La pesadilla de Taylor Swift por recuperar los derechos de su propia música ha llegado a su fin. Eso sí, después de haberse visto obligada a regrabar varios de sus primeros álbumes, a destacar ‘Red’ o ‘1989’.
La cantante ha escrito una carta en la que anuncia que ha podido finalmente hacerse con los derechos de toda su «música, los vídeos, los directos, el arte, las canciones inéditas…» Los másters de las grabaciones los ha adquirido de manos de Shamrock Capital, 6 años después de que Scooter Braun se los comprara a Scott Borchetta y dieran una serie de vueltas por la industria musical.
Swift ha escrito: «Decir que este es mi mayor sueño hecho realidad es, en realidad, quedarse corta. Todo lo que siempre deseé es la oportunidad de trabajar lo suficiente para algún día poder comprar mi música directamente, sin ataduras, sin socios, de manera totalmente autónoma».
Bromea sobre la gentileza de Shamrock Capital: «Estaré eternamente agradecida a todo el equipo de Shamrock Capital por ser los primeros en ofrecérmelo. Mi primer tatuaje podría ser un enorme trébol en medio de mi frente», al tiempo que agradece «el respeto, la honestidad y la justicia» con que la han tratado durante la transacción.
En cuanto al estado de los 2 discos que le quedaban por regrabar, Taylor dice que ha regrabado el primero, su debut, pero aún «sólo ha regrabado una cuarta parte de ‘Reputation'». Swift explica en la carta que esta última regrabación le está costando mucho esfuerzo porque se corresponde con un periodo muy concreto de su vida y siente «que no puede mejorarlo al rehacerlo: ni la música, ni las fotos, ni los vídeos».
Taylor indica que estos dos discos regrabados saldrán a la luz «cuando llegue el momento correcto, si lo deseáis. Pero si ocurre, no será desde la tristeza o el anhelo que habría sido antes. Ahora será una celebración».
Luego se ha comunicado a través de Variety: «al contrario de lo que se está diciendo en algunos artículos, ningún agente externo ha animado esta venta. Todo el crédito de esta oportunidad es para Shamrock Capital y el equipo de management de Taylor en Nashville. Ahora Taylor es dueña de su propia música, a pesar de Scooter Braun, no gracias a él».