Menudo viaje plantea Tessa Hulls -nacida en Estados Unidos pero con fuertes raíces chinas- a lo largo de tres generaciones de mujeres. Su idea surge ante los brutales choques en convivencia con su madre. Traumas que no solo van ligados a las diferencias culturales o de valores, consecuencia de haber nacido en continentes muy distintos, sino también por el dolor que arrastra su abuela al ser una exiliada perseguida y por el esfuerzo de entender exhaustivamente la memoria de los antepasados.
Hay que aplaudir la manera en que Hulls, en el proceso de averiguar qué funciona mal en su familia, integra dibujo y honestidad emocional. De ahí que se haga fácil digerir sus casi 400 páginas, secuenciadas por imágenes y -en ocasiones de modo alegórico- sobre un dibujo en blanco y negro, lo que constituye su mayor virtud. Ni el texto en las escenas ni la falta de estilo propio en el trazo perjudican un trabajo que nace desde las entrañas, con una empatía familiar pocas veces vista. 8,3.
Este cambio social se muestra a la perfección en ‘Por si desaparezco’, un trabajo recomendable sobre todo gracias a su magnetismo veraz, profundamente ligado a las nuevas generaciones, y a cómo elaboran redes comunitarias para sortear obstáculos. Un libro que se beneficia de un dibujo sencillo, inmediato y con un ritmo gráfico excelente. 7,8.
El homenaje y el acercamiento a los mayores, por parte de la autora, son lo suficientemente poderosos para quitarnos, al fin, esa imagen de señores con gorra jugando a la petanca, los ligoteos en el programa de Juan y Medio de Canal Sur, y la de ancianos que no saben usar un móvil o no conocen las redes sociales. 7.
El éxito de Schulz fue tan apabullante que llegó a ser publicado en 2.600 periódicos de todo el mundo simultáneamente. Su legado como dibujante, al igual que sus personajes, no ha envejecido. Más allá de las cifras, a lo largo y ancho de cada viñeta, encontramos problemas esenciales del ser humano tan vigentes como la soledad, la melancolía o la perenne búsqueda del amor. Siempre logrando esbozar una sonrisa en el lector, y sin despertar nostalgias incómodas. 9.