síntomas de agotamiento. La densidad, sonora y narrativa de ‘City Of Clowns’ hace que su conjunto no sea fácil de digerir de una sola sentada, pero en sus mejores momentos, logra que la aparente frialdad con la que expone los dilemas del capitalismo tecnológico se transforme en puro humanismo.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Fernando García