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Merina Gris / ZULOA

«No estar mal es estar bien» es una de las últimas frases de ‘ZULOA’, el trabajo con el que Merina Gris ponen banda sonora al dolor de toda una generación. De esto es justamente de lo que hablaban Sara, Paskal y Julen en su entrevista con JENESAISPOP: «Con todas las expectativas que tenemos con respecto a absolutamente todo, se crea una frustración generalizada que es una mierda». Pese a sus temas centrales -desapego, desamor, soledad, miedo-, ‘ZULOA’ no suena deprimente, sino liberador.

Camufladas bajo pegadizas melodías, las letras recogen los sentimientos más vulnerables que una banda enmascarada puede regalar. Tanto, que una persona que entienda euskera y otra que no pueden disfrutar de dos experiencias totalmente diferentes. ‘lilili’ es un banger absoluto que coquetea tanto con el hyperpop como con el jersey beat en su recta final. Está listo para el club. Sin embargo, Sara canta: «¿Cómo dejar ir a quien quieres y dejar atrás todo lo vivido?».

Lo mismo ocurre con ‘Hiru Damatxo’, un alegato encubierto contra la gentrificación («La ciudad no lo va a perdonar / Dejad en paz Donosti»); ‘Lotu Zure Txakurrak’, un minimalista corte de rap convertido en himno feminista («Si deja que te rayes, ahí no es / Si no se pone en duda, ahí no es»); o ‘Triste Dabil Aita’, un tema totalmente impredecible y cuyo título (‘Aita está triste’) no casa nada con su eufórico final.

En lo musical, Merina Gris son de la escuela del glitch y de los detalles minuciosos. Parten de ahí para jugar con un mar de géneros: hyperpop, electrónica, hip hop, drum ‘n’ bass, dream pop… Siempre con una sensibilidad melódica sorprendente. También se permiten el lujo de introducir samples de algunas de las canciones más queridas de la década de los 2000, como son ‘Mr. Brightside’ de The Killers y ‘I Miss You’ de blink-182. Ellos nos cuentan que sirven como guiño más que otra cosa, pero en mitad de este océano de sentimientos, la nostalgia es totalmente bienvenida.

Solo hay una canción que realmente suena dramática, acorde al tema que trata, y resulta que también es la mejor del proyecto. ‘Mejor*’, descrita por el grupo como «un funeral», comienza con unas punzantes cuerdas sobre las que Sara reflexiona sobre los cabos sueltos de una ruptura («Cantarte así no va a servir, ya no escuchas Merina Gris»). Para terminar, una interpretación de Julen tan desgarradora como impresionante. Es a la vez una de sus pocas intervenciones vocales en el proyecto. «Quiero que seas feliz pero que nada te sepa a mí», grita repetidamente en el clímax del tema. Él mismo nos confesó que le «dolía el pecho» al terminar.

‘ZULOA’ se traduce al castellano como «el agujero», y hay múltiples referencias a lo largo del LP a los distintos significados de esta palabra. «Puede ser un sitio por donde te caes, pero también por donde entra la luz», nos contaba Julen. En ‘Irteera’, un revival de la balada ochentera que perfectamente podría estar en el soundtrack de ‘Drive’, se da una especie de resolución a esta cuestión: «El agujero era la salida». ¿Cómo de un lugar tan oscuro puede haber salido algo tan brillante?

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Publicado por
Gabriel Carey
Tags: Merina Gris